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el barrio antiguo

Belden: Cuando política y mafia se encuentran

¿Cómo resolver el caso de un político asesinado tras ir con su psicóloga y a un motel?

El Barrio Antiguo es un periódico semanal que se fundó en mayo de 2013 para servir al Barrio Antiguo y sus alrededores en Monterrey, Nuevo Leon. Fundado por el periodista y colaborador de VICE México, Diego Enrique Osorno, El Barrio Antiguo se une como una publicación colaboradora de esta página. Cada martes compartimos con nuestros lectores una nota publicada originalmente en El Barrio Antiguo.

Viernes 7 de Septiembre de 2012. El alcalde del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, Mauricio Fernández Garza, encabeza una de las últimas sesiones de su cabildo. De pronto se pone de pie y abandona su lugar para atender una llamada telefónica en su oficina. A las 12:30PM, por falta de quórum, el secretario de ayuntamiento pide un receso. Pocos minutos después el alcalde vuelve y da una improvisada conferencia de prensa.

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La noche anterior tres jóvenes fueron levantados por un comando de la mafia frente a la Plaza Fátima. Entre ellos se encontraba un sobrino de Mauricio Fernández y otro de Fernando Canales Clariond, ex gobernador de Nuevo León. Según la versión de Mauricio, liberaron a dos de ellos poco después del levantón. El tercero, David Villarreal, ex supervisor de alcoholes en Monterrey, fue encontrado en el río Santa Catarina. Murió de un tiro a la cabeza.

Los medios, intrigados por este hecho, comienzan a hacer preguntas respecto al caso, cuestionando la seguridad del municipio más rico de Latinoamérica. Mauricio declara algunas cosas más y suelta una de sus bombas. Da a conocer un caso del que las autoridades policiacas no están enteradas:

—Lo que me acabo de dar cuenta ahorita, y me da mucha lástima, es que acaban de secuestrar a Hernán Belden en Santa Catarina —espeta ante los medios atónitos que empiezan a acribillarlo con nuevas preguntas.

Menos de una hora después de que el secuestro del ex legislador del Partido Acción Nacional (PAN) ocurriera, Mauricio ya tiene conocimiento del hecho. Según su versión, Belden hablaba por teléfono con un conocido cuando de pronto gritó que lo estaban secuestrando. La noticia corre como reguero de pólvora entre los integrantes de la cúpula panista sampetrina. Una vez más, Mauricio se ha adelantado a la autoridad, como lo hizo durante su toma de protesta en el caso del asesinato de “El Negro” Saldaña en 2009.

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DE LA PSICÓLOGA AL MOTEL

Ese mismo viernes, a las 9:55AM, el ex diputado panista Hernán Belden llega en su camioneta Land Rover color verde oscuro a la clínica San Francisco en la colonia Doctores del municipio de Monterrey. Atiende a una cita con su psicóloga de cabecera durante poco más de media hora. Minutos después de las 10:30AM, Belden sale del consultorio y sube a su camioneta, enfila por Morones Prieto y se dirige directamente al motel El Pedregal, ubicado en la avenida Manuel J. Clouthier.

El motel está en una zona poco transitada en los límites de los municipios de Monterrey y San Pedro. Belden recorre los casi 20 minutos de trayecto hasta él. Llega al discreto recinto de encuentros clandestinos, paga 350 pesos por una habitación y se dirige directamente hacia la que le fue asignada. Se estaciona con cuidado y sube hasta el pequeño cuarto, el último que visitará. La habitación es sencilla. Unas pesadas cortinas tapan las entradas de luz y la oscuridad se puede modular mediante una pequeña perilla. Hay una cama tamaño queen size y dos espejos apuntando hacia ella en el centro. El escaso mobiliario es de colores fuertes. Una televisión de pantalla plana cuelga de la pared. Belden espera alrededor de 20 minutos hasta que, por alguna razón desconocida, decide salir de nuevo. Según las investigaciones oficiales realizadas por la policía no se encontró con nadie más el motel.

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Aquellos 20 minutos fueron sus últimos en libertad. Inmediatamente después de salir de la habitación, el ex diputado panista es secuestrado por un comando de por lo menos cuatro camionetas con hombres armados a bordo. Belden es llevado por la avenida Morones Prieto en una caravana de varios vehículos: dos trocas blancas van enfrente y detrás de la Land Rover, configurando una escolta mortal. Corren rumbo al noreste; abandonarán San Pedro y pasarán por Santa Catarina.

Son las 12:10PM. La escolta enfila hacia el Parque Ecológico La Huasteca, donde Belden vivirá sus últimos momentos. Casi al mismo tiempo y con sólo unos minutos de diferencia, Mauricio Fernández declara a los medios de comunicación locales la noticia del secuestro. Las circunstancias de su muerte serán precisadas mucho después del plagio.

El 7 de octubre del 2012, el procurador de justicia Adrián de la Garza presentó los primeros avances de la investigación. La Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL) realizó una pormenorizada recreación de los últimos movimientos de Belden antes de ser privado de la libertad y, posteriormente, la vida. Las atentas y casi omniscientes miradas de las cámaras de seguridad y tránsito que registraron los últimos movimientos del político y empresario fueron de gran ayuda.

Hasta la fecha, más de un año después del asesinato, aún no hay avances concluyentes ni sospechosos.

UN POLÍTICO DE FAMILIA ACOMODADA

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Hernán Belden era el típico regiomontano que toda su vida formó parte de la clase alta del municipio de San Pedro. Nació el 11 de Junio de 1967 y estudió la carrera de ingeniero industrial y de sistemas en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Se manejaba con soltura y utilizaba pocos movimientos corporales. Lo caracterizaban una voz grave pero clara y un indeleble acento norteño.

Su cabello casi siempre estaba desaliñado; parecía que los rizos color café oscuro nunca estaban de acuerdo con el paso de un peine, por lo que se conformaban sólo con un poco de gel. La frente amplia terminaba en unos ojos color claro, a simple vista sinceros. Tenía una nariz delgada al principio y ancha al final que daba la impresión de ser una pera extremadamente alargada en su parte superior. Gesticulaba poco y tenía fama de ser uno de los diputados más apuestos de su legislatura.

Hernán tenía 45 años. Su esposa era María de la Garza, sus hijos David y María; juntos formaban una familia sampetrina acomodada. Sus padres fueron Carlos Belden Albo y Margarita Elizondo, también empresarios residentes del mismo municipio. Hernán Belden fue director general de Industrias Gesta, ubicadas en Santa Catarina, desde 1997. Además tuvo una larga carrera dentro de la Cámara de la Industria de la Transformación (CAINTRA) y algunas filiales de la misma. Del 2000 al 2003 presidió la Sección de Industria del Plástico; del 2006 al 2008 fue presidente de la Comisión Pymes; además desempeñó el cargo de vicepresidente del consejo directivo de CAINTRA del 2007 al 2009; en 2012 todavía era presidente de Pymes en Santa Catarina. Belden llegó a la diputación local por mayoría relativa en el distrito 18 con el PAN.

Al igual que Mauricio Fernández y otros tantos empresarios acaudalados que han brincado a la política sampetrina, Belden decía no necesitar el dinero de su trabajo como funcionario. Aunque se podría pensar que por venir de una familia acomodada Hernán Belden nunca tuvo líos económicos, según un artículo publicado el 19 de septiembre por el periodista Hugo Gutiérrez en Reporte Índigo, Belden también tuvo problemas en materia financiera. En el 2009, Betsy Wang, una mujer de negocios de origen chino, presentó una denuncia pública en la que acusaba a Belden de no pagarle una cifra superior a 70 mil dólares. Además se decía que Gesta S.A. de C.V., su empresa, no tenía los suficientes fondos para cubrir los adeudos.

Al momento de su secuestro y muerte, Hernán Belden sólo tenía 12 días de haber dejado el cargo de diputado. Pero este no era el primer caso de plagio en la familia Belden. El 18 de Agosto de 2010, un familiar cercano, Lorenzo Belden González, fue privado de su libertad cuando se encontraba en su negocio de venta de autos —Auto Spot—, ubicado en la calle Hidalgo, entre Degollado y 20 de noviembre, en el centro de Monterrey. Los secuestradores pidieron un rescate de 250 mil pesos. Aun cuando se efectuó el pago, Lorenzo permaneció en custodia. Ocho días después del secuestro, un operativo conjunto entre la Agencia Estatal de Investigaciones y la Marina Armada de México rescató a Lorenzo Belden.

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