Imagen vía Frank Rumpenhorst/EPA
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Al dejar de lado las redes eléctricas, quizá algún día sea posible producir medicamentos contra la malaria en medio de la selva o incluso en alguna futura colonia en Marte, de acuerdo con Noel.El dispositivo, hecho de silicon, puede funcionar incluso con poca luz, lo que que significa que es útil aún cuando el día esté algo nublado. Sin embargo, todavía hay procesos que seguir antes de que esté disponible en el mercado.Noel y sus colegas, quienes publicaron su investigación en la revista Angewandte Chemie este miércoles, siguen trabajando en mejorar la eficiencia energética y aumentar la producción.Los hospitales recurren a la impresión en 3D para salvar las vidas de los niños. Leer más aquí.
Ya que las hojas artificiales dependen de los pequeños canales para poner los químicos en contacto con la luz solar, cada unidad necesita ser pequeña, aunque pueden ser fácilmente unidas entre sí para aumentar la producción.'Hay un gran potencial en este proyecto'.
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No es la primera vez que los científicos buscan inspiración en el reino vegetal para buscar formas sustentables para producir fármacos.En 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó una medicina llamada Elelyso, creada por Pfizer y Protalix Biotherapeutics, para tratar la enfermedad de Gaucher, una rara condición genética —la cual provoca una acumulación excesiva de grasa en algunos órganos del cuerpo humano—, a partir de células de zanahoria modificadas.Otros investigadores están trabajando con cultivos que han sido especialmente desarrollados para producir medicinas y vacunas en las hojas artificiales.Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEsHay tantas plantas en peligro de extinción como peces, aves y mamíferos. Leer más aquí.