Las fuerzas de la coalición que se concentran en Raqqa (Siria), capital de facto del Estado Islámico (EI), han recibido un importante apoyo del ejército estadounidense durante los últimos días. El miércoles, el Pentágono anunció el despliegue de 400 tropas para asistir a los combatientes de la coalición para impulsar la ofensiva contra uno de los puntos más fuertes del grupo terrorista.Las fuerzas de Estados Unidos preparan un puesto de avance a unos 32 kilómetros al sur de la ciudad, donde han instalado una batería de artillería compuesta de un obús M777 para apoyar la ofensiva de la coalición, de acuerdo con fuentes de Departamento de Defensa que hablaron con el diario The Washington Post.Las tropas recién desplegadas se unirán a las 500 que ya están en el campo de batalla, las cuales asisten a los combatientes de la coalición formada por kurdos y sirios durante los últimos meses de ofensiva.
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El último despliegue marca una de las operaciones con más fuerza dirigida a combatir a los terroristas en Raqqa. Sin embargo, también surge en medio de las tensiones entre los aliados de Estados Unidos.A lo largo del fin de semana, otras fuerzas de élite del ejército norteamericano atacaron en la ciudad de Manjib, al noroeste de Raqqa, usando pesados vehículos llamados Strykers. Su papel es suavizar la relación entre los combatientes kurdos que componen las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) y los grupos rebeldes apoyados por Turquía.
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A pesar de las complicaciones presentadas en el terreno, las fuerzas norteamericanas siguen centradas en Raqqa, y la coalición que respalda está buscando cortar las rutas de escape de los casi 5.000 militantes del Estado Islámico que continúan en la ciudad.El vocero de esta coalición, coronel John Dorrian dijo que la artillería pesada ayudará a "expulsar la amenaza del Estado Islámico en Raqqa". Actualmente, las fuerzas están trabajando en sus posiciones al este de Raqqa, en un intento para cubrir las posibles rutas de escape y aislar la ciudad.Por su parte, el Estado Islámico está atacando por todos los frentes, mientras que las fuerzas sirias respaldadas por Rusia también buscan echar abajo el califato de los terroristas. A pesar de haber sido marginados últimamente por las fuerzas estadounidenses, el Ejército Libre Sirio se acerca en su lucha contra el grupo terrorista en el norte del país.
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El intenso ataque en Raqqa coincide con los avances que han logrado las fuerzas que Estados Unidos respalda en Mosul, ciudad clave de Irak. Tanto Raqqa como Mosul, han jugado un papel táctico para el crecimiento de las organizaciones terroristas, por lo que la pérdida de cualquiera de éstas sería un fuerte golpe para el Estado Islámico."Raqqa es reconocido como el centro de operaciones financieras, de liderazgo y operaciones externas de Estado Islámico, por eso es tan importante", dijo el General Joseph Votel a la cadena CNN en noviembre del año pasado.El incremento temporal de tropas y artillería en Siria llega justo en el momento en el que la administración de Trump está considerando el despliegue de 1.000 soldados en la región, las cuales serían fuerzas de reserva, de acuerdo con la agencia de noticias Reuters.Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsEs
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