La crisis política en Brasil sigue sacudiendo a las más altas esferas del poder: este miércoles, el exmandatario brasileño Lula da Silva ha sido condenado a nueve años de cárcel por aceptar millonarios sobornos y lavado de dinero.La sentencia proviene del caso Petrobras, que durante tres años ha perseguido a la élite política. El juez Sergio Moro acreditó que el expresidente aceptó cerca de 1,1 millones de dólares en sobornos de la constructora OAS a cambio de millonarios contratos de obra pública.Para seguir leyendo el artículo completo visita VICE News, nuestra plataforma internacional de noticias.