Un programador está desarrollando un mundo virtual para ayudar a los tartamudos

Más de 70 millones de personas, aproximadamente uno por ciento de la población mundial, tartamudean. Uno de ellos es Gareth Walkom, de 24 años de edad, estudiante de diseño de productos médicos en la Universidad de Nottingham Trent en el Reino Unido. Walkom está desarrollando un programa de realidad virtual como espacio cibernético para los tartamudos, donde pueden hablar con un avatar sobre cosas cotidianas. Es una terapia futurista para un impedimento del habla que se remonta a los tiempos de Moisés. Hablamos con Walkom sobre su proyecto.

Empecemos con lo básico: ¿Qué ves exactamente cuando te pones el casco de realidad virtual?
Básicamente, la persona podrá ver un entorno virtual. En este entorno se encontrará con un avatar al cual le tiene que hablar. El avatar será muy realista y también estará animado. Cuando la persona esté hablando con el avatar, sus comportamientos de la vista serán monitoreados. Por ejemplo, si alguien al tartamudear desvía la mirada del avatar, se le hará saber. Todo el propósito de este sistema es preparar al individuo para situaciones que provocan ansiedad en la vida real.

Entonces, ¿puedes hablar de lo que quieras con el avatar?
A la persona se le dará un tema de conversación, por ejemplo sus vacaciones favoritas, qué hicieron el fin de semana, cuál es su trabajo y cosas por estilo.

¿Qué tan realista es el escenario?
Debido a que el casco de realidad virtual y la tecnología son muy nuevos y apenas salieron a la venta hace unas semanas, todavía me falta diseñar el entorno. Sin embargo, el escenario que diseñé el año pasado era una sala de conferencias con un público animado.

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Y la idea es que ¿interactuar con el avatar es menos intimidante que interactuar con la gente? ¿O proporciona una retroalimentación que la gente no hace por educación?
No tanto. El entorno virtual crea un ambiente totalmente seguro para quienes lo utilizan, ya que el sistema y el casco pueden detenerse y eliminarse en cualquier momento. Además del método de terapia de exposición que es totalmente seguro, también permite que la persona se sumerja completamente en el entorno, lo que da la sensación de una situación real. Esto preparará a la persona para poder transferir a una situación de la vida real las habilidades que utilizó en la terapia de exposición en la realidad virtual. Definitivamente no es nada fácil controlar una situación que provoca ansiedad en la vida real.

¿Cómo te diste cuenta del potencial de la realidad virtual para este propósito terapéutico?
La idea me la sugirió mi supervisor anterior, el profesor David Brown, quien me explicó que mi interés de usar la tecnología para beneficiar a aquellos que tartamudean definitivamente podría ser usado dentro de un ambiente de realidad virtual. En ese momento, no me había dado cuenta del potencial que la investigación podría tener para beneficiar a aquellos que más lo necesitan.

Sé que tú mismo has tenido algunos problemas con la tartamudez. ¿Cómo influyó esto en el proyecto?
He tartamudeado desde los seis años, y me ha afectado mucho a lo largo de mi vida. Desde el miedo a hablarle a alguien que no conozco hasta tratar de decir mi nombre. Como sé por experiencia propia lo insoportable que puede ser tartamudear a veces, quería ayudar a la gente como yo a controlar su tartamudeo. El aspecto personal de mi investigación es lo que más me motiva a desarrollar un sistema que pueda beneficiar a aquellos que tartamudean. El sistema también podría ser utilizado para otros trastornos del habla y la ansiedad, lo que habla de qué tan importante puede llegar a ser la realidad virtual como terapia.

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¿Existen terapias tecnológicas similares que hayas tomado en cuenta al desarrollar este proyecto?
Primero pensé en desarrollar una aplicación para celular, que ayudaría a las personas que tartamudean a decir una palabra en la que se traban. Por ejemplo, si siempre tienen problemas para decir su nombre, podrían escribir su nombre, y la aplicación lo diría por ellos. (Las palabras también podrían guardarse como favoritas). Sin embargo, después de mucha investigación, encontré que la aplicación sería considerada por los terapeutas del habla y el lenguaje como una técnica para evadir el problema.

Supongo que ya usaste el programa que inventaste. ¿Ha sido útil en su vida cotidiana?
En realidad no lo he utilizado, ya que tendría que capacitar a alguien más para probar el sistema conmigo.

¿Alguien lo ha probado? Si es así, ¿cuál ha sido la retroalimentación que te han dado?
Sí, he probado el entorno de sala de conferencias que creé en un grupo de tartamudos de autoayuda el año pasado. Los resultados mostraron disminución de los niveles de ansiedad y mejoría del habla en sesiones repetidas para algunos participantes. A muchos les gustaba mucho la idea y estaban interesados en usarla más. También dijeron que el entorno y los avatares se sentían muy reales, como si realmente estuvieran allí.

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¿Qué aspecto tienen los avatares? ¿Estás tratando de llegar a una cara que emane compasión o paciencia?
El avatar se ve muy real y se puede animar para cambiar sus rasgos faciales. Esto es algo que se puede hacer más adelante si otras dificultades lo necesitan, donde se provoca una ansiedad mayor de manera intencional. Los avatares pueden ser de cualquier género, edad o raza. Tengo la intención de generar aleatoriamente un avatar diferente para cada sesión en mi investigación este año. Para asegurar que los resultados no se confundan con el individuo al que se adapta el escenario, al contrario es para reducir su ansiedad y mejorar su habla.

¿Actualmente estás trabajando en alguna adaptación o características nuevas para el programa?
Ahorita no. Me centraré principalmente en incluir el rastreo de los ojos este año. La limitante más importante para mi investigación el año pasado fue que los ojos estaban cubiertos por el casco de realidad virtual y observar los ojos de las personas es muy importante en la terapia para el tartamudeo. Sin embargo, con el casco que estoy utilizando ahora, se debe eliminar esta limitante. Este año, espero llevar mi investigación a un doctorado, pero todavía estoy buscando fondos.