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Encuentran restos de víctimas con las que experimentó un doctor nazi

El investigador francés Raphael Toledano, quien ha investigado la historia nazi de la ciudad de Estrasburgo durante 10 años, ha encontrado los restos mortales de 80 judíos.
Imagen vía GettyImages.

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

Un investigador francés descubrió recientemente pedazos de tejidos humanos sin identificar en Estrasburgo, al este de Francia. Los restos pertenecían a 86 judíos aniquilados en las cámaras de gas y utilizados en expermientos dirigidos por el infame científico nazi August Hirt.

Durante más de diez años, el investigador Raphael Toledano ha investigado la historia nazi de la ciudad. Pero el 9 de julio, él y el director del instituto, Sebastien Raul, abrieron un armario que contenía frascos etiquetados con los restos de la piel, los intestinos y el estómago de las víctimas.

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"Las etiquetas identificaban cada pieza con precisión e identificaban el número de registro 107969. Es la misma cifra que le fue tatuada en el brazo a Menachem Taffel, una de las 86 víctimas, al llegar a Auschwitz", según informa AFP.

El descubrimiento fue localizado después de que Toledano encontrara una nota escrita en 1952 por Camille Simonin, el director de la escuela médica forense de la universidad de Estrasburgo. La carta detallaba el contenido almacenado en los frascos. Por lo visto, la intención de Simonin había sido la de utilizarlos como evidencia legal en un eventual juicio contra Hirt. Los restos estaban contenidos en un armario de cristal de la colección privada de la universidad, en una habitación cerrada. A Simonin se le encomendó la tarea de practicar las autopsias de las víctimas y determinar las causas de su muerte, según relata AFP.

Hirt exigió en su día que se construyera una cámara de gas en las que asesinar exclusivamente a los judíos con los que quería experimentar. Los más de 80 restos descubiertos en Estrasburgo habían sido llevados y entregados por el investigador anatómico de la cámara de gas de Auschwitz, después de que fueran asesinados en 1943.

Hirt se suicidó en 1944, después de que las tropas norteamericanas liberaran la ciudad francesa. Los restos de los cadáveres terminaron, finalmente, en un museo de la universidad, ahora convertida en una eminente facultad de Medicina. Lo curioso del caso es que nadie advirtió la muerte de Hirt después de su suicidio. Todo el mundo asumió que había huido y que estaba escondido en algún sitio. De manera que en 1952 Hirt fue juzgado por rebeldía en un tribunal francés. La nota en que se detallaba la existencia de tejidos humanos llegó a manos de un juez, pero parece que este nunca tomó ninguna medida al respecto.

"Descubrir que los frascos seguían allí y que los habíamos expuesto en un museo fue escalofriante", relató Toledano.

Associated Press contribuyó para este artículo.