Un hombre fue detenido en Sevilla por crear viagra "artesanal"

Sabíamos que el viagra está de moda, que cada vez la consume más gente, gente más joven, incluso para salir de fiesta. Que ya no es un medicamento para gente vieja con problemas de erección, que han caído muchos mitos entorno a los poderes milagrosos de la pastillita azul. Pero alguien lo supo ver hace tiempo y hacer de esta moda todo un negocio. La Guardia Civil española detuvo a un visionario ciudadano de Sevilla (32 años de edad y de iniciales J.A.L.C.) que había montado un laboratorio artesanal de viagra y productos contra la obesidad.

La realidad supera a la ficción, casi siempre. Igual que Walter White le da a la metanfetamina en Breaking Bad, este hombre había bajado unos tutoriales de internet y se estaba forrando a base de poner miembros bien duros y prolongar las noches de sexo a compradores de España y Portugal, que eran los países donde vendía su (ilegal, que quede claro) producto. Todo lo había montado él, incluidas las máquinas, un verdadero ejemplo de cultura DIY. Su método de venta era a través de internet, en foros donde anunciaba —con distintos nombres— su producto.

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La Guardia Civil llevaba tras los pasos de este "cocinero" desde el pasado mes de abril, cuando se paró algo más de un kilo de una sustancia llamada sibutramina en el aeropuerto de Lieja. Con la sibutramina, entre otras cosas, se puede hacer viagra. Siguiendo el rastro del envío, las autoridades llegaron a la guarida del detenido y comprobaron que le había estado dando trabajo al servicio de correo. Había mandado 800 paquetes —siempre envíos urgentes— durante los últimos tres años a sus clientes nacionales y de Portugal. Mientras que él recibía sustancias químicas. Un verdadero ajetreo.

Estamos deseando que aparezcan fotos de su laboratorio. Por el momento, solo tenemos la descripción de la Guardia Civil que leemos en esta noticia y que habla de un arsenal para la fabricación de químicos con balanzas de precisión, probetas, envasadoras, tamizadores… nos imaginamos algo así como el laboratorio de El jovencito Frankestein, pero en sucio, como si llevaran sin limpiar un buen tiempo. Porque hablan de condiciones de salubridad muy deficientes.

Lo serio de todo esto es la cantidad de medicamentos (y no nos referimos sólo a drogas) ilegales que se compran por internet y que son cocinados por tipos como este Walter White sevillano, que pueden levantar miembros, pero también dar algún que otro sustito.