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Nos deshicimos de los comentarios en VICE.com

Pero eso no quiere decir que no te amamos.

Como te habrás dado cuenta, hubo algunos cambios en VICE.com. Le hicimos un cambio de imagen a la página. Le dimos una nueva capa de pintura al viejo URL. Como en todo rediseño, este es el primer paso de un proceso constante y en las próximas semanas y meses vamos a seguir corrigiendo detalles y agregando cosas para que la nueva página se vea aún mejor. Sin embargo, parte de este cambio es la pérdida de uno de los pilares de nuestra antigua página: la sección de comentarios.

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En teoría, las secciones de comentarios son muy útiles. Los escritores y editores, con su insaciable sed de aprobación, aman leer las reflexiones de los lectores. Idealmente, los comentarios pueden fomentar una discusión productiva sobre un tema o artículo en particular, lo cual nos ayuda a comprender mejor o a ver el tema desde un punto de vista que, de otra forma, jamás se nos habría ocurrido. Como señalaron nuestros colegas de Motherboard el año pasado, la sección de comentarios es en realidad una continuación de la antigua tradición de las cartas al editor, una parte muy querida de muchas publicaciones y una forma de entablar un diálogo abierto entre las revistas y sus lectores.

Por desgracia, las secciones de comentarios casi nunca funcionan como deberían. Sin moderadores o algoritmos sofisticados, son propensas a la anarquía. A menudo se convierten en torbellinos racistas y misóginos donde las opiniones más ofensivas y estúpidas terminan hasta arriba y las respuestas más razonables se pierden entre todo el ruido. Pese a que siempre recibimos con brazos abiertos sus opiniones sobre cómo en realidad somos un portavoz de derecha de la CIA, sobre cómo éramos chévere antes de vender nuestras almas a Rupert Murdoch, o sobre cómo estamos de la verga en general, tuvimos que bloquear a incontables lectores a lo largo de los años por amenazar a nuestros colaboradores, por rastrear y publicar información privada de ciudadanos y por participar en discursos de odio contra prácticamente cualquier sector imaginable.

No tenemos el tiempo ni las ganas de seguir monitoreando esa mierda. Además, hay muchas otras formas de cuestionar públicamente nuestro trabajo y el valor de nuestro personal. Seguiremos leyendo sus comentarios en Twitter y Facebook, y nos encanta recibir cartas físicas (no bombas) en nuestras oficinas.

Realmente valoramos los comentarios y las críticas de nuestros lectores, y lo que más nos preocupaba de borrar esta sección era que la gente con cosas inteligentes y constructivas que decir lo tomara como un ataque en su contra. Por favor, no lo vean así. Sabemos que la gran mayoría de nuestros lectores son personas sexys, brillantes y de mente abierta que nos impulsan a ser mejores cada día. Y eso no cambia por el hecho de haber borrado todas las cosas feas al final de nuestros artículos.