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Identidad

Cómo es levantar una bandera del Orgullo en el Mundial de Rusia

Di Cunningham, cofundadora de un grupo para fans del futbol LGBTQ, espera levantar el estandarte de Three Lions Pride en todos los partidos de Inglaterra en el país notoriamente homofóbico.
Todas las fotos cortesía de Di Cunning / Three Lions Pride

Cuando Di Cunningham llevó su bandera arcoíris a Rusia, no estaba segura de lo que sucedería.

Cunningham es la presidenta de Pride in Football, una alianza de grupos de fans del futbol LGBTQ en todo Reino Unido, y cofundadora de Three Lions Pride, un grupo de seguidores LGBTQ de Inglaterra.

Este año, Cunningham viajó a Rusia con otros cuatro miembros de Three Lions Pride para apoyar a Inglaterra en su lucha por un lugar en la final de la Copa del Mundo de la FIFA. Pero también tenían otra misión: levantar su estandarte del arcoíris en los partidos para representar a los fans LGBTQ en todas partes.

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Rusia es notoriamente hostil a la gente queer. Aunque la homosexualidad fue despenalizada en 1993, su ley de propaganda contra homosexuales de 2013 se ha utilizado para atacar a los activistas LGBTQ. Según informes, en 2017 la república rusa de Chechenia supuestamente estableció campos de concentración para detener y torturar a hombres homosexuales.

Cuando comenzó el Mundial la semana pasada, un hincha francés y su compañero fueron golpeados en San Petersburgo. El activista por los derechos LGBT Peter Thatchell también fue detenido por protestar contra la falta de compromiso de Vladimir Putin en Chechenia, cerca de la Plaza Roja de Moscú. (Más tarde fue liberado).

Los asesores anti discriminación de la FIFA, la Red de Futbol Contra el Racismo en Europa (FARE, por sus siglas en inglés), incluso advirtieron a los fans LGBTQ que visitan Rusia que no participen en protestas políticas y que eviten muestras públicas de afecto.

Cunningham se sentía nerviosa por tomar la bandera de los Three Lions Pride en el primer partido de Inglaterra. El estandarte es una versión arcoíris de la insignia Three Lions asociada con el equipo, y ha sido respaldada por la Asociación de Futbol de Inglaterra.

"Hablamos con funcionarios de la FIFA a primera hora del día, y nos aclararon que estaba bien llevarla", dijo Cunningham. "Querían que estuviera desplegada, querían que hubiera una señal de inclusión LGBT+ en la Copa del Mundo".

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Hubo algunos "intercambios de miradas" cuando revisaron el bolso de Cunningham antes de entrar al estadio en Volgogrado. El encargado de revisar el equipaje "parecía realmente consternado", dijo Cunningham.

"Obviamente los han instruido a ser amables, y él sintió que tenía que averiguar que ocurriría con la bandera", explicó Cunningham. "Fue muy educado y dijo que hablaría con su supervisor".

La bandera en el estadio

Después de una espera nerviosa de 15 a 20 minutos, el grupo fue admitido con una gran sonrisa y las palabras: "Por favor, entren, no pasa nada".

Una vez en el estadio, colgaron el estandarte e inmediatamente recibieron el apoyo de otros fans de Inglaterra. "La gente venía y decía, 'Bien hecho', y algunos decían 'Gracias', lo cual fue increíble. Fue espectacular, hubo abrazos y otros gestos de apoyo".

La bandera del arcoíris incluso apareció en una fotografía publicada por la cuenta oficial de @England Twitter. La gente en Rusia también ha respondido bien a la bandera, dice Cunningham.

Después de que apareciera en la televisión rusa como parte de la transmisión de futbol, la recepcionista de su hotel la detuvo cuando estaba saliendo. "Alzó la mano en el aire como si estuviera sosteniendo una bandera y la agitaba de un lado a otro", dice Cunningham. "¡Tenía esta gran sonrisa en su rostro, y me extendió la mano para estrecharla!"

Este sábado, Cunningham y el grupo Three Lions Pride viajarán con su estandarte a Nizhny Novgorod para el segundo partido de clasificación de Inglaterra. Además, planean seguir ondeando la bandera del arcoíris en todos los partidos a los que asisten, y ya están planeando un viaje a Qatar para la Copa del Mundo 2022.

Al igual que Rusia, Qatar también ha sido criticado por sus políticas homofóbicas. La homosexualidad es ilegal en la próxima nación anfitriona, y se castiga con penas de entre uno y tres años de prisión.

"Simplemente pensamos: 'Tenemos que ir a estos países'", dice Cunningham. "Si [la FIFA] nos confiere algún tipo de seguridad, algún tipo de estabilidad, a través de la organización del torneo, entonces debemos aprovechar eso y asegurarnos de que la visibilidad y el mensaje den la vuelta al mundo y lleguen también a los países anfitriones".