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La nueva película de Kevin Spacey vendió menos de 20 entradas el día de su estreno

Sólo recaudó 126 dólares en todo Estados Unidos.
Drew Schwartz
Brooklyn, US
LC
traducido por Laura Castro
Captura de pantalla vía YouTube.

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Hollywood prácticamente ha puesto en la lista negra a Kevin Spacey a la luz de las múltiples acusaciones de agresión sexual en su contra: su agencia de talentos dejó de representarlo, lo sacaron de House of Cards y editaron su participación en All the Money in the World luego de que estallara el escándalo. Durante el fin de semana, los cinéfilos le enviaron a Spacey un mensaje muy claro, haciéndole saber que, incluso si de alguna manera es un actor talentoso, ya no verán nada de lo que él haga.

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Billionaire Boys Club, la primera película de Spacey desde que surgieron las acusaciones contra él, recaudó apenas 126 dólares la noche de su estreno, de acuerdo con The Hollywood Reporter. El precio promedio de un boleto de cine es de poco menos de 10 dólares, lo que significa que menos de 20 personas en todo el país fueron a ver la película el día de su estreno el viernes.

Incluso si tomamos en cuenta el fin de semana completo, las ganancias de la película fueron asombrosamente bajas: según THR, recaudó alrededor de 618 dólares en total entre los 11 cines de todo el país donde la exhibieron, lo que significa que sólo un promedio de seis personas estuvo presente en cada una de las desoladas salas de cine. Para tener un poco de perspectiva, hay que considerar que Baby Driver, la última película de Spacey en estrenarse antes de ser acusado de comportamiento sexual inadecuado, recaudó 5.7 millones de dólares tan solo en la noche de su estreno.

Spacey interpreta a un pez gordo de Beverly Hills en Billionaire Boys Club, la cual protagonizan Ansel Elgort y Taron Egerton en el papel de dos jóvenes inversores que administran una operación con el esquema Ponzi en los años 80. En junio, la distribuidora Vertical Media anunció que "no era fácil ni insensible" de su parte haber tomado la decisión de lanzar la película a pesar de las acusaciones contra Spacey, y se justificaron diciendo, básicamente, que los demás actores no tenían por qué pagar las consecuencias de su presunta conducta inapropiada.

"Esperamos que estas angustiantes acusaciones relacionadas con el comportamiento de una sola persona, que no se conocían públicamente cuando la película se rodó hace casi dos años y medio y que pesan sobre alguien que tiene un papel pequeño y sólo de apoyo en Billionaire Boys Club, no empañen el lanzamiento de la película", declaró Vertical en un comunicado. "Al final, esperamos que el público tome su propia decisión con respecto a las reprochables acusaciones del pasado de esa única persona, pero sin que eso sea a expensas de todo el elenco y el equipo que participa en esta película".

Obviamente, el público tomó su propia decisión aquí, y respondió a una pregunta que las personas en Vertical deben haberse hecho durante meses —¿debemos estrenar una película donde actúe alguien acusado de ser un depredador sexual serial?—con un rotundo "no". Si Vertical insistiera en estrenar Billionaire Boys Club, el distribuidor probablemente tendría que limitarse a poner la película en cartelera, como lo hizo el mes pasado. Pero no hay forma de que esta estancia en cartelera logre recaudar los 15 millones de dólares que se supone costó la película.

Sigue a Drew Schwartz en Twitter.