Rusia niega el ataque con armas químicas a Siria, pero otras potencias no le creen

La explicación que ha dado Rusia sobre el devastador ataque químico en Siria este martes no está siendo bien recibida por la comunidad internacional, incluidas grandes potencias como Reino Unido y Estados Unidos.

El aliado más cercano de Siria rechazó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que culpó a las fuerzas del actual presidente Bashar al-Assad, y aseguró que el ejército sirio bombardeó una fábrica de armas químicas que se expandió hasta la ciudad de Jan Shijún, en el norte del país. Según el gobierno de Vladimir Putin la responsabilidad sería entonces de los rebeldes que albergaban armas ilegales.

Las reacciones no se hicieron esperar: el secretario de relaciones exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, rechazó la explicación de Rusia asegurando que "todas las pruebas que tengo sugieren que fue el régimen de al-Assad quien utilizó armas ilegales en contra de su propio pueblo".

Estados Unidos dijo que cree que las muertes fueron provocadas por el gas nervioso sarín lanzado por aviones sirios.

Mientras tanto, un británico experto en armas químicas dijo a la BBC que la versión difundida de que el agente químico que se utilizó fue el sarín resulta "fantástica". La idea de que un gas nervioso como sarín podría propagarse después de un bombardeo a una fábrica es "insostenible.Si tu simplemente brincas encima del sarín te destruye", explicó el experto.

Este químico es difícil de detectar porque es un líquido claro, incoloro que no tiene olor, por lo que resulta imposible, hasta el momento, determinar si fue esto u otro componente el que mató a más de 70 personas.

Amnistía Internacional dijo que había autenticado a través de más de 25 videos filmados el ataque, y que los médicos han observado síntomas consistentes de envenenamiento con agente nervioso.

Hasan Haj Ali, comandante del grupo libre de Idlib ejército rebelde, contradijo las declaraciones de Rusia y dijo a Reuters que ninguno de los grupos rebeldes son capaces de producir esas sustancias químicas.

El sarín fue clasificado como arma de destrucción masiva por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La producción y almacenamiento fue declarada ilegal en 1993.

Países como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han propuesto una sesión de emergencia del Consejo de seguridad de la ONU para este miércoles, y enviar un equipo internacional de investigadores para determinar quien lanzó el ataque.

Rusia y China consideraron la propuesta inaceptable, y en el pasado han utilizado su poder para bloquear las sanciones contra Siria por utilizar agentes químicos.

El ataque— cuyas víctimas muestran síntomas compatibles con la exposición a sarín o un agente de nervio similar— es el más mortífero en los últimos años. Las imágenes de los niños sin vida y víctimas echando espuma por la boca apenas se comparan con el ataque químico de Ghouta, en el año 2013 que dejó cientos de muertos.

Aunque el presidente Bashar al-Assad finalmente accedió a entregar su arsenal químico, grupos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han documentado el uso de armas químicas del dictador sirio contra su propio pueblo, incluyendo la etapa final de la batalla por el control de Alepo, la ciudad más grande de Siria, en diciembre del año pasado.

A lo largo de estos años Rusia ha negado su responsabilidad en los ataques y también ha justificado las atrocidades de sus aliados sirios. Como el ataque que ocurrió en octubre del 2016: una escuela al norte de Siria fue bombardeada y murieron 35 personas incluidos 11 niños. Rusia negó totalmente su responsabilidad y se preguntó si realmente el ataque había ocurrido.

Incluso acusó a los medios de comunicación de adulterar las imágenes. Sin embargo las investigaciones determinaron que probablemente había sido el gobierno ruso o el régimen sirio.

Según los testimonios que ha recabado el Observatorio, el bombardeo provocó que muchas personas se ahogaran o se desmayaran. En este ataque hasta el momento habrían muerto 72 personas incluyendo 20 niños, informó el Observatorio.

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