Si ves las palabras "para cargar rifle" bajo un platillo de ostiones en el menú de un restaurante de mariscos mexicano, es altamente probable que no se refiera a un arma verdadera.Ése es el caso de "Viagra.com", un platillo de ostiones valientemente llamado así que se sirve en El Coraloense, en el barrio al sudeste de Los Ángeles Bell Gardens. Allí los bivalvos son servidos en su concha con camarones cocidos, aguacate y un marinado estilo mexicano hecho con salsa Maggi. Gente de Los Ángeles y de otros lados hacen largos peregrinajes hacia allá sólo para comer un par de decenas de estos ostiones.
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"Los fines de semana vendemos más de 400 ostiones Viagra.com", me dijo Leo Curie, Jr. Él es uno de los principales cocineros del pequeño restaurante e hijo de su fundador, Leo Curi, Sr., quien creó el platillo hace una década cuando El Coraloense era sólo un puesto callejero que operaba desde la cajuela de un coche. "Los clientes me han dicho que manejan desde Arizona sólo para comerlos", dijo Leo mientras saboreaba una decena de ostras con su madre, María.
Es sábado por la tarde y hay una fila de 15 minutos para conseguir mesa y la mitad de ellas están ocupadas por parejas jóvenes comiendo montones de ceviche, cocteles de mariscos estilo mexicano y aquellos sexuales ostiones. Le pregunto a Natalie Curie —hermana de Leo, quién también trabaja en el lugar— si de verdad le hacen honor al nombre. "Vienen muchas parejas que piden hasta treinta ostiones sólo para ellos", me dice. "[Las mujeres] bromean y dicen cosas como: '¡La que me espera!'"La selección de ostiones en El Coraloense cambia cada día de acuerdo con las estaciones y disponibilidad. Esto distingue al restaurante de muchos lugares mexicanos de mariscos de LA que sirven estos pasteurizados ostiones extrañamente jugosos con sabor a metal. Cuando visité El Coroaloense, me ofrecieron unos cremosos Blue Points.
"Güey, neta que funcionan. Créeme", me dijo Leo Jr. mientras me los sorbía. "Hay un hombre muy viejo que cada vez viene con una mujer diferente y dice que le han hecho milagros".Le tomo la palabra y me llevo a casa una decena de ostiones preparados para compartir con mi novia. Después de todo, nada dice "¿Quieres ser mi chica?" como un plato de ostiones con camarones llamados Viagra.com.