"Me decepcioné y fue la primera vez que me sentí adulto": ¿Cómo te enteraste que no existían los reyes magos?
Todas las fotos por Santiago Arau.

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dia de reyes

"Me decepcioné y fue la primera vez que me sentí adulto": ¿Cómo te enteraste que no existían los reyes magos?

Mi papá sin piedad me dijo: "Los reyes no existen pero toma 200 dólares, cómprate lo que quieras que vamos a ir a Texas".

El día de reyes es la segunda oportunidad a la felicidad que no tenemos en la vida adulta, un nuevo comienzo cuando ya la tristeza post navideña nos invade, cuando entendemos que faltan 365 amargos días para volver a sonreír en la mañana de la navidad. Las mieles que caen en nuestros hogares al sentarnos debajo del árbol de navidad y ver cómo todos nuestros sueños tienen forma de juguetitos, pequeños tesoros, vuelven a derramarse una vez más cada 6 de enero.

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La calidad de la adrenalina que invadía mi cuerpo cada día de reyes o navidad no la he encontrado aún en mis 28 años. Aún recuerdo con melancolía el muñeco de Mega Man X que me trajeron los reyes, ya que pasé unos días triste porque pensé que Santa Claus no lo había visto en mi carta. Por suerte, ese tiempo extra que no tuvo México en el mundial pasado, yo sí lo tuve y fue una lluvia de felicidad tan hermosa que sigo recordándola cada vez que el calendario de mi teléfono marca el 6 de enero.

Todo lo bueno tiene que terminar. Gracias a un primo bien necio, una mañana en casa de nuestros abuelos mientras yo veía Power Rangers en el sillón gris que usaba mi abuelo para dormir luego de almorzar, me enteré que las cartas de Santa Claus no las leía un señor con ropas rojas en el Polo Norte. Las leían mis padres cuando me quedaba dormido y hacían las compras de mis regalos por Amazon. Frío y triste. Por día de reyes, hablamos con algunas personas sobre cómo se enteraron que no existían y también platicamos sobre los regalos más chingones y culeros que recibieron cada 6 de enero.

VICE: ¿Qué fue lo más chingón que te regalaron los reyes?
Marian: Lo más verga que me regalaron fue un viaje a Disney, siempre lo recuerdo. Me gusta mucho Mickey Mouse. ¿Y lo peor?
Una laptop de esas "Genio 2000". Nunca las entendí.

¿Cómo te enteraste que no existían los reyes?
Mi papá sin piedad me dijo: "Los reyes no existen pero toma 200 dólares, cómprate lo que quieras que vamos a ir a Texas". Así sin alma me lo dijo, y bueno, dije "200 dólares son 200 dólares", quizás por eso le exijo tanto a los hombres. Soy una niña mimada de papá.

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VICE: ¿Qué nunca te regalaron los reyes?
Sylvia: Una mamada que se llamaba "Magic Nails" o algo así. Lo pedía cada año y nunca llegaba, luego mis padres me dijeron que era porque se agotaba en chinga porque casi todas las niñas lo pedían, jaja´.

¿Qué fue lo mejor que llegó un día de reyes?
Un scooter, sin dudas. También me gustó mucho la trilogía en VHS de Star Wars, así de vieja soy. ¿Cómo supiste la triste realidad de que eran tus padres quienes te daban los regalos?
En unas vacaciones en Estados Unidos me dijeron, pero de igual forma pedí las Magic Nails. No me las pudieron regalar igual, no es mi culpa.

VICE: ¿Qué fue lo más vergas que te regalaron los reyes?
Cinthia: A pesar de que los reyes llegaron una semana después, lo más chingón fueron unos tennis con luces en los talones y una Barbie de Sabrina la bruja adolescente que tenía una trenza atada a un imán. También en una ocasión me regalaron un poco de dinero.

¿Cuándo te enteraste que los reyes no existían?
Siempre lo supe ya que mis papás no hacían el intento de mantener el secreto, siempre les valió si me enteraba o no. Al final, gracias a la tele, supe desde muy niña que los reyes magos eran los padres. ¿Gracias a la tele?
Sí, cuando veía algún episodio de una pelíucula o serie en el que los padres tenían conflictos al esconder los regalos de sus hijos antes del día de reyes. Muy frío.
Sí.

VICE: Dime lo más culero que te dieron los reyes
Álvaro: Lo más culero que me regalaron los reyes fue ropa; de niño es lo que menos llama la atención, se siente más como un castigo, como si te regalaran carbón en Navidad.

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Sí, yo pensaba exactamente igual. ¿Y lo mejor que te regalaron?
Lo mejor que recibí fueron unos muñecos de G.I. Joe que mi hermano y yo habíamos visto en un catálogo de Estados Unidos. Seguramente le costaron un ojo de la cara a mis papás, pero su recompensa fue vernos las caras de felicidad.

VICE: ¿Cómo te enteraste que los G.I Joe no los compraron los reyes, sino que fueron tus papás?
Laura: Me enteré que no existían Santa Claus ni los Reyes Magos en quinto de primaria; ese año mis padres me lo confesaron, a pesar de que yo ya lo sabía pero seguía con el engaño.

Dime cuál fue el peor regalo que dejaron los reyes en tu sala
Lo peor fue cuando me trajeron una bicicleta rosa, cuando yo había pedido el lamborghini eléctrico de Barbie. Nunca usé la bicicleta, sigue arrumbada y vieja en la casa de mis abuelos.

¿Recuerdas cómo te enteraste que no habían reyes magos?
Me enteré que los reyes eran mis papás porque mi compañera de cuarto grado de primaria, Ana Nuñez (Anita), era testigo de Jehová y sus padres no fingían ser los reyes. Entonces ella sabía la verdad y se encargó de arruinarnos la fantasía a todos en el grupo.

VICE: ¿Qué fue lo menos divertido que te regalaron los reyes?
Elvira: Lo más ojete fueron unas pantuflas azules de la verga (al menos esa vez me dieron un perrito de peluche también); nunca me trajeron un Furby.

¿Y lo más divertido?
Lo más verga creo que fue una pistola Nerf con forma de escorpión.

¿Cómo te enteraste que no existían?
Creo que siempre supe que no existían, al menos no recuerdo haberme sorprendido o sentido decepción por saber que eran mis papás.

VICE: ¿Qué fue lo mejor que llevaron los reyes a tu casa?
Daniel: Siempre fui fan de los autos, y de reyes me llegó un auto real, pero tamaño "de niño". Era blanco, con stickers azules y de dos puertas. Recuerdo que pasé semanas manejando el auto por el jardín de nuestra casa. ¿Quién te dijo que los reyes magos no existían?
Nadie. La noche antes del día de reyes me levanté de mi cama a tomar agua, eran como las dos o tres de la madrugada. Cuando llegué a la cocina, vi como mi papá estaba dejando los regalos debajo del arbolito. Ahí entendí todo y me fui muy triste a mi cama, me decepcioné y fue la primera vez que me sentí adulto. Lo siento. ¿Y el peor regalo?
No hubo alguno, mis papás siempre se lucieron en navidad o día de reyes. Lo más triste de enterarme fue saber que nunca más iba a tener esos regalos. Puedes seguir a Diego en Instagram.