"No drogas, no alcohol, no sexo": platicamos con algunos straight edgers mexicanos

FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

"No drogas, no alcohol, no sexo": platicamos con algunos straight edgers mexicanos

Ser hardcore punk no significa que debes emborracharte todos los días y meterte sustancias sicoactivas para ir a un concierto.

Ser hardcore punk no significa que debes emborracharte todos los días y meterte sustancias sicoactivas para ir a un concierto. Los straight edgers son la prueba de esto. El Straight Edge es un movimiento que surgió entre la década de los 70 y 80 como una reacción a la tendencia autodestructiva relacionada con el punk, y tomó ese nombre por una canción de Minor Threat. Los straight edgers no fuman, no beben alcohol y no consumen drogas, muchos son vegetarianos o veganos e incluso hay quienes rechazan la promiscuidad porque la ven como una forma de maltrato a otras personas.

Publicidad

La X es el símbolo del movimiento y comenzó a usarse después de un concierto donde marcaron las manos de los integrantes de una banda de hardcore con una X para que el personal pudiera identificarlos y no servirles alcohol porque eran menores de edad. Al regresar a su ciudad, la banda sugirió este método a los dueños de otros recintos para permitir la entrada a menores. Desde entonces, los straight edgers utilizan la X para identificarse entre ellos, ya sea en tatuajes, en nombres de Facebook o de bandas.


Relacionado: Una tarde en el picnic gótico de la Ciudad de Méxivo


Aunque la cultura straight edge tiene una gran presencia en otros países, en México la escena es pequeña y poca gente sabe sobre ella. Decidimos salir a buscar straight edgers mexicanos para que nos hablaran sobre su experiencia y su estilo de vida. Asistimos al concierto de Bane, una banda estadunidense de hardcore que tocan la temática del straight edge en sus canciones. También se presentaron otras bandas de hardcore, como Walk the Plank (de Washington), Propia Actitud (de la Ciudad de México), xEternidadx (de Yucatán) y Cadenaxo (Ciudad de México).

Todas las fotos por Tommaso Valli.

Jonathan (30), 16 años siendo straight edge

Yo lo conocí bien joven, a los 14 años. Tengo un hermano que es bien 'drunk'; lo veía y no quería ser como él. Ya escuchaba punk desde más chico y cuando conocí la filosofía straight edge decidí adoptarle. Para mí es, más que nada, una lucha continua, una forma de rebelarte ante un sistema. Porque yo lo veo así: el alcohol y las drogas son símbolo de manipulación del Estado. Yo lo veo como una forma de rebeldía ante todo lo que es una sociedad. Hay mucha gente que es vegetariana o vegana pero yo no; yo sólo sigo los tres pasos, que son: no drogas, no alcohol, no sexo. Con 'no sexo' me refiero a no ser promiscuo. Tengo esposa y dos hijas.

Publicidad

Andrés (27), siete años siendo straight edge

Hay una banda que me gusta un montón que se llama AFI. Creo que desde ahí empecé a ver que ellos eran straight edge. La forma de tomar la voy incluyendo porque mi padre fue alcohólico, y desde ahí decidí no tener esa manía. Esas ganas de tomar nunca se me dieron. Ser straight edge se considera tener tu propia ética, estar a gusto contigo. Juntarte con personas que tomen o con personas que dicen que tienes que tomar para sentirte bien no es lo correcto. Igual hay mucha gente que toma, pero si te sientes a gusto con tu trago sin volarte más de lo que ya conocemos como un borracho, creo que también entra dentro del straight edge.

Hay diferentes estilos de straight edge. En mi caso, soy vegano y nunca me ha gustado el maltrato animal. Soy muy sensible en ese aspecto. No puedo ver a un animal siendo víctima del hombre. En el tema de lo promiscuo, si es con una persona con la que te llevas bien, a lo mejor si es tu novia o algo así, creo que es válido. Tampoco ando buscando una chica o una aventura en el primer show que me encuentro o en la primera salida. Si compartes un sentimiento con una persona o te llevas bien con ella y se dicen las cosas como son, ya tú dirás si sí o no.

Ella (20), cuatro años siendo straight edge

Tomé esta decisión porque vi muchas cosas desagradables, como el consumo excesivo de drogas. Además también fue una decisión política. La verdad no me gusta tomar mucho; no creo que sea bueno para mí. A veces no me gusta llamarme straight edge porque no me gusta identificarme con cosas ajenas. Al mismo tiempo es una forma de apoyarse mutuamente y así es más fácil encontrar y conectarse otras personas que comparten mi forma de pensar. Es como una comunidad.

Publicidad

A mí me gusta mucho el sexo. Creo que a todos nos gusta tener sexo. Mucho sexo. Pero también me gusta pensar que no sólo es personal. Ser straight edge tiene un significado político. No necesitas ser vegano ni nada de eso. Ser straight edge es cuidar de tu persona y de los demás; creo que por eso el veganismo va de la mano.

Ismael (28), nueve años siendo straight edge

Decidí adoptar el straight edge por varios factores. Llevé una vida un poco acelerada desde los 13 hasta los 17 y, cuando conocí un poco más del punk (como a los 16), me gustó la ideología y decidí formar parte de ella, y así sigo hasta la fecha. Para mí, el straight edge, más allá de ser un estilo de vida, es una alternativa a la manera de vivir que hay en el país. Aquí te ofrecen muchas drogas o alcohol; son las vías más fáciles. En esos momentos, es más contradictorio llevarlas a cabo. Me gusta mucho ser parte de esa situación.

Para muchos, y para mí también, el straight edge y el veganismo son cosas muy distintas. No se necesita ser vegano para ser straight edge. Y en cuanto a la promiscuidad, considero que mientras no lastimes a nadie más, mientras no dañes a otras personas, no hay ningún problema.

Estefanía (26), diez años siendo straight edge

Era muy pequeña y veía a otros compañeros en situaciones que a mí no me gustaban para mi vida y tomé la decisión de que no necesitaba ni el alcohol ni las drogas para vivir o para ser feliz. Para mí, ser straight edge es algo natural y ya ni siquiera pienso en eso. Simplemente no tomo pero ya es algo que viene en mí. Yo no nací con eso y no lo necesito ahora. Soy vegana porque estoy en contra de cualquier tipo de esclavitud. Con lo del sexo casual, no sé, yo creo que ya es personal, ¿no? Cada quién. Me da igual.

Publicidad

Renato (33), 14 años siendo straight edge

Fue bien chistoso porque yo conseguí el disco de Ten Yard Fight, el de Back on Track. Lo conseguí así, muy cagado, de unos güeyes con taches en las manos, en la parte de atrás. Lo conseguí pirata, de a cinco pesos. Empezó como de broma, así de: Vamos a ver cómo se siente vivir así. Y al final me dio una nueva vida. Todo empezó por un A ver qué pasa.


Relacionado: Cómo dejé de tomar y drogarme


El straight edge me abrió muchas puertas; me cambió la vida. Como muchos, yo vengo de un barrio pobre. Ver tanta drogadicción, que tus amigos y amigas caigan en drogas, que terminen en la cárcel y todas esas broncas, como que sí fue muy sobresaliente que yo cambiara mi forma de vida. Mucha gente se apartó de mí; mucha gente que yo quiero se alejó. Se tomaron muy personal el hecho de que yo fuera straight edge. Lo tomaron com una agresión. Esta filosofía cambió todo, desde mi círculo de amigos hasta mi vida. A partir de ahí me dediqué a la escuela y ahora soy abogado. Una bromita me dio mucho en la vida.

Entrevistas por Daniela George. Síguela en Twitter.

Fotografías por Tommaso Valli. Síguelo en Instagram.

Abajo puedes ver más fotos del concierto de Bane: