DJ Shadow, foto de prensa
DJ Shadow, foto de prensa

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Música

Está bien que digas que te gusta DJ Shadow y odias el hip hop, pero no hace mucho sentido

No, no es música electrónica.

Hace algunas semanas releí una extensa charla con Josh Davis, mejor conocido como DJ Shadow, publicada a finales del 2017 en la prestigiosa e influyente revista dedicada a la cultura del crate-digging, WaxPoetics. La entrevista forma parte de uno de los últimos números impresos de la publicación, que en ese lejano noviembre de 2017 dedicaba a la memoria de David Axelrod. Como hemos mencionado antes, el trabajo de Axelrod ha impactado a varias generaciones de beatmakers y es considerado uno de los arquitectos del breakbeat, uno de los músicos que fundó las bases del hip hop y sus sub-géneros asociados.

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Dentro de la extensa y reveladora entrevista (realizada por David Ma, otrora colaborador del seminal fanzine de cultura hip hopper noventera Ego Trip), se tocan varios temas relacionados a la creación del mito conocido como DJ Shadow. Por ejemplo, entre otras cosas, Davis deja claro que nunca ha tratado de emular su legendario disco Endtroducing…. básicamente porque su aproximación al crear ese disco pretendía dar punto final a la producción basada en sampleos, pues consideraba que para esos momento era una técnica que resultaba anticuada.

Endtroducing.....

Como es de todos conocido, el famoso debut de Shadow fue hecho únicamente con trozos de otras canciones, un MPC y dos tornamesas. Con estas herramientas, Davis creó el que podría ser considerado el clímax de la música hecha con sampleos. Podemos decir, por ende, que de ese momento a la fecha todo ha sido cuesta abajo para esta técnica; además de que se ajusta al mensaje profético y testamentario que Shadow intentó comunicar en el título del álbum, que incluye la palabra ‘fin’ en inglés.

Desde luego, no podemos pasar por alto los imponentes esfuerzos posteriores a ese disco, por parte de Madlib y J Dilla, entre otros, quienes siguieron explorando las posibilidades de los beats hechos a partir de sampleos. Pero si simulamos un alejamiento en la línea de tiempo, partiendo de 1997 (fecha en que se publicó el primer trabajo de Shadow) hasta ahora, podemos apreciar el claro deterioro del sampleo en el hip hop, que de unos años a la fecha ha adoptado y mutado en diferentes técnicas y estéticas. Lo anterior es normal y consecuencia de la evolución de las herramientas tecnológicas a la mano de los músicos, y el natural cambio en los gustos de las generaciones recientes. Sería muy inocente pensar que a las juventudes actuales les sigue emocionando el break del "Funky Drummer" o las baterías crujientes en las canciones de Axelrod.

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El Endtroducing…. además de cumplir ese obituario mencionado arriba, ayudó a que el hip hop se popularizara en otros mercados. Por aquellos años (pre-Internet), el oficio de DJ estaba asociado a la "música electrónica". Los álbumes instrumentales de productores de hip hop no existían y el DJ seguía ocupando un lugar en segundo plano detrás del MC. Por supuesto, ya en los noventa el tornamesismo comenzó a cimbrar esta parte fundamental de la cultura hip hop, pero la proliferación de discos de beats (no las versiones instrumentales de álbumes con MCs) sucedió a partir de los esfuerzos de Shadow, DJ Krush (del otro lado del Océano Pacífico), Rob Swift, Prince Paul y Cut Chemist, quienes a mediados de los años noventa del siglo pasado comenzaron a acercarse a su oficio como artistas en un sentido amplio del término, generando nuevas oportunidades creativas.

Recuerdo que las primeras veces que leí acerca de Shadow, se le asociaba a géneros como el downtempo y el trip hop. Vamos, no era asociado al hip hop, a pesar de que cualquiera con dos dedos de frente y que hubiera escuchado el Endtroducing…. podría determinar que era un disco de breaks convertidos en hip hop. Por esos años, Shadow y su trabajo eran considerados (por los ajenos al hip hop) como parte del espectro de la "música electrónica". Lo anterior también era reforzado porque las imágenes que circulaban de Davis en las publicaciones de la época lo mostraban tal como era: un nerd con gorra rodeado de discos que contrastaba con las imágenes de raperos populares de esos años. Y claro, el sonido de sus canciones también era lejano al del sonido del hip hop de la época: sonaban extrañas, ajenas a la clasificación, más cercanas a lo que vendían en las compilaciones de Buddha Bar que al hardcore del Wu-Tang o el rap alternativo de los Fugees.

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DJ Shadow by A. Richard Photo

De esa forma el trabajo de Shadow se popularizó fuera del hip hop y, a la fecha, varias publicaciones especializadas en música popular siguen colocando el ya mencionado álbum en la canasta de la electrónica. En fin.

La influencia y envergadura del primer disco de Shadow no se queda en las aguas del hip hop o en las de la electrónica noventera. Su influencia en otros mercados abarca también a un sector del público que consumía rock. Lo anterior lo hace evidente Shadow en la entrevista mencionada al principio de este texto: "Una de las equivocaciones frecuentes por aquellos años era que yo estaba intentando soslayar al rap. Esa idea me horrorizó y la encontraba de manera recurrente en sujetos aficionados al rock que decían: odio el rap, pero amo a DJ Shadow…". Cuando leí esa frase me remitió a ese texto publicado por Noisey hace algunos meses donde hablaba acerca del extraño fenómeno "me gustan los Beastie Boys pero no me gusta el rap", que es la versión que nos tocó vivir del añejo fenómeno "me gusta la música negra pero solo cuando la tocan personas con tez blanca".

El hecho de que el Endtroducing…. fuera ungido como una obra maestra de la electrónica, y que no se ajustara a la fórmula dominante del hip hop de esa época, ––que incluía a un MC––, le permitió ser atractivo para otros públicos. No debemos perder de vista que desde aquellos años (y desde antes) los géneros que amenazaban el status quo de la industria musical dominada por el rock blanco de guitarras, tendían a ser subestimados y eran descritos como modas pasajeras, productos de baja calidad, en comparación al rancio pathos nihilista del rockero, personificado en aquellos años por Pearl Jam y Nirvana. Sí, en serio.

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Todo el mundo escuchó durante esos años nombrar a Shadow y su Endtroducing…. pero al mismo tiempo era moneda corriente sugerir que el rap era de pandilleros juveniles. Debido a que el disco fue legitimado por la escena de electrónica europea (léase James Lavelle, entre otros), poco a poco la gente fue abordando el vagón de Shadow y su hip hop/trip hop/downtempo instrumental. Abordar ese vagón no necesariamente implicaba hacerse fan del hip hop y así se explica la famosa frase "me gusta DJ Shadow/Beastie Boys/Massive Attack pero no me gusta el rap/dub".

De hecho, esa postura de "sujetos del rock", como los llama Shadow, podía resultar en un argumento más en contra del rap, pues el Endtroducing…. fue algo atípico: no era hip hop regular (ya explicamos por qué) y las consideradas "autoridades musicales" ya lo habían descrito como una obra maestra. Lo que significa que estaba bien para los "roqueros" abordar ese vagón y declarar públicamente su afición por el álbum, sin que eso pusiera en riesgo sus prejuicios regulares contra el hip hop. Vamos, si te gustaban los Red Hot Chili Peppers o los Smashing Pumpkins podías incluir en tu colección a Shadow, a los Beasties y a Massive Attack, que ya habían sido "validados": ya estaba bien decir que te gustaban esos grupos, ya nadie te iba a juzgar porque te gustaba algo que sonaba como hip hop, y en caso de que así fuera, siempre podías usar el certificado que indicaba que aunque te gustara el Endtroducing…. no te gustaba el resto de la música al que pertenecía ese álbum, y estabas haciendo una excepción debido a la calidad y status de proeza que se le había otorgado al trabajo de Shadow. Algo similar a lo que ocurre actualmente con artistas como J Balvin o Maluma, que uno o el otro reciben o no aprobación, dependiendo de quién los legitime. Y así, artistas que amenazaban el status quo, van siendo asimilados y los vamos trasladando a cuentagotas a nuestras playlists, ––aunque en nuestros comments en las redes sociales sigamos imprecando en su contra––.

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No tengo nada en contra del rock y sus aficionados: todo está bien. Debemos considerar que ese género (hasta hace relativamente poco) formaba parte de la corriente principal de la música popular (desbancado desde hace algunos años por géneros orientados a los bajos). Es normal que sus seguidores se sintieran amenazados por géneros mucho más auténticos y revolucionarios, sobre todo después de la larga erosión sufrida por el rock durante los últimos treinta años del siglo anterior.

Shadow vieja escuela

De acuerdo a Shadow, y en sus propias palabras extraídas de la mencionada entrevista, "mi objetivo no era hacer un disco de trip hop, o un disco de música electrónica, o un disco alternativo. Mi intención era hacer un disco de hip hop, aunque con la particularidad de que fuera un álbum aventurado y progresista".

Es evidente que Shadow logró ese objetivo, y también podemos decir que está bien que te guste DJ Shadow y al mismo tiempo odies el rap, simplemente no tiene mucho sentido.

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