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Existe la posibilidad de que hayan bloqueado la red de celulares para evitar otra detonación en Boston

Durante los ataques al maratón, miles de personas no pudieron avisar a sus familiares de la situación.

El después (imagen vía Youtube / Boston Globe)

Todo cambió en cuestión de segundos. El lunes, los corredores llegaban a la meta del Maratón de Boston justo antes de las tres de la tarde. Los niños echaban porras desde los costados, y disfrutaban su jornada de asueto, por el Día del Patriota, que se celebra en Massachusetts. Los transeúntes se acercaban a las rejas para ver la carrera y los corredores hacían el último esfuerzo para terminar uno de los maratones más famosos del mundo.

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Entonces empezaron las explosiones.

Las columnas de humo de la primera y segunda explosiones. (Imagen vía Twitter / @Boston_to_a_T)

La primera explosión ocurrió a unos metros de la línea final y una segunda se escuchó diez segundos más tarde. Tres personas murieron y decenas resultaron heridas; las fotos dejaban ver extremidades amputadas. Momentos más tarde, cuando todavía se escuchaban los gritos de las víctimas y testigos aterrados, un sinnúmero de personas se quedaron sin señal.

Lo primero que viene a la mente es que la red estaba saturada por el número de personas que intentaba contactar a sus seres queridos. En un principio, la agencia de noticias Associated Press dijo que se trató de un esfuerzo coordinado por evitar un mayor número de detonaciones remotas, citando a un oficial del gobierno. Luego de que algunos cuestionaran la nota, AP dio marcha atrás a su reporte, y citó a oficiales de Verizon y Sprint quienes dijeron que no habían recibido ninguna petición para tirar su red, y también dijeron que los problemas en el servicio se debían a una sobrecarga del mismo.

(Derek Mead, de Motherboard, pudo enviar mensajes de texto a su hermana y su novio, quienes estaban muy cerca de la meta, justo después de las detonaciones, lo que sugiere que las redes nunca fueron desconectadas por completo. Aún así, desconectar una red telefónica para evitar más detonaciones remotas no sería algo sin precedentes: Es una estrategia común en Pakistán, donde las bombas estallan con regularidad. Y es posible que la policía de Boston utiliza equipo electrónico de interferencia, el cual es técnicamente ilegal).

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Por lo que sabemos, tres horas después de las explosiones está claro que las cosas podrían haber sido peores. Los federales dijeron que dos explosivos improvisados habían sido encontrados en basureros en la calle Boyston, el último tramo del maratón. Un par de horas más tarde, la policía encontró otro dispositivo y lo destruyó con una explosión controlada. Del otro lado de la ciudad, en la biblioteca JFK, se registro otro incidente. La policía de Boston cree que esto podría estar relacionado con las bombas en el maratón. A esto siguieron múltiples reportes de dispositivos regados por toda la ciudad.

ADVERTENCIA: El video anterior contiene material desgarrador de la primera explosión y sus consecuencias.

¿Las fallas en la red telefónica (por una sobrecarga o por decisión de alguien) evitaron que un número desconocido de bombas estallaran? Es imposible saberlo en este momento. Dos de las bombas parecen haber funcionado, aunque todavía no está claro quién las fabricó, cómo o si usaron detonadores remotos. Sin embargo, no es muy difícil fabricar un cronómetro barato que pudiera haber detonado las bombas. Al Qaeda vende su infame Casio F-91W a sus nuevos reclutas pues su fabricación cuesta menos de diez dólares y sirve como un gran temporizador para explosivos.

Sin embargo, el papel que la tecnología jugó en otros aspectos del rescate fue profundo. Como se ha vuelto costumbre con las noticias de último minuto, los reportes de las explosiones aparecieron primero en las redes sociales, y en los primeros minutos después de las explosiones, múltiples fotos terribles aparecieron en Twitter y Facebook, en las que se veía a decenas de personas en el suelo, la banqueta machada de sangre. Las amenazas de bomba se extendieron hasta la tarde.

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La policía trabajó rápido para derribar las barreras entre la pista y las víctimas. (Imagen via Twitter / @theoriginalwak)

Sin embargo, los problemas con la red dejaron a unos 30 mil maratonistas y a sus amigos y familiares sin poder comunicarse. Al poco tiempo la gente había hackeado el sistema de rastreo del maratón para ubicar a los corredores, mientras que Google activó su buscador de personas. Un grupo llamado Disaster Tech Labs, quienes comenzaron a operar tras el terremoto de 2010 en Haití, pidió al público en Boston que abrieran sus conexiones WiFi al público, parte del movimiento “WiFi gratis”.

Mientras tanto, otras ciudades aumentaron sus medidas de seguridad. En Nueva York, Times Square se llenó de patrullas, y el presidente levantó el teléfono para coordinar la respuesta.

Por ahora, parece que todo el mundo está en shock. Mientras el hospital hace su mejor esfuerzo por lidiar con las decenas de víctimas (la cifra más reciente es de tres muertos y al menos 176 heridos), la policía y los periodistas indagan para averiguar qué fue exactamente lo que sucedió.

Sabemos que fue una pesadilla vuelta realidad. El simbolismo de las explosiones el Día del Patriota en la meta final de uno de los eventos deportivos más grandes de Estados Unidos es muy similar a los ataques durante la Serie Mundial y el Super Bowl. Para aquellos que han vivido aterrados por el regreso del terrorismo a las costas estadunidenses, ese momento ha llegado. David Willey, editor de la revista Runner's World, lo expresó así en un tuit: "Llevo muchos años temiendo la posibilidad de este día".

@adamclarkestes