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Rastrean la fuente de una misteriosa explosión de radio en el espacio

"Este es el gran avance que el campo ha estado esperando desde que los astrónomos descubrieron las ráfagas rápidas de radio en 2007".
Arte conceptual del descubrimiento de ASKAP. Imagen: CSIRO/Dr. Andrew Howells.​
Arte conceptual del descubrimiento de ASKAP. Imagen: CSIRO/Dr. Andrew Howells.

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Por primera vez en la historia, los científicos han rastreado un misterioso tipo de explosión espacial hasta su fuente original a 3.6 mil millones de años luz de distancia.

Las ráfagas rápidas de radio, o FRB, son pulsos de luz ultraluminosos y energéticos en el cielo nocturno que en unos pocos milisegundos pueden liberar tanta energía como la que libera el Sol en 80 años. Nadie sabe qué es lo que ocasiona estos intensos estallidos cósmicos, pero los científicos han especulado que pueden ser generados por estrellas de neutrones y agujeros negros, o tal vez incluso por una inteligencia alienígena avanzada.

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Las FRB vienen en dos variedades: repetitivas, que parpadean varias veces en el mismo lugar, y las no repetitivas, que son explosiones de una sola ocasión. Los científicos rastrearon por primera vez una FRB repetitiva hasta su galaxia anfitriona en 2017, después de observar una secuencia de pulsos brillantes, lo que confirmó que estos eventos son de origen extragaláctico. Sin embargo, los pulsos únicos seguían siendo un misterio.

Ahora, los investigadores dirigidos por Keith Bannister, una ingeniera de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth de Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés), se han convertido en los primeros en identificar la galaxia anfitriona de una FRB no repetitiva utilizando equipos extremadamente sensibles.

Este hito, anunciado el jueves en Science, es "el gran avance que el campo ha estado esperando desde que los astrónomos descubrieron las ráfagas rápidas de radio en 2007", dijo Bannister en un comunicado.

"Si nos paráramos en la Luna y miráramos la Tierra con esta precisión, podríamos decir no solo de qué ciudad provino la explosión, sino también de qué código postal e incluso qué callé de la ciudad", dijo Bannister.

Esta ráfaga única, que recibió el nombre de FRB 180924, fue detectada el 24 de septiembre de 2018 por el radiotelescopio Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP).

Las instalaciones del ASKAP constan de 36 grandes antenas de radio en un área de cuatro kilómetros cuadrados. La matriz es extremadamente sensible a los pequeños intervalos de tiempo, más pequeños que una billonésima de segundo, entre la recepción de la luz de un evento astronómico por cada una de las antenas. Estas pequeñísimas diferencias de tiempo se relacionan con pequeñas diferencias en la distancia que recorre la luz del mismo evento hacia cada una de las antenas, y eso puede ayudar a los científicos a rastrear su fuente.

Hasta este momento, las FRB únicas brillan y se apagan antes de que los científicos puedan localizar su origen, como cuando en una película un sospechoso cuelga el teléfono antes de que los policías puedan rastrear la llamada, pero el ASKAP capturó suficientes datos inmediatos como para acercarse a la ubicación del origen de la FRB 180924.

El equipo identificó la fuente en las afueras de una galaxia distante que es similar en tamaño a la Vía Láctea, pero no forma tantas estrellas nuevas. Las observaciones de seguimiento realizadas por el Telescopio Gemini Sur y el Very Large, ambos en Chile, así como por el Observatorio Keck en Hawai, sugieren que diferentes FRB pueden ser generadas por mecanismos únicos.

Si bien los científicos aún no saben qué causa las FRB, el nuevo descubrimiento proporciona una hoja de ruta para rastrear más de ellas, lo que ayudará a identificar mejor los orígenes de estos enigmas astronómicos.