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Drogas

Hazle un favor al mundo y lleva a tus niños al museo de drogas en CDMX

Porque las drogas y sus políticas tienen efectos en toda la sociedad, no solo en quienes las consumen.
Ilustración por Mauricio Santos Miranda.

Artículo publicado por VICE México

Para entender nuestra relación con las drogas no basta con entender sus efectos psicoactivos. Las drogas son mucho más que dulces para el cerebro y sus efectos sociales van mucho más allá del “viajarse”: crimen organizado, corrupción, lavado de dinero, muertes, desapariciones, pero también arte, música, movimientos sociales y un sentido de comunidad.

Visibilizar las maneras en que nos relacionamos con las drogas desde una perspectiva artística es lo que busca el Museo de la Política de Drogas, una exposición itinerante y de entrada gratuita que estará en Ciudad de México por tres días: el 4, 5 y 6 de mayo, en la céntrica colonia Juárez (Lucerna 32).

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El Museum of Drug Policy abrió sus puertas por primera vez en Nueva York en 2016, de manera paralela a la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (UNGASS). Desde su origen el proyecto ha sido respaldado por Open Society Fundations, una organización internacional que otorga fondos a asociaciones civiles de todo el mundo para promover la participación ciudadana en los gobiernos, y se ha replicado en Montreal y Londres. La edición mexicana coincide con la marcha anual del Día internacional por la liberación de la marihuana, el 5 de mayo.

Detalle de una de las esculturas de la serie “Armas de sensibilidad”, de Álvaro Cuevas. Foto: cortesía del Museo de Política de Drogas, edición CDMX.

Uno de los objetivos del museo es cerrar la brecha entre la política y la sociedad, en un lenguaje asequible para todos y con temas relevantes para el público local. Considerando que México pasa por el momento más violento en su historia reciente, con cientos de miles de homicidios dolosos en diez años y más de 20,000 personas desaparecidas, esta edición del museo abordará la historia de la participación de fuerzas armadas mexicanas en política de drogas, la influencia de Estados Unidos en la guerra contra ellas, la búsqueda de personas desaparecidas, la reducción de daños, el activismo cannábico en México y las consecuencias de las políticas prohibicionistas de drogas.

El programa de actividades incluye charlas con activistas, defensores de derechos humanos, familiares de personas desaparecidas y especialistas en política de drogas como Zara Snapp, autora de Diccionario de drogas (Ediciones B, 2015).

También tendrá actividades para quienes quieran conocer el mundo de las drogas sin sentarse a escuchar conferencias: sesiones literarias, performances, apariciones del peluche Lugo —el protagonista de una serie en YouTube enfocada a la reducción de daños en el consumo de drogas, legales e ilegales— y obras de arte como las esculturas hechas de armas de fuego decomisadas al crimen organizado del artista mexicano Álvaro Cuevas o los instrumentos musicales del mismo material del también mexicano Pedro Reyes.

En todos los casos el eje es uno mismo: exponer los daños causados por las sustancias y las políticas prohibicionistas, así como los posibles beneficios de una cultura de drogas enfocada a la construcción de la paz, parafraseando a Fany Pineda y Andrés Hirsch, miembros del comité organizador y de ReverdeSer Colectivo —una asociación civil en contra del prohibicionismo en la política de drogas—, con quienes conversamos una semana antes de la inauguración. “El chiste es […] que se hable de estos temas, que las personas vengan a informarse, que traigan a sus hijos”, apuntó Andrés.