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Mundial 2018

Mi foto con Gareth

Adolfo Zableh recuerda su foto del mundial de Alemania 2006 con el actual director técnico de la selección inglesa.
El exfutbolista Gareth Southgate (izquierda) que jugó para equipos como Aston Villa y Crystal Palace, y Adolfo Zableh (derecha). Foto: Adolfo Zableh.

Artículo publicado por VICE Colombia.

Lo que más me gusta de esta foto es que no he salado al hombre que me acompaña en ella. Se llama Gareth Southgate, por si acaso, y hoy tiene metido a Inglaterra en semifinales de un mundial después de 28 años. Pasa que equipo al que le hago fuerza, lo elimino. Al comienzo de este mundial dije que el campeón no salía de Alemania o Brasil, y ya sabemos cómo les fue; luego escribí que lo mejor que podría pasarle al fútbol era que Uruguay volviera a ser campeón mundial. Resultado: tras cuatro victorias consecutivas, cayó sin discusión frente a Francia en cuartos.

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Tengo claro cuándo fue tomada esta foto: primero de julio de 2006 en Gelsenkirchen, antes del Inglaterra — Portugal de cuartos de final (victoria de los lusos en la tanda de penales). Era mi primer mundial y todo me conmovía, en especial si era exótico. Mientras el mundo iba detrás de Zidane y Ronaldo, yo buscaba lo no tan popular, que al francés y al brasileño los vemos hasta en la sopa. Así, me tomé fotos con Christophe Dugarry, discreto delantero galo que se las arregló para ser campeón de Eurocopa, mundial y jugar en el Barcelona; Robert Prosinecki, volante que supo ser campeón de Europa con el Estrella Roja y jugar tres mundiales, uno con Yugoslavia y dos con Croacia, y con Guy Roux, legendario entrenador que estuvo cuarenta y cuatro años al frente del Auxerre, todo un récord. También tengo una foto con Frank Leboeuf, otro que pasó por buenos equipos y ganó títulos, pero del que casi nadie puede decir que lo tiene como ídolo. Lo bueno de fijarse en ese tipo de personajes es que, al no estar tan acosados por prensa y fanáticos, son más abiertos.

Pasa que de tanto ver fútbol, puedo reconocer casi a cualquier jugador, así no sea una superestrella. El otro día en el Luzhniki la gente se le fue encima a Ryan Gigs, ignorando por completo al personaje que estaba a su lado. ¿Quién era? Mikael Silvestre, excompañero del galés en el Manchester United. Unos días después, antes del Colombia – Polonia en Kazán, Rudi García entró como Pedro por su casa por la sala de prensa del estadio sin que nadie se percatara de que se trataba del entrenador del Lille y la Roma, hoy en el Olympique de Marsella subcampeón de Copa UEFA. No me tomé foto con ninguno de los dos porque, aunque con los años he mantenido mi capacidad de sorprenderme, ya me da pena acercármeles a pedirles el favor.

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Pero no era así hace doce años, así que dentro de ese museo de los fenómenos que armé en Alemania estaba también Gareth Southgate. Como defensa y volante jugó para Aston Villa y Crystal Palace, y fue seleccionado para jugar con Inglaterra en dos Eurocopas y el mundial de Francia 98. Se retiró al final de la temporada 2005-2006 en el Middlesbrough, club con el que perdió la final de la Copa UEFA de ese año contra el Sevilla, así que cubrir el mundial de 2006 fue lo primero que hizo como exfutbolista.

Recuerdo que ese primero de julio fue el primer día de calor real en Alemania, que antes nos había dado temperaturas más bien templadas con un par de días fríos. Lo vi a lo lejos, en la explanada que conducía al estadio, y me le fui detrás. Iba rápido, rumbo a la tribuna de prensa para cubrir el partido, así que aceleré el paso y lo cogí antes de la puerta de ingreso. Le dije “Gareth”, como si quien le hablara fuera un amigo. Volteó, hablamos tres bobadas de Inglaterra y del Boro y le pedí la foto. En esa ocasión fue amable, el mundo no estaba encima suyo. Hoy podrá seguir siendo un tipo afable, pero tomarse una foto con él por estos días es imposible, no porque sea ídolo en el país que inventó el fútbol (la venta de chalecos como los que utiliza en cada partido se ha disparado), sino porque el equipo está acuartelado con el único fin de ganar la copa.

Luego del juego de octavos de final contra Colombia, Southgate se acercó a consolar a Mateus Uribe por haber desperdiciado su cobro desde los doce pasos en la tanda de penales. Él mismo había pasado por lo mismo cuando en 1996 le tocó errar el suyo en la semifinal de la Euro 96 contra Alemania en Wembley. Ese día lo consoló Stuart Pearce, que había atravesado por la misma situación en las semis de Italia 90, también contra Alemania. En esta cadena de errores y apoyo, le tocará a Uribe darle su voz de aliento a quien en el futuro le ocurra lo mismo. Por otro lado, a Stuart Pearce me lo crucé antes del Francia – Dinamarca de primera fase; tampoco le pedí foto.

Idos Alemania, Uruguay y Brasil, me gustaría una final Bélgica – Inglaterra con triunfo para los belgas. No solo porque me gusta más cómo juegan, sino porque iba por ellos en 1986 y 1990. Argentina los sacó en el mundial de México, Inglaterra hizo lo mismo cuatro años después, así que tener campeón inédito con revancha incluida no suena a tan mala idea. Aunque debo confesar que al desempolvar esta foto me ha hecho desear que Inglaterra gane, básicamente por dos razones: Southgate siempre me ha parecido un buen tipo, sencillo y trabajador más que excesivamente talentoso, pero también porque me daría el caché de tener una foto con el técnico campeón del mundo, que no es poco. Suerte para él y su equipo; teniendo mi apoyo y mis deseos, la van a necesitar.