Baños de petróleo en Azerbaiyán

Aunque a la mayoría de nosotros nos resulta asqueroso tener petróleo crudo en el cuerpo, existe una ciudad en Azerbaiyán que ha hecho su fortuna al sumergir a los turistas en dicha sustancia. Probablemente hayas escuchado de esta práctica, ya que los medios occidentales a menudo hablan de ella en artículos que van desde la burla explícita hasta un tono levemente juguetón.

Esta ciudad spa es Naftalan, cuyos promotores hacen un guiño hacia Marco Polo y usan un antiguo mito sobre un camello sarnoso que fue curado luego que le untaran agua con crudo para alegar una apreciación milenaria por las propiedades curativas de su preciado crudo. Los medios del país son la principal fuente de enseñanza sobre los beneficios antiinflamatorios, antibióticos y antiartríticos del crudo (la Agencia de Protección Ambiental de EU considera que su principal ingrediente, la naftalina, es un "cancerígeno potencial"). Estos argumentos datan de finales del siglo 19, cuando un empresario alemán quien, frustrado con la nula capacidad del crudo de Naftalan de quemarse fácilmente, empezó a venderlo como ungüento. Los soviéticos retomaron esta idea como una forma de impulsar la economía local y en los años 80 unas 75 mil personas visitaban anualmente los spas de crudo de Naftalan impulsados por una iniciativa gubernamental de viajes gratuitos a la región. Sin embargo la URSS detuvo este programa en 1991 tras una terrible guerra entre Azerbaiyán y su vecina Armenia. Los hedonistas desaparecieron y los hoteles se llenaron de refugiados.

El siguiente régimen opresivo azerí fue bastante similar al anterior. Heydar Aliyev, quien fuera líder de Azerbaiyán en la época soviética, retomó el control del país desde 1993 hasta su muerte en 2003, cuando su hijo, Ilham, fue "electo" presidente. El joven Aliyev compartía la esperanza de su predecesor de que el atractivo único de Naftalan —su crudo curador de males— pudiera traer un poco de diversidad a su economía dependiente de la energía. Los spas y sanatorios han sido renovados y expandidos como parte de un esfuerzo para atraer a más visitantes internacionales. Con cada nuevo proyecto el presidente Aliyev corta debidamente el listón frente a la prensa. Hay videos que lo muestran viendo tinas llenas de crudo café oscuro en cuartos lujosos con una cara que definitivamente no sonríe para las cámaras. Ah, Naftalan.