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Hablando de todo menos de droga con el creador de Breaking Bad

Charlamos con Vince Gilligan sobre el final de la mejor serie desde The Wire.

AVISO: Todos los aspectos de la trama comentados durante la entrevista ya han sido emitidos en televisión y comentados en todos los rincones de internet, si te has perdido los últimos episodios de Breaking Bad este artículo podría desvelarte alguna cosa importante. La entrevista fue realizada después de la emisión de séptimo capítulo de la quinta temporada de la serie. Aviso de spoiler graves.

Un majono de llaves en una cafetería y una metralleta en el maletero del coche solo puede significar una cosa: una serie excelente que ya va por su quinta temporada está a punto de estallar en su etapa final. El flash-fordward con el que empieza la última temporada de Breaking Bad es algo que Vince Gilligan y sus chicos ya tenían preparado cuando decidieron relatar la transformación de Walter White, un sobrecualificado  profesor de química de instituto convertido en un capo de la droga sediento de poder. El descenso a la locura de Walt ha sido la caída menos agraciada y más sorprendente de toda la historia de la televisión. Unos cuantos cadáveres y kilos del mejor metanfetamina, es imposible saber qué le pasará en estos últimos episodios.

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Si en algún momento creímos en Walter y estuvimos de su parte ha llegado el momento en que ya nadie puede apostar con que todo esto acabará bien. Hemos perdido la fe en su humanidad y su capacidad para evitar ser un hijoputa orgulloso en todo momento. Después del episodio de la semana pasada, en el que mata al adorable Mike en un acceso de ira, ya somos pocos los que no queremos verlo lleno de plomo, ya sea cortesía de la DEA o de un cártel mexicano. Pero antes de llegar a ese punto tienen que suceder cosas: nuestros amados personajes tienen que palmar. Las  vidas de todos penden de un hilo, desde los hijos de Walt hasta Saul Goodman.

Tode este entusiasmo se lo debemos a Vince Gilligan, un hombre que piensa que la televisión era demasiado predecible. Vince no es un ningún yonki, ni traficante, ni policía, ni siquiera un capullo. Es un tipo que se ha labrado un nombre produciendo la genial Expediente X, escribiendo Todo queda en casa y Hancock—dos películas totalmente diferentes y que ambas fueron una mierda— y que luego decidió sorprendernos a todos con un trabajo que contradice su propia trayectoria. Así que de alguna manera, él es Walter White.

Hablé con Gilligan por teléfono, en un resquicio de tiempo marcado por una secretaria que sorprendentemente había estado escuchándolo todo y me cortó justo al final cuando le preguntaba a Vince cosas sobre drogas. Durante la entrevista nos pusimos un poco frikis apuntando aspectos particulares y motivaciones de algunos personajes.

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VICE: Es la última temporada. ¿Cómo lo ha recibido el publico?

Vince Gilligan: Ha sido fantástica. Todavía me pellizco para saber si esto es un sueño. Quizá suene falso, pero realmente no puedo creer que la serie haya llegado hasta aquí. Esta semana saldrá el episodio 54 y es una increíble que la gente siga viéndolo, y más aún que lo hagan durante cinco temporadas. El hecho de que le guste a tantas personas ha sido una maravillosa sorpresa, me tiene muy impactado.

¿Cuánto hace que sabes cómo terminará la historia de Walt?
Debes haber visto el capitulo de anoche. Los guionistas y yo estamos trabajando en los últimos ocho episodios. Ni siquiera los hemos escrito. Llevamos meses de ideas, ideas muy generales de grandes cosas que queremos que sucedan. Pero aún está sin terminar. Tenemos suerte de que la cadena y el estudio nos hayan dado el tiempo que nos han dado para poder afinar los detalles. Lo que me asusta y me emociona es lo poco que sabemos de momento, porque hay muchas posibilidades abiertas.

¿Cuánto de Breaking Bad está inventado sobre la marcha y cuánto forma parte de la idea original de convertir Sr. Chips en Scarface?
Es una proporción difícil de establecer porque por un lado nunca cambiamos el curso de la propuesta original de tomar al protagonista y convertirlo en el antagonista. En cuanto a los detalles de la trama, por lo general los creamos semana a semana. Es un mar turbulento el que estamos surcando, porque intentamos tener una visión en perspectiva de cómo serán los últimos episodios y el desenlace final. Uno no quiere ser demasiado artificial con la historia y decir: "Walt tiene que llegar aquí y después hasta allí para terminar aquí". El mejor guión es uno que deja que los personajes digan adónde quieren ir y contar la historia de la manera más orgánica posible.

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Esas dos filosofías parecen opuestas.
Hacemos lo que podemos para preparar el mejor pastel y luego comérnoslo. Intentamos que Walt, Jesse, y el resto de los personajes sean orgánicos. También hacemos lo mejor que podemos para tocar ciertos claves en el camino.

Qué haces primero con un personaje, pensar en su función o en su personalidad?
Hacemos las dos cosas. No me gusta admitirlo, porque me encanta ser orgánico, pero tienes un objetivo lógico en mente. Por ejemplo, quizá necesitas un ‘tipo malo’ para la temporada. Un buen ejemplo de un personaje que se introdujo para un fin narrativo y terminó siendo parte crucial e integral del programa es Hank. Quería que Hank fuera todo lo que no es Walt. Quería que Hank fuera un ganador, y en el primer episodio Walt es una especie de perdedor. Hank sería un agente de la DEA, alguien impresionante, temerario y seguro de si mismo. Y había pensando en hacer que Walt cocinara cristal como una forma de vengarse de Hank, por ser todo lo que él no era.

¿Cómo cambió tu concepción de Hank?
Contratamos a Dean Norris para el papel. Norris es una persona muy interesante y con muchos niveles. Es complejo y muy inteligente, capaz de grandes matices como actor. Pronto se volvió evidente que el personaje de Hank podía ofrecer mucho más. Conforme empezamos a conocer a Dean, los escritores empezaron a perfilar más y más a su personaje.

Ahora que Mike está fuera de la escena, y el cártel también, ¿nos espera un enfrentamiento entre la DEA y Walt, o entre Walt y Hank?
No quiero hablar demasiado. Es lógico pensar que un último y dramático evento sería que Hank descubra todo sobre Walt. Todos llevamos mucho tiempo esperando que pase. Si eso pasa o no… no diré más, pero no es culpa tuya por suponer algo así.

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Dado que estás escribiendo con unas expectativas claras, ¿estáis sugiriendo ese final a propósito? Siento que es una de esas situaciones tipo WIFOM. Acabas de citar a Henry Mancini, algo sobre moverse hacia lo inevitable. ¿Todavía planeas jugar con nuestras expectativas sobre  el final? ¿O ahora hay un inevitabilidad sólida?
Hay un poco de ambas cosas. Siempre queremos sorprender al público y mantenerlos pegados asiento. Ese deseo nunca se irá. Pero siempre hay un nivel de satisfacción al que hacerles llegar. A veces darle al público lo que quiere es lo correcto. Como guionistas, tenemos que abordar estas historias una a una. Sólo porque algo parezca obvio no quiere decir que no lo debas hacer.

¿A qué te refieres?
Es como en Titanic. Todo el mundo sabe que el barco se hundía al final, pero no se conocen los personajes ni se sabe quién vivirá y quién morirá. Aunque existía esa inevitabilidad en grandes términos en Titanic, a escala humana no tienes ni idea de qué iba a pasar… Es extraño que use esta analogía porque nunca he visto Titanic.

¿Cómo? ¿No has visto Titanic?
No. Pero creo que aún así la analogía es válida. Hay cosas que esperamos que pasen al final de Breaking Bad, y es posible que algunas ocurran, y algunas no. Habrá muchos giros de guión y vueltas antes de llegar hasta allá. Las claves están en los detalles y hay muchos pequeños detalles. Hay muchas sorpresas y muchos giros por venir en estos últimos nueve episodios.

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En el episodio más reciente, fue un poco sorprendente que Mike confiara en Walt para que le llevara su bolsa de huída. En especial después de todo lo que ha ocurrido. Walt ha demostrado que no se puede confiar en él. Mike también pagó a sus contactos en lugar de matarlos, y tiene una debilidad por Jesse. ¿Son señales de que Mike está envejeciendo o de que se ha ablandado?  
Bueno, Mike quedó gravemente herido al final de la última temporada. Seguro no la pasó muy bien, físicamente, en estos últimos ocho episodios. Volvió a pactar con el diablo. Hizo un trato con Walter White para hacer algo que realmente no quería para sus hombres. Ama a sus muchachos y haría lo que fuera por ellos. Esto últimos ocho episodios nos dicen que Mike, por más duro que sea (y vaya si es duro), tiene un código que no traicionaría por nadie. No es tan despiadado ni ambicioso como Walt. Pero no creo que haya sido particularmente descuidado al final, porque fue Walt quien le llamó para prevenirlo en el parque. Nadie más le advirtió, Walt le dijo que los policías se estaban acercando. Supongo que sabía que Walt era una persona a la que no le importaba mucho pero que tenían necesidades y deseos similares; eran diferentes, pero estaban del mismo lado. Tenía mucho en su mente, pero cometió un pequeño error de cálculo,  darle la espalda a ese hombre. Un cara a cara con Walt es algo que Mike, por más acabado que esté, habría controlado sin problemas, pero su error fue darle la espalda.

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Walt se metió en el negocio del narcotráfico por su familia, pero después los perdió. ¿Es por eso que ahora quiere montar su propio imperio de la droga?¿Porque no le queda nada? 
Esa es una buena pregunta. La pregunta de los 64 mil dólares siempre es: “¿Qué motiva a Walter?” Es una persona, que por sus propias acciones, perdió el amor de su familia. No me refiero a su hijo, pero últimamente se ha estado alejando de él. Su hijo no conoce los horribles secretos que Walt esconde. También ha perdido al amor de su vida. Ha puesto en juego todo aquello que amaba.

Exacto. ¿Pero por qué lo hace?
Todos los que ven el programa tienen una opinión igual de válida sobre por qué Walt hace lo que hace. Cuando doy mi opinión, puede sonar falso, pero es sólo la opinión de una persona. Yo pienso que Walt tuvo siempre todo esto dentro de si. Cincuenta años antes de que comience la historia ya tenía esta oscuridad dentro. Salen a la superficie después de la terrible pero liberadora noticia del primer episodio, que se muere de cáncer. Poco a poco, las restricciones de la civilización se han ido haciendo débiles. Ahora puede ser quien realmente es. Tiene la libertad para hacer todas estas cosas horribles que tenía en su corazón, pero que le daban miedo. Creo que le gusta sentir el poder. El dinero tan solo una vara de medir, un rasero de la posición que ha alcanzado. Es evidente que no gasta mucho. El dinero mide su poder como capo de las drogas. Aunque ha tenido que pasar por muchas cosas horribles y hacer cosas terribles de las que seguro no se enorgullece, está orgulloso de ser un hombre fuerte que merece el respeto dentro de un mundo específico. Eso es algo que nunca tuvo en su vida. Al final del sexto episodio, cuando dice: “Esto es todo lo que me queda”, es su culpa que eso sea lo único que le quede. Piensa que ya no hay forma de parar, en especial ahora que lo ha perdido todo por el camino que decidió tomar.

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Cuando Walt se las da con Tuco, que estaba loco, usaba la lógica y actuaba muy centrado. Pero cuando Gus Fring hizo acto de presencia, parece que lo visteis como una oportunidad para enfrentar a Walt con alguien de su nivel. Alguien que entró al juego con la premisa de la no violencia de repente se vio arrastrado a ella. Walt comienza a actuar de forma errática a partir de ese momento. ¿Fue una locura oponerse al sólido y racional estilo de Gus para manejar el negocio de la droga?
No, creo que se estaba perdiendo. Walt estuvo en un rincón, atrapado como una rata durante gran parte de la cuarta temporada y antes, en la tercera, comenzó a darse cuenta de su impotencia. Hubo un momento en el que realmente empezó a enloquecer; fuer por el episodio “Fly”. Para nosotros él estaba sufriendo de un estrés postraumático por su implicación indirecta en lo que le sucedió a su cuñado, Hank. Se enteró de que los primos de Tuco lo estaban buscando pero descubrieron que Hank también, y descubrió que fue Gus Fring quien entregó a su cuñado a los primos. En ese momento de impotencia, en ese momento de responsabilidad compartida y en ese momento cuando se dio cuenta de su culpabilidad, y que tendría que aguantar, con una sonrisa en el rostro, a este hombre tan peligroso que creyó tan racional. Después descubre que este hombre es tan racional que es casi un sociópata. “Mi cuñado está en peligro y todo el mundo son peones de este tío y estoy atrapado aquí, y tengo que sonreír y tragármelo todo”. Es la vieja línea del Padrino, “Ten cerca a tus amigos y aún más cerca a tus enemigos”. Tenemos ese episodio en el que está con Gus y le dice: “Básicamente ordenaste que mataran a mi cuñado, sé que lo hiciste, y quiero que sepas que no tengo problema alguno, yo habría hecho lo mismo”. Por supuesto que no estaba contento con ello, porque después se sube a su coche y casi choca contra un tráiler. Esa locura de la que hablas está enraizada en ese momento. Es una locura que se deriva del: “Estoy aquí atrapado. No me gusta sentirme atrapado. ¿Cómo rayos salgo de aquí? ¿Cómo diablos vivo con esta culpa?”

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Encontró una manera de vivir con ello desde entonces.
Sí, se siente orgulloso de haber matado a este capo tan poderoso. Es casi como los guerreros centroamericanos que matan a sus enemigos y les sacan el corazón todavía latiendo para comérselo y recibir su poder. Es de la vieja escuela en ese sentido. Me da la impresión que piensa que al matar a Gus Fring, se convierte en Gus Fring. No literalmente, al menos en un sentido figurado. Asumió su poder, asumió su manto de respeto. Por supuesto, lo que le ha molestado estos últimos sietes episodios es que Mike nunca lo vio así. Siempre lo vio como, “Contrólate, Walter. No eres tan grande. Matar a Jesse James no te convierte en Jesse James”. Era una auténtica carga para Walt que Mike nunca lo haya respetado.

En la serie se puede ver cierto grado de incompetencia por parte de los agentes de la DEA, como cuando Hank no puede oler lo que está pasando con Walter, cuando Hank es siempre tan vigilante en todos los aspectos de su vida. Y el resto del departamento ni sospechaba de Gus Fring. ¿Crees que eso refleja algo de verdad sobre la DEA en al vida real?
No, no. ¿esto es como la ilusión óptica de la copa y las dos caras? Yo veo la copa y tú ves dos caras. Pero puedes interpretarlo como quieras. Como yo lo veo, la DEA que aparece en el programa es razonablemente inteligente y trabajadora. Hacen muy bien su trabajo. Es sólo que Gus Fring es un villano muy inteligente, como un villano de James Bond. Y Walter White tiene este camuflaje perfecto con el que se puede esconder a plena vista, en las narices de su cuñado. En el mundo de Breaking Bad, Hank es el agente más inteligente de la DEA, pero tiene ese punto ciego con su cuñado.

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¿Cómo es eso posible?
Es ese comportamiento tan antiguo por el que juzgamos a las personas a través de la primera impresión que tenemos de ellas al conocerlas. Hank conoció a Walt hace muchos años, incluso más de una década, antes de que Walt decidiera convertirse en un capo de la droga. La opinión que Hank tiene sobre Walt está grabada a fuego. Hank ve a Walt como alguien dulce, alguien demasiado listo para su propio bienestar y una inocente palomita cuya esposa lo engaña. Hank piensa que comete muchos errores. Si se diera ese momento, le sería muy difícil aceptar la realidad sobre Walt. A medida en la DEA avanza las investigaciones, nos esforzamos mucho por establecer lo brillante era Gus. La partida de ajedrez que se está jugando y cuántos movimientos está pensando. Siempre regreso al Padrino. Gus Fring trabajó muy duro para mantener su actividad criminal escondida. No le pudo la codicia, siempre tuvo cuidado, siempre fue muy cauteloso. Fue una partida larga y complicada. Hizo varios amigos en la DEA y ademas donaba dinero a causa. Probablemente habría funcionado para siempre, si Walt no hubiera entrado en escena y hubiera arruinado todo.

¿Crees que hay criminales tan brillantes en la vida real? 
No lo creo. Trabajé en un programa sobre policía hace diez años y teníamos algunos agentes que asesoraban lo que hacíamos como consejeros técnicos. Recuerdo que le pregunté a un detective de homicidios de la policía de Los Ángeles,  “Has visto todas esas pelos y series en las que hay una mente maestra criminal que está siempre diez pasos delante de la policía. ¿Alguna vez te has topado con alguien así en la vida real?” Me dijo: “No ¡la mayoría son unos idiotas! Y gracias a Dios que lo sean, porque tenemos tanto trabajos y hay tantos malos allá afuera que si hubiera un genio criminal quizás no sabríamos que existe. Quizá nunca lo atraparíamos, porque nuestra carga de trabajo es tan grande y hay tantos crímenes por resolver. La mayoría de los criminales son unos mastuerzos."

Entonces, ¿crees que la guerra contra las drogas es efectiva? ¿Especialmente en la frontera con México?
Soy un poco agnóstico con ese tema. No sé si es la guerra es la mejor opción. Tampoco sé si legalizar ciertas drogas sea la forma. Pensaréis que tengo una opinión formada al respecto muy fuerte, pero me paso la vida pensando en un personaje y no en la política. Sé que hay muchos hombres y mujeres bien intencionados que intentan detener el flujo de drogas y sé que estos cárteles en México, por usar un ejemplo, son la causa de mucho dolor, sufrimiento y muerte. ¿La mejor opción es golpearlos más fuerte y seguir penalizando todo, o debemos sacarlos del mercado con la legalización? Quién sabe.

¿Alguna vez has probado el cristal?
No, en absoluto. Supongo yo sería un poco más de drogas relajantes, más que de las de subidón.

¿Cuál es tu droga favorita?
[Chica de relaciones públicas interrumpe"Abdullah, lo siento pero tenemos que terminar, Vince ya va retrasado con todo”.

Mierda.

@imyourkid

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