FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

Los bebés enfermos de zika son el nuevo desafío del sistema sanitario estadounidense

Actualmente hay 1.400 mujeres embarazadas que son portadoras del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti. En los próximos meses sus bebés necesitarán atención médica intensiva. La pregunta es: ¿está el país preparado para dársela?
Imagen por Jorge Cabrera/Reuters

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

En nueve meses, el imparable brote de zika registrado en Florida se convertirá en un nuevo desafío para la salud estadounidense. Todo apunta a que el número de bebés nacidos con malformaciones por ser hijos de madres infectadas por el virus se va a disparar, mientras las causas que lo provocan siguen siendo un misterio.

Hasta la fecha se estima que son ya 1.400 las embarazadas que han contraído el virus del zika que viven en Estados Unidos. Más de 500 de esas mujeres viven en alguno de los 48 estados continentales que forman el país, mientras que 70 de ellas son residentes de Florida. Los expertos aseguran que solo en septiembre, un mes que comienza esta semana, un promedio de 8 mujeres serán infectadas por el brote de la enfermedad en el estado del sur de Estados Unidos.

Publicidad

"A juzgar por el número de pacientes a los que estamos examinando, sabemos que varias madres darán a luz", explica Sonja Rasmussen, directora de la división de contagios de la salud pública estadounidense, que trabaja en el Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad de Atlanta. "Queremos que los bebés crezcan lo más saludables posibles, pero sabemos que muchos de ellos presentarán serias malformaciones al nacer".

La mayoría de la gente experimenta síntomas muy leves o no presenta síntomas en absoluto después de contraída la enfermedad. Sin embargo, durante el embarazo el virus puede lesionar el desarrollo del feto. Hasta la fecha, la enfermedad más comúnmente asociada al embarazo con zika es la microcefalia, una dolencia que provoca que la cabeza del bebé al nacer sea extraordinariamente pequeña y que el cerebro no se haya desarrollado completamente.

Los investigadores estiman que, a día de hoy, el 13 por ciento de los bebés alumbrados por madres que hayan contraído el virus del zika nacen con cráneos inusualmente pequeños. Los bebés que nacen con microcefalia padecen el riesgo de desarrollar problemas auditivos y de visión, y se cree, además que podrían experimentar cuadros convulsivos, retrasos en el desarrollo y carencias intelectuales.

Sin embargo, y por mucho que las imágenes de la microcefalia se han convertido en las más divulgadas de cuantas se asocian al virus del zika, lo cierto es que los recién nacidos se enfrentan a infinidad de problemas potenciales, más allá de la rotunda disminución de su cráneo.

Publicidad

En realidad el virus del zika fue descubierto hace 50 años, sin embargo no ha sido hasta el brote registrado en Brasil el año pasado, cuando se lo relacionó con las microcefalias. Se desconoce mucho más de lo que se sabe y los investigadores solo están empezando a descubrir otros muchos problemas de desarrollo relacionados con la enfermedad.

"Existe un gran número de niños que se vieron expuestos al virus durante el embarazo que luego nacen sin microcefalea", cuenta Don Bailey, especialista en desarrollo infantil y miembro de la ONG RTI International. "Sin embargo, creo que todos sabemos que una cantidad sustancial de bebés sí desarrollaran problemas cognitivos más sutiles".

Bailey cree que la mayoría de los bebés nacidos de madres infectadas por el virus del zika no desarrollarán microcefalia. Sin embargo, considera igualmente, que lo que sí se que manifestará serán toda clase de afecciones más moderadas, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, problemas de aprendizaje y problemas de visión.

Aumenta un 16 por ciento los casos de Zika en México en la última semana. Leer más aquí.

A principios de agosto, un estudio asoció al zika con una extraña enfermedad que se manifiesta a través de una serie de deformaciones en las articulaciones conocida como artrogriposis. Se trata de una afección que dificulta el movimiento de las extremidades. Esta misma semana un estudio de escáneres cerebrales y de fotografías realizadas con ayuda de ultrasonidos publicado por la revista académica Radiology, ha ilustrado la severidad de la infección en los cerebros de los bebés. Pese a todo, los especialistas siguen insistiendo en que todavía queda mucho por conocer y que ese conocimiento empezará a ampliarse una vez nazcan más pequeños a los que se pueda estudiar.

Publicidad

Bailey ha asegurado que es necesario redoblar los recursos para llevar a cabo esta clase de estudios y para mejorar el cuidado de los bebés afectados y el de sus madres. Para el científico es mucho más importante hacer eso que preocuparse por el control del mosquito y por el desarrollo de las vacunas. "A ese nivel, seguimos están muy retrasados", afirma.

En términos de atención, toda apunta a que los niños afectados necesitarán el apoyo de un equipo multidisciplinar de profesionales en áreas como la visión, el oído y el desarrollo de sus habilidades. Según Bailey, la mejor solución sería diseñar un plan común, antes que esperar a que las familias acudan a varios especialistas por separado.

En la última actualización de su guía interna para niños, el Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad (CDC en sus siglas inglesas) recomienda que todos los pequeños nacidos en Estados Unidos de madres aquejadas por zika o que muestran síntomas asociados a la enfermedad, sean sometidos a pruebas médicas de manera inmediata. La agencia de salud recomienda igualmente que se lleven a cabo evaluaciones después del nacimiento y que estas incluyan exámenes físicos y neurológicos.

Según el CDC todos aquellos pequeños que muestren síntomas de haber contraído el síndrome deberían de ser sometidos a una serie de evaluaciones orquestadas por distintos especialistas multidisciplinares a partir del primer mes de nacimiento. De hecho, se recomienda un seguimiento exhaustivo durante el primer año de vida. El doctor Rasmussen, del CDC, asegura que su agencia está trabajando con socios públicos y privados para garantizar que se divulgue la información que permita ejecutar el listado de recomendaciones.

Publicidad

El departamento de Salud del estado de Florida ha asegurado que los bebés nacidos con malformaciones o retrasos por culpa del zika serán inscritos en un programa para niños ya existente que se llama Primeros Pasitos, y que se encarga de asistir a pequeños con toda suerte de problemas de desarrollo. A los niños en cuestión se les concede acceso a un plan de apoyo familiar individual, y sus familias respectivas serán igualmente asistidas. Según ha contado el departamento de Salud, aquellos pacientes que no estén asegurados podrán beneficiarse también del programa.

Latinoamérica combate el Zika con soldados, repelente y advertencias para las embarazadas. Leer más aquí.

Sin embargo, no todo el mundo cree que ni el estado ni el país están preparados para la que se les viene encima. El doctor Mobeen Rathore, un pediatra especialista en enfermedades infecciosas que trabaja en la universidad de Florida, no cree que el estado esté preparado como debiera, habida cuenta del número de expertos que serán necesarios para hacerse cargo del bebé inmediatamente, no solo después de su nacimiento, sino durante todos los primeros años de su desarrollo.

"No estoy seguro de hasta qué punto será posible que todas las comunidades que viven en el país puedan hacerse cargo de bebés infectados de zika. Muchos de ellos presentarán problemas congénitos", asegura. "Desde mi punto de vista tenemos a los especialistas pero no disponemos de la organización necesaria".

Si bien muchos expertos creen que el número de contagios será mucho más reducido en Estados Unidos que en otros países afectados gracias a los mejores recursos tanto contraceptivos como abortivos, se necesitará un trabajo mucho más coordinado antes de que los pequeños infectados empiecen a llegar.

"Es como un desastre natural al que estamos esperando desde hace meses. Hemos tenidos tiempo de sobras para prepararnos pero no estamos preparados. Vergüenza debería darnos", opina Rathore. "No es como un huracán, que se fragua muy deprisa; es posible que estemos mejor preparados para cualquier catástrofe natural que para esta catástrofe sanitaria".

Sigue a Kayla Ruble en Twitter: @RubleKB