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rumbo al super bowl 50

El Flop: Drew Bledsoe y cómo nacer con 'mala estrella'

Saltó a la NFL como primera selección global, pero nunca logró llevar a Pats al título... Un día se lesionó y un tal Tom Brady tomó su lugar.
Foto: Goston Globe / Getty Images

Existen argumentos para asegurar que los New England Patriots son el equipo de la última década —o el equipo de moda, como dirían algunos otros— en la National Football League. Poder contar con cuatro premios Vince Lombardi en sus vitrinas parece cosa sencilla, especialmente cuando se cuenta con un equipo que ha logrado posicionarse y mantenerse en la cima, en gran parte, gracias a la dupla histórica Belichick-Brady, y a las numerosas selecciones que han rendido más de lo esperado.

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Sin embargo, para los Pats existe un antes y un después en el puesto más codiciado y elogiado de este deporte: el quarterback. Todo seguidor de la NFL ha escuchado el nombre —les guste o no— de Tom Brady y sus numerables hazañas en el emparrillado pero, ¿qué o quién estuvo antes de él? Podría apostar que la gran mayoría jamás ha oído hablar de Drew Bledsoe y, de verdad, no los culpamos porque no hay razón para hacerlo.

Drew McQueen Bledsoe jugó para Nueva Inglaterra de 1993 a 2001 —después de ser seleccionado en primera ronda en el Draft de la NFL de 1993 por el mismo equipo— y básicamente se convirtió en la cara de los Patriotas durante la década de los 90. Bledsoe inició de inmediato, ya que a los Pats les urgía un buen prospecto para dicha posición, y durante sus primeras temporadas cosechó logros importantes. Bledsoe le dio a Nueva Inglaterra su primera aparición en postemporada en ocho años y fue seleccionado para el Pro Bowl del 94.

Dos años después, Bledsoe llevaría a los Patriotas al Super Bowl XXXI donde se disputaría el título ante Green Bay y sería incapaz de darle el primer Vince Lombardi en toda la historia del conjunto de Foxborough. Cabe preguntarse qué hubiera pasado si aquella noche de enero de 1997 Bledsoe hubiera inaugurado la racha de victorias en Super Bowls de la cual Nueva Inglaterra se jactaría cuatro años después de la mano de Tom Brady. Tal vez el curso de la historia habría sido diferente y hoy en día el nombre de Drew Bledsoe sería sinónimo de grandeza en la NFL. Pero el destino tiende a ser caprichoso y la vida da muchas vueltas. El bajo rendimiento de Bledsoe en las temporadas siguientes colocarían de nuevo a los Patriotas en la senda de las marcas negativas y todo se agravaría en el segundo partido de la temporada 2001.

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La campaña de Bledsoe de dicho año podría resumirse en una frase: 103 millones de dólares y una lesión. En marzo del mismo año, el todavía quarterback titular de los Pats, había firmado una extensión de contrato por 10 años y 103 millones de dólares. Sin duda una oferta bastante jugosa y motivante para que Bledsoe pudiera dar el último "estirón" y por fin ganar su primer campeonato. Una lesión durante el segundo partido de la campaña ante los New York Jets impidió dicha proeza, pues terminaría en la banca toda la temporada regular y gran parte de los playoffs, hasta lograr reaparecer en el Juego de Campeonato de la AFC contra Pittsburgh.

La desafortunada jugada de dicha lesión a primera vista no pareció ser de gravedad. Bledsoe había corrido cerca de 20 yardas para alcanzar el primero y diez cuando el linebacker de los Jets, Moe Lewis, lo embistió por el costado izquierdo ocasionando que Bledsoe cayera fuera del campo. Todo aquel que presenció dicha escena jamás esperó un diagnóstico tan crítico como el de aquella tarde: ruptura de un vaso sanguíneo en el pecho. El hermano de Bledsoe recuerda la cantidad de veces que el quarterback de los Patriotas perdió y recobró la consciencia camino al hospital por la hemorragia interna que había colmado su cavidad torácica.

Afortunadamente, Bledsoe logró recuperarse por completo de su delicada lesión hasta el punto de convertirse en una de las piezas clave para que Nueva Inglaterra derrotara a los Steelers en el partido de Conferencia, y llegar al Super Bowl XXXVI, sustituyendo previamente al joven Tom Brady. Sin embargo, sería Brady quien se consagraría como héroe al darle a Nueva Inglaterra su primer campeonato y no aquel quien había esperado cuatro años por una oportunidad para demostrar que el partido en el Louisiana Superdome había sido simplemente una mala noche, una de tantas que todo atleta experimenta a lo largo de su carrera. El más reciente ejemplo de ello se dio hace unos días en Denver donde Tom Brady dio su peor actuación en playoffs.

Drew Bledsoe se retiró en abril de 2007 después de su paso sin éxito por Buffalo y Dallas. A pesar de nunca haber podido conquistar la gloria, Bledsoe es uno de los consentidos de la fanaticada —es decir, aquellos fans no millennials que lo vieron jugar— y en 2011 ingresó al Salón de la Fama de los Patriots. Pero más que todo ello, Drew Bledsoe es uno de los ejemplos más claros de qué tanto una lesión y el destino, la mala suerte, el bajo rendimiento, o como quieran llamarle, puede llegar a afectar el legado de un jugador. Al deporte le encanta crear este tipo de historias y Drew Bledsoe forma parte de ese universo de héroes no consagrados.