Consideraciones para montar en bici borracho

Parte inevitable de montar en bicicleta de forma adulta, nos referimos a andar vestidos de civil y para ir del punto A al punto B como parte de la rutina diaria y no a montar usando leggins fosforesecentes, gafas polarizadas y una maleta-pitillo, es montar bajo los efectos del alcohol. Es como cortarse con papel o perder un encendedor: no es lo ideal pero puede pasar, y no es el fin del mundo.

En vista de que la bici ha dejado de ser patrimonio exclusivo del domingo por la mañana y de que pedalear bajo la influencia es un reto al que podríamos vernos enfrentados este mismo fin de semana, consultamos que tienen para decir al respecto la ley, la ciencia y algunos "expertos".

En realidad el código de transito vigente en Colombia no hace ninguna referencia específica a montar en bicicleta borracho. Sin embargo el intendente Sarmiento de la Policía de Transito nos explicó que, cuando el artículo 131 de código habla de multas por "Conducir bajo el influjo del alcohol o bajo los efectos de sustancias psicoactivas" incluye a los conductores de toda clase de vehículos, incluidos los no motorizados, como las bicicletas. Según la ley, en caso de que un policía de transito, uno bastante estricto a decir verdad, lo sorprenda pedaleando borracho el procedimiento es exactamente igual al que le aplicarían al conductor de un carro: prueba de alcoholemia, inmovilización y multa. Además , la multa es igual de cara para bicicletas: 90 salarios mínimos diarios.

La ciencia por su parte ha sido menos dura con los ciclistas borrachos: un estudio conducido en mayo del año pasado por investigadores del Hospital de la Universidad de Dusseldorf en Alemania llegó a la conclusión de que los legisladores alemanes se equivocaban al determinar que, una persona con una concentración de alcohol en la sangre superior a 1.6 gramos por mililitro (unos 7 tragos para un hombre de 70 kilos o 5 para una mujer de 50) estaba "absolutamente impedida para montar bicicleta".

Para su estudio los investigadores contaron con 78 voluntarios que tomaron y montaron en distintos niveles de borrachera. Las primeras alteraciones sucedieron cuando los particpantes alcanzaron una concentración alcohólica de 0.8 g/ml (unos cuatro tragos para un hombre de 70 kilos y tres para una mujer de 60). Luego de los 1.4 g/ml (6 tragos para un hombre de 70 kilos y cuatro para una mujer de 60 ) "ninguno de los sujetos fue capaz de igualar o mejorar sus capacidades para montar cuando estaba sobrio ". Sin embargo los investigadores también encontraron algunos individuos que fueron capaces de mantener casi las mismas hablidades sobre la bici hasta muy altos estados de embriaguez. Bien por ellos, salud.

A pesar de que no existe tal cosa como un experto en montar en bici borracho, existen parches como los Gonorraiders, uno de una docena de parches que se reúnen todas las semanas en la noche para tomar y montar bicicleta por la ciudad. Con su experiencia en campo, los Gonoraiders han confirmado varias de las cosas que los científicos descubren en la universidades: como que uno si puede montar estando muy borracho (uno de sus miembros incluso ha llegado a casa sin saber como pedaleo hasta ella) y que el cuerpo no responde igual luego de cinco tragos (hace unas semanas uno de ellos omitió un bolardo por andar borracho y ahora el grupo está haciendo una colecta para reparar su bicicleta).

Los Gonoraiders no dan consejos específicos a la hora de montar en bici borracho. Pero, a pesar de que no lo piensan dos veces antes de pasarse un semáforo en rojo o adelantar un bus extragrande del SITP, usted nunca los ve sobre la bici sin casco.Así que quédese con ese consejo antes de poner media en el porta botellas de su bicicleta.