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VICE Sports

El héroe que se cagó encima y acabó la carrera más cruel de su vida

Los atletas de élite son seres sobrehumanos, pero también desfallecen y se van por la pata abajo como el resto de los mortales.

La marcha es uno de los deportes más duros en el mundo del atletismo y uno de los eventos más esperados en los Juegos Olímpicos. A pesar de que ver a unos tipos caminar muy raro durante mucho rato puede parecer aburrido, en realidad puede ser fascinante.

En esta disciplina hay de todo: cambios de liderato, caras de agonía y sufrimiento, abandonos que te rompen el corazón, desmayos escalofriantes y… tipos que se cagan encima. Sí, sí, que sueltan lastre en plena competición.

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A Yohann Diniz, poseedor del récord del mundo de la disciplina le ocurrió todo esto en una misma carrera, y evitó la retirada a pesar de desmayarse y 'romper aguas'. Lo suyo tiene mérito.

Quizá te estarás descojonando, pero la odisea del plusmarquista francés en los 50 km. marcha de Río de Janeiro es todo un ejemplo de los valores olímpicos. Para empezar, después de liderar la prueba y ver cómo el mundo se le caía encima, el triple campeón de Europa se levantó y cruzó la meta en octava posición. ¡Toma fuerza de voluntad!

A pesar de ser uno de los mejores atletas de la categoría, Diniz jamás había completado una prueba olímpica: en Pekín 2008 abandonó por problemas estomacales y en Londres 2012 fue descalificado. A los 15 km. de la prueba en Río, el francés se cagó encima pero continuó como si nada.

Diniz descargó sus intestinos cerca del kilómetro 15 y, a pesar del marrón que eso supone, las cosas todavía fueron a peor. Nuestro héroe jiñador se desplomó de golpe en el kilómetro 35 de la prueba:

Diniz recobró el sentido y volvió al circuito para completar su primera carrera olímpica con un dignísimo octavo lugar: diploma olímpico y medalla de oro al desempeño deportivo.

Que por cierto, no es el único atleta en triunfar yéndose de vientre.