Adiós, H.R. Giger, creador de Alien

Hans Rudolf Giger, el creador del monstruo de Alien, murió ayer a causa de las lesiones que sufrió tras una caída por las escaleras. Recuperamos esta entrevista publicada originalmente por VICE en diciembre de 2009. 

Independientemente del número de galerías y museos en los que esté expuesto su trabajo, HR Giger pasará a la historia como aquel suizo rarito detrás de la película Alien. Durante los años 70, Giger sacó un libro llamado Necronomicon, que lo consagró como el mejor artista fantástico de todos los tiempos. A Salvador Dalí le gustaba tanto su trabajo que lo invitó a visitar España y además le robó la novia. En los 80, Giger se metió en el mundo del cine y consiguió un Oscar por su trabajo en Alien, pero después de un par de colaboraciones cinematográficas terribles en los 90, desapareció para casi todo el mundo excepto para góticos y metaleros que sueñan con tatuarse sus ilustraciones.

Ahora tiene 69 años. Repudiado por feministas y los contrarios a la obscenidad, Giger, el que una vez fue el rey de la oscuridad y la persona que Ridley Scott confesó tener miedo de conocer, no da más miedo que un simple vecino gruñón. Lleva Crocs. Pasa el tiempo en su jardín, le grita al gato y abre una botella de alcohol cuando le da la gana. Su esposa Carmen vive al lado. Ginger dio un puñetazo a la pared para hacer un agujero y así unir las dos residencias. La parte de Giger está pintada de negro del suelo hasta el techo. Giger reparte su tiempo entre un castillo en los Alpes y su casa en Zurich donde tiene un tren que va alrededor del jardín y traspasa la cocina.

Cuando dibuja, todavía le gusta dibujar figuras de aliens extraños que matan a señoras viejas. Se va a dormir a las 5 de la mañana y se despierta al mediodía. La noche antes de la entrevista, Giger se había pasado con la cantidad de comida para la cena.

VICE: ¿Qué tal el fondue de anoche?
HR Giger: Demasiado pesado. Después de comer siempre me digo, “Oh Dios, ¿por qué comí tanto?” Pero me gusta mucho.

¿A qué dedicas tu tiempo hoy en día?
¿Sabes que no pinto desde los 90? Estoy más tranquilo. Me gusta ver la tele. Me gusta The Wire, y Los Soprano es muy buena

Ayer conocimos a tu colega Walter Wegmüller, quien ayudó a Timothy Leary cuando se dio a la fuga. Nos habló de los “años locos” de Suiza en los 70. ¿Cómo fue esa época?
Ay, los años locos. Cuando Timothy Leary estaba en Suiza, esperaba conseguir asilo para poder quedarse y así no ir a prisión en América. Estuve recogiendo firmas para él. Mi padre era farmacéutico, ¿sabes? “¿Qué haces con ese tipo?”, me preguntó. Era divertido. Timothy Leary era un hombre muy majo. No lo conocí en Suiza, sino más tarde en Los Ángeles cuando escribió un par de artículos para mis libros. Eran buenos y él era una persona buena.

¿Intercambiaban ideas?
Oh no. ¿Qué puedo decir? Él era un hombre muy inteligente que sabía mucho sobre muchas cosas y yo, bueno, sólo soy un artista.

¿Alguna vez tomaron LSD juntos?
No puedo hablar de eso si estás grabando. El LSD sigue siendo prohibido, así que no es bueno hablar de esas cosas.

Has dicho que gran parte de la inspiración para crear arte te viene de los sueños, y más concretamente de las pesadillas.
La gente está muy interesada en saber cómo son mis sueños. La inspiración me viene más de la literatura. He leído muchas cosas que me han inspirado. Beckett fue una gran inspiración para mí, especialmente su teatro. Hice un dibujo en homenaje a Samuel Beckett [Homage to S. Beckett I,II,III]. Es uno de los pocos dibujos a color que he hecho.

¿Qué otros escritores te inspiran?
Especialmente los escritores de crímenes. Empecé con Edgar Wallace y continué con toda clase de escritores occidentales.

¿Tu trabajo es mucho más oscuro que el de Beckett o Wallace?
Sí, más oscuro. Tiene que ver Chur, el lugar en el que crecí; en parte por la guerra. Nací en 1940 así que podría sentir en el ambiente cuando mis padres tenían miedo. Las lámparas que teníamos en casa eran de un color azul oscuro para que los aviones no nos bombardearan. Suiza y Alemania están cerca. Los objetivos no siempre estaban bien definidos. Podía sentir el miedo. Más tarde descubrí los libros de brujería y H.P. Lovecraft y gente del estilo. Diría que mi mayor inspiración viene de los libros, pero también de los sueños.

¿Puedes de alguna forma controlar los sueños y manipular tu entorno desde ellos?
Sí, a veces ocurre y recuerdo cuando estoy en un sueño. O tengo la sensación de estar fuera de mi cuerpo. Me pasaba hace mucho, unos diez o incluso veinte años, pero no muy a menudo. Quizá cuatro o cinco veces, pero fue fuerte.

¿Tuviste miedo?
No, no me asusté. Era, bueno, me sorprendió mucho. Me asustaría tener un sueño en que no pudiera respirar. O si soñara que estoy atrapado en una tumba o algo así. Eso da miedo. Pero posteriormente realicé la serie de pinturas sobre pasajes [Passage I-XXX] y tuvieron un efecto casi balsámico, fueron un alivio. Después de pintar los pasajes dejé de tener pesadillas. Me ayudó mucho.

¿Te ocurre a menudo?
No, pero hice lo correcto, porque en aquel entonces los sueños sobre pasajes dominaban mi obra. Era lo que hacía para sentirme mejor.

Háblame sobre el sueño que inspiró Necronomicon, el libro a partir del que Ridley Scott creó Alien.
Hace referencia a H.P. Lovecraft. En la década de 1970, leía mucho a Lovecraft.

¿Y el personaje de Alien?
Pues todo viene del mismo lugar. Ya había creado Necronom IV y V, esos monstruos con cabezas alargadas, que fueron los que vio Ridley Scott. Los expuse en una galería de París. Jodorowsky y Scott visitaron la galería. Tiempo después, recibí una invitación para trabajar en unas películas. Primero fue Jodorowsky para trabajar en Dune, y luego Scott, para Alien.

¿Qué pasó con Dune?
No llegué a hacer nada. Me lo pidieron dos veces, primero con Jodorowsky y luego con Ridley Scott, pero la hija de Dino de Laurentis tenía los derechos de Dune y se los cedió a David Lynch. Y David Lynch no estaba muy contento conmigo.

¿Por qué?
Decía que le había robado las ideas, que le había robado a su criatura. Yo le dije que me gustaba su criatura de Eraserhead. Yo siempre había hablado bien de él, pero él era un poco raro y estaba celoso porque yo había conseguido exponer mi obra en una galería de Nueva York y él no. Estaba resentido. Pero a mí me cae bien.

¿Hay alguna película de Lynch por la que sientas especial predilección?
Sí, toda la serie de Twin Peaks. Era fabulosa. Y, cómo no, todo empezó con Eraserhead. Todas las películas que ha hecho son fantásticas.

¿Cuánta capacidad de decisión tenías en la producción de Alien?
Bueno, Ridley Scott dirigía y yo tenía poco que decir. Ridley Scott sabía exactamente lo que quería. Me gustó que hubiera aceptado mi libro, y se lo enseñaba a todo su equipo como si fuera la biblia. Les decía, tienen que hacerlo exactamente así. Eso me gustó mucho. Es un gran tipo.

Esbozos preliminares de Giger para el Batimóvil.

Después de Alien, hubo algunos proyectos que no tuvieron tan buena aceptación, como Poltergeist II y El condón asesino. ¿Por qué decidiste trabajar en ellos?
Después de Alien, las cosas no fueron tan bien con las películas porque no me involucré lo suficiente. No quería estar en otro país. Ya había pasado varios meses en los estudios Shepperton trabajando en Alien y tenía ganas de volver a casa. Cuando llegó el momento de trabajar en estos otros proyectos, solo pasé unos cuantos días en el país por cada producción. Cuando las películas se estrenaron, finalmente, pensé, “Mierda”. Pero ya no podía cambiarlo, no había tiempo. Me di cuenta de que no era buena forma de trabajar. Cuando trabajas en una película, tienes que estar ahí continuamente, observando lo que hacen porque si no, harán lo que quieran. En el cine, todo el mundo quiere aportar sus ideas y hacer las cosas a su manera. Es terrible. Me deprimí mucho cuando lo vi.

¿Qué película te ha deprimido más?
Todas. Solo me gustó Alien. Con el resto de las cosas tampoco estoy muy contento.

Después de trabajar tantos años en Hollywood, ¿eres increíblemente rico?
Oh, qué va. De hecho soy pobre. Tuve que vender varios cuadros para pagar el castillo. Fue una mierda. Tuve que vender algunos que me gustaban mucho, que eran piezas importantes.

¿Cuándo compraste el castillo?
Hice una exposición en Gruyères en 1990 y me enamoré del lugar. Me enteré de que querían vender el castillo así que acudí a la subasta. Fue difícil porque yo en realidad no soy rico, ¿sabes? Saqué el dinero de muchos lugares diferentes. Siempre estaba buscando algo, un sitio para mis cuadros y esculturas y creo que un castillo es el lugar adecuado para mí, ¿no?

¿El castillo está terminado o todavía está en proceso?
Más o menos está terminado, pero no está del todo bien. Quiero decir que todo se ha hecho con un presupuesto muy bajo. Siempre podría hacerlo mejor, pero lo que estoy haciendo ahora es hacer exposiciones por diferentes países para publicitar el castillo. Y para averiguar dónde están mis cuadros.

¿Qué pasó con tus cuadros?
Se vendieron algunos y no sé a quién ni dónde, algunos también fueron robados. Es horrible.

¿Los robaron en tu casa?
Algunos sí. Y también mientras viajaban a alguna exposición. Mierda. Los dos cuadros para el disco Brain Salad Surgery de Emerson, Lake and Palmer, fueron robados.

¿Qué puedes hacer en una situación así?
Nada. Intenté hacer algo. Ofrecí una recompensa de 10.000 francos si alguien me daba información sobre ellos, pero no sé dónde están. Me encabrona mucho. Los pinté en 1973 e incluso el grupo vino a verlos a Suiza.

Si fueras rico, ¿qué te gustaría hacer con el castillo?
Me gustaría recomprar algunos de mis cuadros. También había una idea de montar un tren que diera vueltas por el castillo, pero es algo demasiado loco. Es una gran idea, pero cuesta demasiado hacer un tren y puede ser que nunca pudiera pagarlo. Sería muy divertido tenerlo, pero todavía tengo que pagar el castillo. Todavía debo dos millones al banco por el castillo y eso es mucho.

El castillo recibe muchas visitas de jóvenes amantes del rock y góticos. Parece que lo ven como un templo de la oscuridad. ¿Te piden cosas raras?
Oh, sí. Viene mucha gente rara a ver mi obra a Gruyères. Está muy bien. La gente del pueblo reconoce inmediatamente a mis fans. Siempre van vestidos de negro. Me piden casarse aquí, hacerse fotos, ese tipo de cosas.

¿Crees que alguno habrá cogido en el castillo?
Bueno, es muy posible. No lo sé. No controlamos tanto lo que hacen

Aparte de arte, ¿coleccionas alguna cosa más?
Tengo armas. Nunca me gusta estar desarmado, me hacen sentir protegido. Me gustan las armas, siempre tuve armas, desde que era un niño.

¿Cuál es tu arma favorita?
Tengo un pequeña revólver de 5mm del calibre 22. Fue con el que Li (la primera mujer de Giger) se suicidó. Es muy pequeño. Tengo tres revólveres antiguos más. Tienes que llenarlos de pólvora, es divertido.

¿Recomendarías a los artistas que intentaran entrar en la industria del cine?
Desde luego que no. Es muy duro trabajar para el cine, nunca tienes tiempo de terminar bien las cosas. Las películas te vuelven loco. Una vez quise trabajar en la industria cinematográfica de Suiza, era para la película Species. Fue un gran error.

¿Por qué fue tan mal?
La gente del equipo no quería trabajar ni el sábado ni el domingo. Se enfadaron conmigo porque quería que trabajaran hasta tarde. El cine es algo maravilloso, ves las cosas que se hacen hoy en día y son increíbles, pero trabajar haciendo películas te vuelve completamente loco.