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Ediciones VICE

Los 10 soundtracks más emblemáticos en la historia de los videojuegos

Desde la música de los juegos de 8 bits a las grandes sinfonías modernas.

Navidad, 1992. Mis papás me regalaron el primer Game Boy, mi primera consola y la que me encaminó en el estilo de vida gamer. Desafortunadamente el único cartucho que recibí tenía un mono rojo, redondo, con lentes de sol. El juego era SPOT y era un título bastante chafa desarrollado para promover 7-UP, con un personaje que emanaba lo cool que era el punto en el logo del refresco, vaya manera de introducirme a los videojuegos. Lo que nunca voy a olvidar es la primera vez que encendí el juego y escuché la música más emocionante que había escuchado a mis cuatro años. Con esto comenzó una obsesión por la música de videojuegos que hasta la fecha me tiene fascinado.

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Enumerar las mejores bandas sonoras de un medio tan vasto como los videojuegos no es una tarea difícil; es una labor imposible. En parte por la subjetividad de la música en sí, pero principalmente porque ha evolucionado tanto la capacidad de los videojuegos para reproducir música. Los videojuegos comenzaron con música de computadora, luego sintetizadores, ahora orquestas completas y en todos estos estilos musicales hay fuertes exponentes cuyas composiciones trascienden el mismo juego. Esta lista, como todas las listas en la red, no es definitiva y a pesar de tener números a los lados, estos no representan un valor cuantitativo. Más bien cada banda sonora plasmada en esta nota ha sido seleccionada por su relevancia, innovación y durabilidad.

10.- Super Smash Brothers Melee (Gamecube)

Vamos a hacer tantita trampa aquí: estoy consciente que todos quieren que  Ocarina of Time y  Super Metroid queden en la lista, pero podemos paquetear varios soundtracks en este título. Nintendo ha generado las melodías más icónicas del medio, desde el nivel 1-1 en Super Mario Bros. hasta las épicas marchas de Star Fox. Por lo mismo es bastante conveniente tener una banda sonora que incluye versiones nuevas y rimbombantes de casi todas estas melodías. De todas las versiones de Smash Brothers, esta es la más acertada en cuanto a la música, balanceando la nostalgia con acción.

9.- Streets of Rage 2 (Sega Genesis)

Durante los 90, uno de los grandes puntos de discusión en la guerra entre el Super Nintendo y el Sega Genesis era que el aparato de Sega no podía reproducir tantos sonidos como su contraparte de Nintendo. Pero Yuzo Kushiro destruyó este estigma con Streets of Rage 2, una banda sonora que hoy en día podría sonar en el Patrick Miller y poner a bailar a todos. Kushiro, a sus 24 años de edad, generó su propio lenguaje de programación en una computadora PC-8800 para poder superar la velocidad del Sega Genesis, poniendo a la consola por encima de la competencia con beats inspirados en el funk, electro-house y trance de la época. Como bonus, este disco está disponible en vinil, lo cual no se puede decir de cualquier soundtrack.

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8.- Castlevania: Symphony of the Night (PSX)

Una sinfonía de jazz y guitarras metaleras. Como lo indica el título, la música es de máxima importancia en esta masiva aventura que abarca dos castillos de Drácula, en los cuales cada sección tiene una ambientación drásticamente distinta a la anterior. Tan impresionantes como fueron los juegos originales de Castlevania y su música, Michiru Yamane ayudó a llevar la serie a la quinta generación de consolas, con guitarras eléctricas, arreglos de orquesta y hasta toques industriales. Este es un buen soundtrack para ir al gym, aunque si estás leyendo esto dudo que sea una práctica común en tu vida.

7.- Bioshock Infinite (PS3, XBOX360, PC)

Hablemos de la nueva generación de juegos. Los títulos AAA llevan varios años usando orquestas completas para sonorizar sus franquicias a modo de película. The Elder Scrolls, God Of War, The Last Of Us y decenas de franquicias millonarias se jactan de tener bandas sonoras más épicas que el Señor de los Anillos, para bien o para mal. Y como varios juegos de las nuevas generaciones, las pistas sonoras están programadas para cambiar junto con la experiencia que está teniendo el jugador. Dentro de esta categoría de bandas sonoras siento que Bioshock Infinite se distingue meramente por el protagonismo que toma la música, ya que varias partes del juego están programadas como un juego de parque de atracciones. No fue necesario que los diseñadores generaran un soundtrack adaptable a las situaciones, y se confiaron en que la música era tan buena que solo contribuiría a la emoción del juego. Violines agresivos, tambores distorsionados y canciones rezagadas de la guerra civil visten esta aventura que solo se puede disfrutar en el medio del videojuego.

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6.- Donkey Kong Country (SNES)

Una pregunta para todos: ¿cuándo fue la primera vez que escucharon música ambiental? Me atrevo a decir que para muchos fue jugando Donkey Kong Country. David Wise era un músico freelance cuando generó la música de este gran título, y el desarrollador Rare no tardó en contratarlo de tiempo completo. Wise pensó que haría los demos musicales y posteriormente un compositor japonés trabajaría en base a eso, como solía ser en los 90, pero hasta la fecha sigue generando música para juegos de DK, siempre con la misma sensibilidad sonora para destacar los ambientes de cada nivel con sutileza. Fue de los primeros juegos en la historia con una banda sonora tan buena que se vendía en CD.

5.- Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars (SNES)

Con todas las virtudes que tienen los juegos de Mario y su música, antes de 1995 nadie hubiera imaginado al plomero en un juego de rol, mucho menos su música. Para este título, Yoko Shimomura solicitó la ayuda de Nobuo Uematsu para mezclar los sonidos que normalmente asociamos con Mario, con los arreglos épicos de Final Fantasy. El resultado no se parece a ninguno de los juegos de referencia; en su lugar nos dieron uno de los soundtracks más divertidos y grandiosos de la era del RPG de 16-bits. Para quienes como yo, no habían jugado un RPG previo a este juego, la música nos ayudó a adueñarnos de las mecánicas de pelea y nos permitió desarrollar un gusto adquirido por los juegos de rol.

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4.- Tony Hawk's American Wasteland (Gamecube, PS2)

La serie de Tony Hawk fue revolucionaria por introducir el punk, garage y hip-hop a los videojuegos, licenciando música de los mayores exponentes del underground para sus primeros títulos. Si tenías un Nintendo 64 podías escuchar "Guerrilla Radio" de Rage Against The Machine (en una compresión horrenda), cosa que nunca antes se había logrado. Pero cuando lanzaron el séptimo juego de la serie, se volaron la barda del punk y skaterock. Vagrant Records lanzó una convocatoria a las bandas de punk y emo del momento para que grabaran covers de canciones clásicas de punk, y de esa manera obtuvimos "Astro Zombies" por My Chemical Romance, "Ever Fallen In Love" por Thursday e "Institutionalized" por Senses Fail. Esta banda sonora no sólo fue perfecta para el juego, pero le demostró al mundo que las bandas emo de los 2000 eran capaces de generar covers pesados y apropiarse de ellos.

3.- Final Fantasy VI (SNES)

Desde la pantalla de inicio, FFVI desata órganos estruendosos que nunca hubieras pensado podrían salir de un Super Nintendo. De inmediato comienza una de las melodías más memorables y tristes de la serie, dejando un tono firme sobre las emociones por las que va a pasar el jugador, sólo para contrastarlas con piezas juguetonas y divertidas. Este juego tiene un rango sonoro para una consola de 16-bit, Nobuo Uematsu —quien compuso la música de casi todos los juegos de Final Fantasy— conocía tan bien las herramientas limitadas con las que se podía hacer música de videojuegos que tuvo la osadía de incorporar un acto de ópera imitando voces con sintetizadores y generando orquestas completas en tan sólo 8 canales de audio. Todavía más impresionante, cada personaje que puedes utilizar (14 en total) tiene su propia melodía y todas son combinadas al final del juego en una pieza de 21 minutos. Nada mal para un juego de 2.2 MB.

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2.- The Legend of Zelda: Link's Awakening (GB)

Todos sabíamos que habría un juego de Zelda en la lista a pesar de colocar Smash Brothers al principio, pero me imagino que pocos pensaron en esta aventura portátil para el Game Boy original. El gran reto para Nintendo con este título fue compactar una obra maestra para que los cuatro canales de sonido del aparato pudieran replicar lo épica que sería la aventura de Link en la isla misteriosa de Koholint. Minako Hamano y Kozue Ishikawa fueron primerizos a la hora de componer esta banda sonora, la cual se destaca tanto por su minimalismo como su ambición. A lo largo del juego, Link debe coleccionar ocho instrumentos musicales para despertar al dios de la isla, entre estos hay un cello, un arpa, un órgano y hasta una marimba. ¿Cómo le hicieron estos compositores para emular 8 sonidos distintos y generar una pieza musical que culmina el juego? Esa es la magia de la programación; el ingenio de este equipo fue tal que a Hamano le encargaron prácticamente toda la serie de Metroid mientras que Ishikawa llevaría la música de la serie Wario. Este dúo de compositoras marcaron tendencia y revolucionaron el género musical del videojuego; es una lástima que no tengan el reconocimiento que merecen.

1.- Undertale (PC)

Undertale es parte de la nueva generación de juegos que se limitan a usar las herramientas de antaño de maneras muy creativas, generando horas de música original que suena retro pero sólo se pudo haber ideado por alguien que ha jugado todos los títulos anteriores en esta lista. Toby Fox, director del juego, también es compositor de toda la música de Undertale y es un hombre que ama los videojuegos, ya que utiliza todo el conocimiento de años de gaming para plasmar esta música en su obra maestra. Para quienes no conocen Undertale, es un juego de rol en el cual no es necesario matar a ningún enemigo. Puedes atacarlos, o puedes platicar con ellos, cada estilo de juego puede cambiar la banda sonora drásticamente en momentos claves de la historia. La banda sonora por sí misma dura más de tres horas e incorpora todos los estilos de música de videojuegos de diferentes épocas. Es una obra maestra, y tal vez una de las bandas sonoras más ambiciosas en la historia del medio.