Nos estamos poniendo viejos: 15 discos que cumplen 20 años

Hace 20 años algunos estábamos comiendo, cagando y llorando en el jardín. Otros, en el colegio, ya se adentrában en un universo musical variopinto lleno de joyitas que, con el pasar de los años, se convertirían en verdaderos himnos generacionales. Un año bisiesto. Uno que fue declarado como el Año Internacional para la Erradicación de la Pobreza por la Organización de las Naciones Unidas (¿Qué pasó ahí ONU?). Uno en el que Ernesto Samper fue absuelto por el congreso por los presuntos dineros que recibió del narcotráfico para su campaña, al tiempo que las FARC dejaba treinta muertos diarios en una de sus peores ofensivas. Uno en el que se estrenaron películas como Trainspotting, Tiempo de Matar, El Jorobado de Notre Dame y El Profesor Chiflado. Año de mucha combustión.

Hace pocas semanas nos dimos cuenta que Marbelle y su “Collar de perlas finas” cumplía dos décadas, y que pronto el Pies descalzos de Shakira estará también de aniversario. Después de eso, no hemos sido capaces de mirarnos al espejo sin fijarnos dramáticamente en esas patas de gallina que ya se asoman en las esquinas de los ojos o de buscar canas en nuestras ya no tan peludas cabelleras.

Estuvimos a punto de sentarnos en posición fetal a chillar por todo el tiempo desperdiciado, pero por suerte, nos dimos cuenta que 1996 fue un año que nos dejó grandes tesoros musicales. Un punto de inflexión en nuestra historia. Así que escogimos los 15 que nos marcaron y que indudablemente nos hacen sentir cómodamente ancianos.

Vamos.

El segundo disco de estudio de Marilyn Manson, parido un 8 de octubre, fue una de las más grandes revelaciones de la banda. Incluso, debido a su éxito, muchos lo consideran un disco debut de una trilogía que se complementaría con Mechanical Animals y Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death). Además de ocupar la posición número tres en la lista de Billboard 200 y ser disco de oro y platino en varios países, este contó con la participación de Trent Reznor como productor. Casi 78 minutos de furia y odios que sin duda nos volaron la puta cabeza.

Con este tercer álbum Shakira básicamente convenció a la audiencia, pues las ventas con sus discos anteriores no habían sido del todo definitivas. Con pies descalzos, que además le dio nombre a su Fundación, la barranquillera alcanzó reconocimientos de platino y diamante, y hasta se dice que logró vender más de cinco millones de copias. De aquí se desprenden temas como “Estoy aquí”, “¿Dónde estás corazón?” y “Pies descalzos, sueños blancos”, temitas que en 1996 terminaban por quedar en la memoria colectiva así hubiera quien tratara de ignorarlos. Aunque el disco se lanzó en Colombia a finales del 95, su importancia llegó en el 96 cuando fue lanzado en Latinoamérica y Estados Unidos, donde incluso hubo quienes la consideraron la Alanis Morrisete de este lado del hemisferio. Síguela: "Tu mordiste la manzana, renunciaste al paraíso…"

El sexto álbum de los estadounidenses es relevante en la medida en que fue uno de los trabajos más criticados. A partir de este muchos de sus fans los acusaron de venderse a la industria comercial, ya que junto con el disco también cambiaron de look, temáticas en las canciones y hasta logo. Además, carajo, venían de un Black Album realmente exitoso y eso, mucha de su fanaticada, jamás se lo perdonó. Los gigantes del metal perdieron muchos adeptos, aunque le llegaron a un público mucho más amplio. Fue el segundo disco producido por Bob Rock y sí, era lo que escuchaban los metachos wanna be del salón.

Esto era lo que ambientaba las primeras tomatas adolescentes. Las primeras borracheras de los más pirobos del salón, aquellos a los que hoy en día les importaría un culo lo que dijeran del bullyin. Para esos que querían ser cool pero igual les valía verga todo, este tercer disco de MxPx, era el soundtrack de sus días con temitas como “My Mom Still Cleans My Room”, “Destroyed by You”, “Chick Magnet”.

"Santeria", "Seed", "Jailhouse”, “Burritos”, “What I Got”, este no es solo el tercer disco de Sublime, es un cofre con un tesoro gigante que nos lanzó California. Un cajón lleno de joyitas, un descubrimiento que uno no se cansa de escuchar tres o cuatro veces seguidas. Un disco cargado de rock, reggae, ska punk y dub. Sin duda uno de los mejores de los estadounidenses en su carrera. ¿A quién no se le reventó el espíritu con este álbum?

Fue el segundo y último álbum de estudio de este grupo de hip-hop de EEUU. Con gran cantidad de samples y con una finísima instrumentación fueron un claro ejemplo del sonido alternativo que dominó la década del 90 dentro de esta escena. Fue producido por ellos mismos y por Jerry Duplessis, principalmente. El éxito comercial fue rotundo, ocupando el primer lugar en el Billboard 200 y siendo seis veces disco platino. Entre los samples que utilizaron extrajeron fragmentos de “Boadicea” de Enya. Al no contar con los respectivos créditos se preparaba una demanda en su contra, pero cuando Enya se dio cuenta que no eran un grupo de gangsta rappers, decidió no hacer nada.

Fue grabado por Epic Records y producido por Brendan O'Brien. Debutó como número 1 en el Billboard 200. El título del disco la banda lo tomó de la manera como Ronald Reagan llamaba a la Unión Soviética durante los años ochenta -época en la que la tensión por la guerra fría estaba al límite-, un nombre que para ellos era totalmente aplicable a EEUU. Adentro del disco, en el libro, una foto mostraba diferentes libros de filosofía y de política, incluyendo textos de Howard Zinn, de Marx o de William. Un clásico para revoltosos en formación.

En 1996 reinaban los tatuajes de salamandra, los collares de marrocos y símbolos de paz, las ombligueras, los chupitos y claro…las Spice Girls, un combito de nenas a las que les bastó con el primer sencillo de su álbum debut para pegar a nivel mundial y sí, estamos hablando de “Wanna be”, ese hit que sin duda se convirtió en himno generacional y luego en track incapable en las noches de karaoke. Esos casi tres minutos, se convirtieron en uno de los sencillos más importantes de la historia por parte de un grupo femenino, logrando más de seis millones de ventas.

De todos los anteriores, este fue sin duda uno de los discos que más nostalgia nos dio, porque con él vivimos una novela casi en tiempo real que empezó con una niñita de 16 años que se coronó como diosa de la techno carrilera y luego figura pública, viviendo entre polémicas, marihuana, desnudos y realities musicales. Collar de perlas finas es, indudablemente, una joyita de nuestra música popular de la cual no nos vamos a poder olvidar fácilmente.

En medio de todos estos bombazos mediáticos y comerciales que se quedaron pegados en nuestras cabezas, no podíamos dejar de hablar de este disco de Sepultura. El último que contó con la participación de su fundador Max Cavalera y en el cual se arriesgaron a incluir sonidos de la música popular brasilera sin dejar de lado su sonido pesado. El experimento de Roots también tiene la particularidad de contar con la complicidad de Jonathan Davis, vocalista de Korn, Mike Patton, vocalista de Faith No More y DJ Lethal de Limp Bizkit en el tema "Lookaway", y aquel monstruo de la percusión llamado Carlinhos Brown en varios temitas. Si lo tienen, desempólvenlo por favor y pónganlo a rodar.

Hace un par de décadas, los encargados de MTV tenían claro que Soda Stereo era LA BANDA latinoamericana que debía tener su propio Unplugged. Debido a que Cerati estaba cada día más obsesionado con la onda electrónica, el trío se resistió a tocar en un formato 100% acústico y los dueños del programa tuvieron que ceder, era Soda. Así fue que un 12 de marzo de 1996, la banda de rock más importante del continente se metió a los estudios de MTV en Miami para reversionar varios de sus grandes éxitos junto a Tweety González, Pedro, Diego y Ezequiel Fainguersch e Iain Baker. Un viaje hipnótico en donde participó la madre de nuestro rock Andrea Echeverri, se escuchó el punteo de “Cementerio Club” de Spinetta, hubo un guiño a Vox Dei -uno de los grupos fundacionales del rock argentino- y Cerati no escatimó en mostrar todas sus destrezas con la guitarra entre las manos. Ese mismo año se lanzaría al público con siete canciones grabadas en el Unplugged y otras cuatro que se habían quedado por fuera de ‘Sueño Stereo’ (1995). Se atrevieron a mutilar a esta obra maestra. Fue hasta el 2007 que fue publicado oficialmente con las 13 canciones que se tocaron ese día y el mundo descansó.

No hay un disco que defina mejor el sonido de Jamiroquai que ‘Traveling Without Moving’. Se lanzó desde agosto de 1996 hasta enero de 1997 por todo el globo y entró en los Records Guiness como el álbum de funk con mayores ventas en la historia. Su portada, en donde aparece el logo de la banda sobre una placa de Ferrari, se debió a la obsesión que Jay Kay había ido desarrollando a principios de los noventa por los carros deportivos y al mismo tiempo demostraba la velocidad y la invitación al movimiento que se siente a lo largo del disco. Entre éxitos como “Cosmic Girl”, “Alright” y “High Times”, la canción que más se destacó de este trabajo fue “Virtual Insanity”, uno de los primeros temas de Jamiroquai en llegar a Estados Unidos y por el que la banda ganó un Premio Grammy y cuatro Premios MTV.

‘Backstreet Boys’ fue el debut de una de las boybands más grandes que hayan pisado este planeta. Extrañamente, este disco nunca se lanzó en los Estados Unidos y fue pensado como una plataforma para que la banda la estallara a nivel internacional, iniciando su fenómeno en países como Alemania, Suiza y Austria. También contó con la participación de Max Martin, el sueco detrás de los éxitos de Katy Perry, Pink, Britney Spears y Maroon 5, por nombrar algunos.

A diferencia de otros artistas que se dejaron atraer por el boom de los Unplugged de MTV en los noventa, Fito decidió hacer su disco en vivo en su país, apartado del canal musical del momento. Todas las canciones que están incluídas en el álbum fueron grabados en vivo en el estudio Alberto Olmedo de Telefe en Buenos Aires a excepción de “Tres Agujas” y “Del ‘63” que se grabaron en el estudio El Pie. También fue el estreno de tres temas inéditos: “Dar es dar”, “Cadáver exquisito” y “Tus regalos deberían de llegar”, que con los años se convertirían en clásicos del repertorio del argentino. En total contó con la participación de 10 músicos en tarima, incluyendo a Fito Páez.

Esta compilación de 1996 contiene ese sonido crudo y de garaje que coronó a Nirvana como los patriarcas del grunge e incluye grabaciones en vivo que datan de 1989 hasta 1994. Fue el segundo álbum de la banda publicado después del suicidio de Kurt Cobain y el mismo Krist Novoselic se encargó de elegir las grabaciones que hacen parte del compilado. El título es una referencia al Río Wiskah en Aberdeen, Washington a donde Cobain iba de niño a refugiarse del mundo debajo del puente que quedaba ahí.

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