La empresa que clona mascotas después de la muerte
Anthony, el perro clonado.

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Futuro de la tecnología

La empresa que clona mascotas después de la muerte

BIOCAN es una organización que se dedica a la asistencia y logística para la clonación de animales de compañía.

Este artículo apareció en el número del Futuro de la tecnología de la revista VICE. Puedes leerla completa aquí.

En Los seres queridos, una de sus novelas menos célebres —aunque cáustica y mordaz como todas las suyas— Evelyn Waugh retrató a la acomodada sociedad estadounidense de la mitad del siglo XX. Allí exploró los resortes tanto de la necrofilia sentimental como del esnobismo de clase, que redundan en una concepción particular de la muerte, sobre todo la de las pequeñas especies, siempre tan caras a nuestros corazones. Con en esta novela Waugh se inmiscuyó en el mundo de los ritos funerarios para mascotas.

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Hoy en día, fuera de la ficción, los perros y los gatos pueden ser clonados por una empresa argentina pagando un estipendio que oscila entre los 65 y los 100 mil dólares.

BIOCAN es una organización que se dedica a la asistencia y logística para la clonación de mascotas, y es la única representante autorizada en América Latina de SOOAM BIOTECH, un laboratorio de Corea del Sur creado por Hwang Woo-Suk, que se mantiene a la vanguardia en el rubro de la clonación de pequeñas especies. Hwang se hizo famoso en 2005, cuando anunció la clonación de Snuppy, el primer perro clonado a partir de células adultas mediante la transferencia nuclear de células somáticas. También se hizo famoso por haber falsificado datos de su investigación, publicados más tarde por la revista Science, sobre la obtención de embriones humanos en el laboratorio; un caso turbio y más bien extraño por el que renunció a su puesto como investigador en la Universidad de Seúl y fue condenado a dos años de prisión, aunque más tarde la pena fue suspendida.

En sus inicios, la tecnología de punta siempre es económicamente prohibitiva para el público en general. Es hasta ahora que la ingeniería genética escurre algo de sus mieles a particulares millonarios, sin necesidad de tratarse de casos médicos o veterinarios. En diciembre del año pasado, el perro clonado Anthony, proveniente de Corea del Sur, desembarcó para llegar a casa de sus dueños en Buenos Aires, que habían perdido a su mascota y no se resignaban a su ausencia.

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Para entender mejor el proceso de clonación, entrevisté a Daniel Arturo Jacoby, director y dueño de BIOCAN y representante para Latinoamérica de SOOAM BIOTECH, en una pizzería de la avenida Corrientes en Buenos Aires.

¿Soñará Anthony con ovejas clonadas?

VICE: ¿Hace cuanto tiempo tienes la empresa?
Daniel Jacoby: Todo comenzó en octubre de 2016.Siempre me interesó el tema de la clonación. Había empezado a estudiarlo de forma autodidacta, pero no había profundizado en el tema. Así que me puse estudiar, vi que en México se hizo algo similar alguna vez; dialogué con biólogos y veterinarios, gente muy influyente y me emocioné con la idea. Fue todo muy rápido. Ahora en diciembre, el caso de Anthony se volvió un fenómeno mundial.

Entonces tu interés en el tema es reciente…
Mi interés nace desde 2005 con la clonación de Snuppy. Luego de Dolly, donde falló la técnica de clonación y había mucha suspicacia, porque la oveja tuvo un envejecimiento prematuro. Con los perros, o mejor dicho con los canes, como yo prefiero llamarles, decidí juntarme con la gente de SOOAM BIOTECH y efectuamos un contrato Yo hice el anteproyecto, luego formé el proyecto y lo llevé a Corea del Sur: vamos, venimos, charlamos, me invitan a Corea, voy, vamos a los laboratorios, me invitan al laboratorio, conozco al dueño, me quedo casi 15 días y vuelvo con un contrato. No hay ningún otro laboratorio en el mundo que haga esto, y yo tengo la exclusividad para toda Latinoamérica.

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Un poco de iniciativa y otro poco de suerte, ¿no?
La suerte no existe. Para mi existe la causalidad pero no la casualidad. Todo esto se desarrolló con consciencia, con un método de trabajo que fuimos librando y llevando hacia adelante, paso a paso. Imagínate, estamos hablando de Corea del Sur, una potencia. No te invitan así como así. Fue un trabajo dedicado que tuvo su exitosa coronación con Anthony.

Una idea pionera, sobre todo viniendo desde Argentina.
Fue una idea pionera y seguirá siéndolo porque en esta parte del continente es algo muy poco conocido, suena a película de Spielberg, a ciencia ficción del tipo Jurassic Park, eso de que al tomar la muestra de un pedazo de piel se replique un animal. Esto es más o menos lo mismo.

¿No tuviste problemas con las leyes argentinas al ofrecer el servicio de clonación de mascotas?
Ninguna ley argentina prohíbe la clonación; no existe ninguna prohibición como tal, aunque en algunos lugares no esté bien visto. Se clona en Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, China e incluso en México. Además, no los clonamos aquí, todo se hizo en Corea.

¿Por qué sólo en Corea?
Porque son los únicos que desarrollaron la tecnología necesaria para hacerlo. No es lo mismo clonar a un caballo que a una vaca, o cualquier animal mamífero. El perro tiene una especificidad, como la receta de la Coca-cola. Puedes tener millones de bebidas parecidas, pero ninguna con el sabor de la original porque es una fórmula secreta. Ellos tienen el método, algo que los demás no tienen. Incluso un laboratorio de San Francisco no pudo clonar ni un solo perro, y mira que se trata de una potencia. Acá se han clonado con éxito caballos, ovejas, vacas y hasta chitas.

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Lo tuyo está enfocado en las mascotas…
BIOCAN se especializa en lo perros y próximamente gatos. Es más, te anticipo que dentro de poco tiempo vamos a estar clonando gatos. BIOCAN se encarga de toda la logística para que las células del animal lleguen en buen estado a Corea: la muestra epitelial, toda la información para la familia clonadora respecto al estado del embrión en el útero, etc., Así pueden estar al tanto de un proceso que dura ocho meses. Esto genera ansiedad en la gente, por eso muchas veces los invitamos a Corea para que puedan asistir al nacimiento de su mascota querida.

"Hay mucha gente que no puede superar la muerte de estas mascotas y por ello deciden volverlas a tener de alguna manera".

Daniel es un hombre entrado en los cincuenta. Viste una camisa roja desabotonada en el pecho que parece de seda, donde refulge una medalla pagana y un pequeño cuarzo. Su corte de pelo es moderno y sus facciones son dulces, casi bonachonas. Bien visto parece uno de los integrantes de Vilma, Palma y los Vampiros retirado, justamente, el que no se drogó. A estas alturas la labor de BIOCAN se dibuja como la de un intermediario y una suerte de consejero emocional.

¿Podrías describirme cómo es el proceso desde que se toma la muestra epitelial hasta que se lleva al laboratorio?
Primero se toma la muestra epitelial, que se saca de dos partes. Puede ser del abdomen, para que no sea una cirugía invasiva, o del muslo.

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¿Se saca del animal muerto?
Si está vivo obviamente no hay problema porque es anestesia local. Si está muerto se puede complicar si no se hace a tiempo: 72 horas luego de haber muerto, cómo máximo. Luego de ese lapso existe cierta dificultad para lograr la reproducción celular. Una vez que se trae la muestra epitelial la llevamos a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y se forman 24 viales que contienen una gran cantidad de células cada uno. Algunos de esos viales se quedan en la facultad y otros van para Corea. Esto se hace con la finalidad de preservar una cantidad de células vivas significativas en caso de que falle la clonación.

¿El útero sustituto tiene que ser de la misma raza del animal?
No. De hecho en Corea tenemos un banco de hembras donantes de óvulos no fecundados y otro sector de hembras que prestan su útero.

El año pasado hubo una suerte de boom de la clonación de mascotas
caninas…
La relación del mundo con los perros es muy fuerte. Los perros viven con nosotros, comen lo mismo que nosotros, tienen hasta hoteles propios. Le hablamos en el idioma de origen, nos entienden y nosotros los entendemos. Hay un diálogo muy fluido, lo que genera un lazo muy fuerte, por lo mismo hay mucha gente que no puede superar la muerte de estas mascotas y por ello deciden volverlas a tener de alguna manera.

Sigue siendo caro desa fi ar a la muerte…
Yo no cuestiono los afectos. Si yo pudiera clonar a mis padres lo haría, no importa que recién crezcan.

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Pero serían personas distintas.
No importa. Son tus padres. Obviamente no va a ser lo mismo, pero en los perros se asemeja mucho, no sólo porque genéticamente serán idénticos sino porque el perro hereda el 20% de las cualidades conductuales de sus ascendentes, quién sabe cuáles. Pero si la familia le da el mismo cariño y la misma educación el perro será muy similar, te diría que un 98%, porque los perros no tienen influencias externas como nosotros: diarios, televisión, revistas, elecciones. Su mundo es su hábitat y no tienen de otra. Por lo tanto el perro será muy parecido no sólo físicamente sino intelectualmente, digamos.

Este panorama abre muchas preguntas ¿Tienes algún reparo bioético?
Nosotros observamos la ética a ultranza. Nos manejamos con las normas que se plantean los científicos y que han sido previamente aprobadas por la comunidad científica. Yo no voy a sacar un perro de un hipopótamo o un caballo de un cocodrilo. Yo observo la ética y lo que hago simplemente es un gemelo del perro anterior, no hago mezclas ni muchos menos quiero hacer un súper perro.

"Actualmente estamos trabajando con Rusia para clonar a un mamut, y BIOCAN tiene perspectivas de ampliación para el mercado brasileño y mexicano".

Acá yo me permito dudar por un momento, puesto que en un lugar como Argentina, donde no suele observarse la ley, podría pasar, en poco tiempo, cualquier cosa. Como intentar clonar a Perón a Evita. Sólo para volverla a matar.

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Hay en China un laboratorio llamado Boyalife, uno de los más grandes del mundo. En ese laboratorio existen cosas que desafían totalmente tu imaginación. No es algo oculto. Si quieres un bebé a tu gusto, de ojos azul celeste y piel morena por ejemplo, ya lo están haciendo los chinos. Ellos están clonando animales en cantidades industriales para consumo humano.1

Con ánimo de contemplar un bestiario moderno y distópico, uno puede visitar la página de Boyalife —y sobre todo las notas de prensa al respecto— para saber que se trata de un laboratorio de 15.000 metros cuadrados que contiene un centro de animales, un banco de genes y hasta una sala de exposiciones. Se encuentra en la ciudad portuaria de Tianjin, cerca de Beijing, y se inauguró a mediados del año pasado. Su intención es clonar un millón de vacas para 2020 y han declarado estar listos para la clonación humana.

Lo que está haciendo Boyalife cambiaría la manera en que vamos a relacionarlos con los animales en general e incluso con la muerte…
Acá tenemos una vieja discusión, entre ciencia, ética y religión, cosa que viene desde Galileo. Esto es un futuro ya presente. El promedio de la vida del hombre va a extenderse notablemente, y esto que hacemos es una extensión de la vida. Si en algún momento se puede acabar con la muerte, bienvenido. Y esto tómalo con pinzas, pero hablando con biólogos, he discutido al respecto: ¿Qué pasa si logramos activar el chip de la memoria del animal? Cambiaremos la historia del mundo.

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Por ahora sigue siendo algo exclusivo para ricos.
Ha bajado mucho y seguirá bajando. Depende mucho del país. Pero es necesario ser prudente, por eso se mantiene en el anonimato el nombre de los dueños de Antonhy. Podrían tratar de secuestrarlo.

Y en lugar de decirle a la gente que puede clonar a su mascota ¿no sería preferible adoptar otro perro?
¡Es hermoso volver a tener a tu mascota querida! Además, es como tener hijos. Es como si te pregunto, ¿por qué no adoptas un hijo? Es la misma situación. Tú puedes tener hijos y adoptar. Yo amo a mis perros como amo a mis hijas.

¿Te clonarías a vos mismo?
No, ¿para qué?

¿A qué te dedicabas antes de BIOCAN?
Al turismo, otra faceta absolutamente distinta, aunque mi sueño siempre fue ser veterinario.

¿Planes a futuro?
Actualmente estamos trabajando con Rusia para clonar a un mamut, y BIOCAN tiene perspectivas de ampliación para el mercado brasileño y mexicano.

Que la realidad supera a la ficción es una cosa conocida y aceptada; algo de eso fue el combustible que animó la escritura de la novela de Waugh, perplejo ante una realidad simbólica y material que lo sobrepasaba.

Con ese mismo espíritu, comparto algunas de las recomendaciones sugeridas en la folletería de SOOAM BIOTECH, en caso de que algún lector decida clonar a su mascota:

Cuando tu perro muera, NO LO METAS AL CONGELADOR. Luego, pacientemente, sigue estas instrucciones:

1. Envuelve completamente el cuerpo con toallas de baño húmedas.
2. Mételo en el refrigerador (no en el congelador) para mantenerlo fresco.
3. Toma en cuenta que tienes aproximadamente cinco días luego del deceso para extraer con éxito y de manera segura las células vivas.