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Roller Derby: hermandad femenina sobre ruedas

Una jugadora profesional de Roller Derby nos contó cómo llegó a ser parte de uno de los equipos más importantes de Argentina.
Foto por Danny Ngan

Artículo publicado por VICE Argentina

Cuando escuché la palabra Roller Derby por primera vez se me vino a la cabeza la película de Drew Barrymore: Whip It. No me imaginaba que esto podría existir en Argentina. "Es un deporte de contacto, imaginate un partido de rugby pero sin pelota y con patines", me cuenta Paula, jugadora profesional de 2x4, una liga representativa que nació en el 2010 y entrena en el Parque Chacabuco.

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Paula tiene 20 años, es bloqueadora y por las mañanas trabaja en el subte vendiendo tarjetas de crédito. Su familia va a los sábados a verla jugar. “Mi mamá no estaba muy feliz cuando empecé con el Roller Derby, A veces llego a casa muy golpeada, Hace dos semanas me volví un esguinzar tobillo, tengo que tener más cuidado, a veces tengo moretones en la cara pero tampoco es algo que me genere impresión, estas cosas pasan dentro de la pista " .

Foto por Débora Guerrero

Este deporte surgió en el año 2000 en Texas, Estados Unidos, con una pista elevada en los extremos, aunque con el correr del tiempo se cambió a una pista plana y así se juega actualmente. En un principio era considerado un deporte de exhibición, como podía ser la lucha libre. Actualmente existen tres equipos-liga consolidados en Buenos Aires: Fucking Dolls en Temperley, Poison Kittens en Palermo y 2x4 en Parche Chacabuco, que se encuentra en el puesto número 21 de la liga mundial. Tradicionalmente, los hombres han formado parte del Roller Derby, pero como árbitros u oficiales, sin embargo, poco a poco se van sumando como jugadores y ya existen equipos masculinos consolidados, aunque las mujeres siguen siendo mayoría.

Foto por Danny Ngan

Las reglas del Roller Derby son algo complicadas aunque intuitivas. Se trata básicamente de un enfrentamiento entre dos equipos, cada uno con cinco jugadoras, entre ellas una jammer — o anotadora — que se distingue por llevar una estrella en el casco. Con el sonido del primer silbato, la jammer tiene que pasar a las bloqueadoras contrarias que forman una barrera y, una vez que lo consiguen, se consolida como jammer líder, es decir, comienza a anotar puntos. En el Roller Derby se anota con las caderas: cada bloqueadora contraria pasada equivale a un punto. “Es un deporte físico, no existe nada que determina el puntaje más que el mismo cuerpo, por eso mismo hay tantos árbitros, siete, porque hay mucho a lo que prestar atención”, dice Paula.

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Este deporte aún no es muy conocido en Argentina pero cada vez despierta mayor interés entre las chicas más jóvenes. Paula es también entrenadora de inferiores y nos cuenta que ella misma tenia 16 años cuando se acercó por curiosidad a dos chicas, que llevaban pegada una calcomanía de 2x4 en mochilas, ella sabía que este equipo existía, pero no sabía donde, entonces, al reconocer el logo se acercó a preguntarles de que se trataba. Poco tiempo después ya estaba jugando como principiante. "Ahora estoy en la categoría A, cada categoría depende del nivel que cada uno tenga, tengo compañeras de 30 años y más grandes". En total hay 20 jugadores que entrenan tres veces por semana.

Foto por Danny Ngan

El equipo 2x4 es uno de los pocos reconocidos mundialmente por la cantidad de partidos ganados en el exterior. Las que pudieron financiarse el viaje, estarán presentes en el campeonato mundial a celebrarse en Manchester del 1 al 4 de febrero. Paula nos cuenta que ella no pudo viajar por cuestiones económicas pero las jugadoras aprovecharon el viaje a Europa para competir con otros equipos fuera del campeonato, "se irán a Irlanda, París y Berlín".


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El Roller Derby es un deporte que no recibe ningún tipo de financiación. “Somos una organización autogestionada, hacemos rifas, organizamos fiestas donde tocan bandas de rock y punk para recaudar fondos, y lo recibido se usa para pagar los viáticos en los viajes en los que hacemos, cada una se paga su pasaje y nos hospedamos en casas de otras jugadoras.

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En comparación con otros deportes, el Roller Derby se caracteriza por ser inclusivo. Deja de lado la discriminación, el sexismo y la homofobia. En los equipos femeninos aceptan personas transgénero y transexuales, y en la asociación masculina se aceptan mujeres. Paula creció personalmente dentro del equipo y sostiene con seguridad que 2x4 "significa mucho, mi madre también nota el sacrificio que hago cuando me levanto un domingo a las 7 AM o llegamos tarde por estar jugando. En el equipo también estoy a cargo del área de comunicación. Además quiero estudiar el profesorado de Educación Física, esto complementaria lo que hago y me ayudaría a tener más profesionalismo a la hora de entrenar a las mas jóvenes”.

Foto por Danny Ngan

Mientras veíamos fotos de partidos, algo que me llamó la atención fue la vestimenta que utilizan. Paula se ríe y me aclara que "muchas de las chicas usan medias de redes y brillantina, pero nosotras intentamos tener un perfil más serio, tenemos dos clases de camisetas, luego abajo es a elección". Al ser un deporte joven que comenzó como algo recreativo, mantiene su espíritu amateur y no está federado dentro del patín. "Esto permite, por un lado, que cada persona se vista como quiera, pero por otro, no nos permite ganar dinero. En el Roller Derby no existe la compra o venta de jugadores como en otros deportes, tampoco hay premios monetarios, quizás exista algún sponsor que patrocine a alguna jugadora, pero hasta ahí ".


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Para practicarlo, hay que trabajar mucho el equilibrio y la velocidad. Al final y al cabo, las jugadoras se mueven sobre ocho ruedas y recibirán un golpe en cualquier momento. Paula le dedica días enteros a este deporte que muestra que las mujeres pueden ser "tan agresivas, igual de competitivas e igual de divertidas" que los hombres.