"Le dije a mi ex que era virgen":
 ¿Cuál es la peor mentira que has dicho?
Ilustración por Polly Williams.

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"Le dije a mi ex que era virgen": ¿Cuál es la peor mentira que has dicho?

"Al final uno tiene que hacer lo que tiene que hacer en la vida, y esa amenaza de muerte era más real que nada".

Creo firmemente que para poder sobrevivir en la sociedad actual hay que usar con algún tipo de frecuencia "pequeñas" mentiras. A ver, no digo que tengas que mentir sobre exactamente cada cosa que haces, pero hay mentiras blancas —como mi mamá las llamaba— que nos sacan de situaciones cotidianas incómodas y logran que nuestros días sean más amenos y productivos. "Sí, ya lavé las sábanas", "Claro, esa película está buena": frases sin importancia para salir de conversaciones incómodas. Como decirle a tu mejor amigo que esa playera de Metallica que tiene puesta está poca madre cuando en realidad no tanto. ¿Acaso necesitamos más playeras de Metallica en el mundo? Este tipo de mentiras no le hacen daño real a nadie, no son un delito y te liberan de situaciones que de otra manera podrían volverse incómodas.

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Pero hay mentiras que no tienen ninguna buena intención y sólo se usan para engañar a alguien y sacar algún tipo de beneficio. Son mentiras egoístas que, si se descubren, terminan dañando relaciones laborales, amistosas, o sentimentales. En ocasiones es difícil diferenciar entre una mentirilla blanca y una construcción malévola con el fin de confundir y chacalear. Para saber qué tan grandes son las mentiras que se dicen diariamente en el mundo y así poder seguir con el curso de la vida, le preguntamos a algunas personas cuál es la mentira más grande que han dicho.

LE DIJE A MI EX QUE ERA VIRGEN

Para esa época tenía como 17 años y me gustaba decir que era virgen, ya que todas mis amigas lo eran y a mí me daba pena no serlo. Me gustaba mucho un güey, y hubo un día que me confesó que era virgen. Entonces yo tenía que seguir con la mentira de que nunca había tenido sexo. Él estaba muy emocionado por nuestra primera vez, bien enamorado, pero yo estaba muy preocupada porque cuando cogiéramos se iba a dar cuenta que no era virgen y a esa edad, eso era algo muy importante.

Estuvo detrás de mí un año, diciéndome que quería perder la virginidad conmigo, que nadie más le atraía y que quería que su primera vez fuera muy especial. Me dijo que así los dos nos íbamos a recordar por el resto de nuestras vidas. Me citó en su casa para que cogiéramos. Armó una cena y todo bien romántico. Ya cuando lo hicimos, en medio acto se sintió la incomodidad porque obviamente no sangré. Entonces tuvimos que parar y le inventé que de chiquita me había caído de una bicicleta y que por el impacto empecé a sangrar y bueno, rompí mi himen. Ni siquiera pudo terminar. Cortamos a los dos meses, imagino que debido a eso. —Claudia, 26 años.

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INVENTÉ QUE TENÍA CÁNCER EN LA PIEL PARA PEDIR DINERO Y PAGAR UNA DEUDA

Primero convencí a uno de mis amigos de invertir en un negocio del cual me habían hablado maravillas, sobre todo en cuanto a las ganancias. Mi amigo le habló a un conocido de él, que supuestamente podía conseguir "dinero fácil" para invertir; era una especie de prestamista. Obviamente siempre sospeché del origen de esta lana, pero bueno. Invertimos la lana y al principio todo iba bien, pero en unas semanas las personas que llevaban el negocio desaparecieron y se llevaron todo el dinero. Una gran estafa.

Obviamente, mi amigo estaba muy emputado y me exigió pagarle ese dinero ya que fue gracias a mí que lo perdió. Me demoré algunos meses en pagarle, ya que en aquel momento yo no tenía esa cantidad de dinero. Entonces amenazó con matarme si no le pagaba todo lo que invirtió. Él conocía a gente mala y sabía que la amenaza era cierta.

Entonces tuve que ingeniármelas para encontrar el dinero antes de que me dejaran como a un colador de pasta. La opción final fue mentirle a mi jefe de esa época y decirle que me habían diagnosticado un cáncer en la piel, y que si no me operaba rápidamente, podía morirme. Fue muy dramática la situación, tuve que llorar muchísimo y decirle a un amigo doctor que inventara notas médicas para dárselas a mi jefe. Hasta le puse un deadline a mi jefe para prestarme el dinero ya que tenía que pagar los doctores y el quirófano. Al final uno tiene que hacer lo que tiene que hacer en la vida, y esa amenaza de muerte era más real que nada. —Anónimo, 23 años.

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FINGÍ TENER VARICELA MAQUILLÁNDOME LA CARA CON UN TUTORIAL DE YOUTUBE

En el 2015 unos amigos me invitaron a viajar por varias ciudades. Obviamente me emocioné y quería hacer todo lo posible para ir, pero en esa época trabajaba en un instituto de idiomas y no podía pedir días libres para viajar a menos que vinieran directamente de mis vacaciones.

Dije lo que todo el mundo dice en el trabajo para poder faltar: que estaba enferma. Mi jefa de ese momento era muy intensa y por una simple gripe no me iba a dejar faltar a la oficina. Siempre he sido muy buena maquillándome. Incluso cuando tenemos algún evento o fiesta a la que asistir, mis amigas vienen a mi casa para que yo las maquille. Decidí buscar un tutorial de Youtube para maquillarme como si estuviese enferma, algo como varicela que pudiese justificar mi ausencia de la oficina por tanto tiempo.

Recuerdo que el tutorial te pedía usar papel sanitario, y que la piel te quedara rosada: como un color costra. Ya luego que terminé de maquillarme, esperé al otro día para decirle a mi jefa que estaba enferma, que tenía la cara llena de varicela y que eso se contagiaba. Le envié una foto y me dijo "Paula, no vengas, te ves muy terrible y es mejor que descanses, así no puedes trabajar". Mi jefa se lo creyó totalmente y estuve dos semanas de viaje, recuerdo que me escribía todos los días diciéndome, "¿cómo estás Paula? Recuerda tomarte las medicinas". No me arrepiento, fueron de las mejores vacaciones que recuerde. —Paula, 28 años.

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LE DIJE A UN LIGUE DE TINDER QUE ME IBA DE VACACIONES DOS MESES PARA ASÍ TRONAR CON MI NOVIA Y PODER SALIR CON ELLA

Hace tiempo quería cortar con mi novia y decidí abrir Tinder para "empezar a ver candidatas". Hice match con algunas, pero realmente solo me gustó una y pasó directamente a mis contactos de whatsapp. Hablábamos un chingo y me empezó a gustar bastante, pero apenas llegaba el fin de semana le dejaba de hablar porque iba a estar con mi novia. La situación aguantó hasta que me dijo que nos teníamos que ver, que ya era hora, y entonces no me quedó otra más que inventar un viaje de dos meses para así poder tronar con mi novia y salir con ella.

Le dije que me iba por dos meses porque pensé que ese iba a ser el tiempo que me iba a tardar tronando con mi novia, que se calmara, y que así pudiese salir con otra persona sin que se viera culero. Obviamente mi ligue de Tinder me descubrió. Por una amiga en común que teníamos, se enteró que tenía novia y que todo había sido mentira. Me bloqueó de whatsapp, y cuando la traté de agregar a Facebook no me aceptó. Hoy en día mejoró mi relación y sigo con mi novia. —Antonio, 30 años.

MENTÍ EN TODO MI CURRÍCULUM Y OBTUVE EL TRABAJO

Sé que algunas personas mienten en algún porcentaje de su CV, unos más y otros menos. Por eso normalmente en algunas empresas te hacen cierto tipo de pruebas para ver si en realidad sabes hacer lo que dice tu currículum. Era un empleo para ser copywriter, y yo la verdad nunca había hecho absolutamente nada que tuviese que ver con eso, pero siempre he tenido buena ortografía y la verdad es que necesitaba chamba. Le dije a un amigo diseñador que hiciera una buena plantilla para mi currículum, y le agregamos varios trabajos en empresas que obviamente nunca trabajé, pero en las que conocía a alguien con un puesto chido; y los colocaba como mis referencias por si acaso. En la entrevista me hicieron pocas preguntas, y por suerte le caí bien a la persona de recursos humanos. Me dijeron que se iban a poner en contacto conmigo y bueno, pensé que no me iban a llamar. A la semana me llamaron para pedirme unos ejercicios, los cuales me parecieron fáciles pero de igual manera le pedí consejos a una amiga que llevaba trabajando muchos años como copywriter. Me aconsejó unas cosas, y los envié. Un día después, me llegó un mail con la oferta de trabajo. No lo podía creer, había engañado a una empresa reconocida de la manera más tonta posible. Sentí que fue como una gran lección que les di, ya que por nada más poner que tenía un título universitario y experiencia en otras empresas, fue que apreciaron mi trabajo. Si no hubiese tenido todos esos "logros", jamás me hubiesen dado la oportunidad. Hoy en día estoy en otra empresa, pero eso me enseñó mucho acerca del mundo laboral actual. —Ricardo, 30 años.

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