FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Me metí cocaína por el culo para que tú no tengas que hacerlo

¿Drogarte por la nariz? ¿Acaso eres tus papás?

Fotos cortesía del autor.

Este artículo fue publicado en septiembre de 2014. Si quieres conocer qué otras cosas enfermas existen en este triste mundo da click acá.

Si te gustan las drogas, este es un muy buen momento para estar vivo. En EU está muy próxima la inevitable legalización de la mariguana, en Vermont ahora se considera al abuso de la cocaína como un problema de salud en lugar de un delito y el estigma público que se tenía por consumir drogas fuertes se desvanece poco a poco. Sin embargo, esta nueva reestructuración de los límites en cuanto a las drogas viene acompañada de nuevos retos y, para algunos consumidores, el reto que más importa parece ser el aburrimiento por los viejos métodos de consumo.

Publicidad

En un infame grupo de Facebook de mujeres del sur de California, las usuarias mencionaron haberse metido cocaína, literalmente, por el culo. Según la joven que inició el debate, "jamás volverá a meterse cocaína a la antigua". Días más tarde, otras personas, elogiando los placeres de este nuevo enfoque, respondieron: "Te pega más rápido", "El adormecimiento", "La sensación es más intensa". Tenía que saber más y averiguar si sólo era un caso particular o si era en realidad una nueva tendencia en aumento.


Relacionado: Esta triste generación no sabe cuándo parar la fiesta


Determinado a lograrlo, busqué en Google "cocaína por el culo" y llegué a ese video de LiveLeak (no apto para el trabajo) en el que se ve cómo un chico sopla una línea completa de cocaína dentro del ano de una joven de Rothbury, Michigan, en el festival música Electric Forest. Desgraciadamente, a pesar de que el video no fue hecho con intención de exhibir sexualmente a la chica, muchos de las etiquetas para el video eran palabras peyorativas como "zorra" o "puta". Pero lo más importante es que el video se subió el 16 de julio de este año. Poco tiempo después, cientos de personas estaban hablando sobre eso en Reddit en un foro que tenía como título: "¿Está bien meterle cocaína a las chicas por el culo?"

Sonaba bastante bien.

Por años hubo una versión más simple de esta práctica e incluso tenía su propio término coloquial: "boofing", aunque nunca me interesó hacerlo. Para mí, no era más que un rumor que corría en la escuela que sólo se lo creían los chicos más ingenuos o, si acaso, un breve capítulo de las miles de aventuras anales de alguien. Pero, de pronto, todo el mundo hablaba de esto.

Publicidad

El poco material literario sobre el tema no incluía el método de aspirar. Algunas personas dijeron que se excitaban por el adormecimiento o que les gustaba coger cuando empezaban a sentirse adormecidas. Otras personas sólo querían una nueva manera de drogarse. Aunque habían instrucciones detalladas, el método favorito era mezclar un poco de agua con dos líneas de polvo y meter la mezcla usando una jeringa para medicamentos orales. Decidí que necesitaba una opinión profesional.


Relacionado - Testimonio de un extratante de mujeres en la CDMX: "No hay que ser guapo, basta ser amable con ellas"


Llamé al equipo de Relaciones Mediáticas de Kaiser Permanente para pedir la opinión de un doctor y una mujer muy agradable llamada Kate accedió a hablar conmigo. Le pregunté y se quedó callada. "Ya sé que es gracioso", le dije con la esperanza de que continuara la conversación, "pero sólo quiero saber los posibles efectos para la salud en un nivel más básico".

"En realidad, yo más bien diría que es triste", respondió Kate.

"Oh, claro. Debí haber usado esa palabra. Triste".

En general, Kate me ayudó mucho y prometió que iba a contactar a todos los gastroenterólogos para ver si alguno podía dale su opinión. Una semana después me informó que Kaiser iba a "dejar pasar esta oportunidad". No los culpo. Son una organización de atención médica muy importante. ¿En serio creí que adoptarían una postura acerca del "boofing"?

Publicidad

Aún así, Internet había hablado. Tenía que intentarlo.

Cuando llegó el momento, me bañe y me tallé como nunca antes en mi vida. Mi asistente (que permanecerá en el anonimato) fue tan amable de regalarme su tiempo para este experimento y no fue nada quisquillosa. Lo mínimo que podía hacer era brindarle un campo de acción esterilizado inmaculadamente. Investigué cómo se preparan las estrellas porno antes de hacer una escena de sexo anal para asegurarme de que no saliera nada de popó. Hacerme un enema me pareció excesivo, así que me las arreglé usando mucho agua en la regadera.

Preparé todo para los tres métodos descritos en Internet. Primero, íbamos a intentar meter la cocaína a mi trasero usando un tubo y la potencia de los pulmones. Después iba a mezclar agua con coca e inyectar la solución dentro de mi colon usando una jeringa para líquidos. Por último, iba a intentar meter un poco de polvo con mi dedo nada más. Mi asistente, que nunca ha probado la cocaína, jamás iba a tener que tocar la sustancia.

Para el primer método, utilizamos un aplicador de plástico para tampones como túnel para que la inserción fuera más fácil y por que temía que ningún popote de plástico sería capaz de soportar la fuerza de la tensión de mi músculo. Empecé por cortar aproximadamente un tercio de un gramo de coca para preparar lo que yo consideraba el tamaño normal de una línea. Ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que había usado esta cosa de la manera tradicional, entonces decidí que era mejor que faltara a que sobrara. Metí al aplicador dos líneas con una cuchara. Lo hice con mucho cuidado para que el polvo no llegara hasta la otra orilla y se derramara por los hoyitos del extremo abovedado.

Publicidad

Relacionado: Un recorrido por los hoteles de paso con las prostitutas de La Merced


Metimos la puntita sin problemas. Paramos de reír un poco y nos pusimos serios. Ella tomó aire y sopló dentro del tubo de tampones. Como tenemos aunque sea un conocimiento muy básico sobre la aerodinámica, estábamos preparados para lo que iba a pasar, es decir, que mi recto iba a impulsar el aire que entró hacia fuera y que iba a salir por el tubo por el que entró.

"No funcionó. Además, mis labios están adormecidos", dijo ella. "Creo que me entró coca en la boca".

Es probable que esta haya sido la forma más rara de probar la coca por primera vez.

Esperé un poco para ver si sentía algo. Quizás si había entrado un poco de coca después de todo. Se supone que me iba a pegar en 20 segundos. Mucho más rápido que cuando se inhala. Pero como no sentí nada, pasamos a la segunda ronda.

Con una cuchara, metí dos líneas a una jeringa sin émbolo para medicina de bebé. Después, añadí un poco de agua y agite la solución. Después volvimos a poner el émbolo y metimos la cabeza de la jeringa en mi trasero. Esta vez sí funcionó. Cuando había entrado todo el líquido, la jeringa salió y sacudí instintivamente mi trasero como su fuera una caricatura de los Looney Tunes. Supongo que lo hice por que quería que la solución cubriera toda la superficie de las paredes de mi recto.

¡Éxito! Un minuto después ya estaba sudado y muy platicador. Mi ayudante también estaba disfrutando su propio viaje para ese tiempo. "¡Mis dientes están adormecidos! ¿Cuánto va a durar esto? ¡Sabe muy raro!". Estaba decidido a que ella tuviera una experiencia clásica con la coca, así que empezamos a platicar sobre temas actuales, sobre la representación de las mujeres en los videojuegos y sobre que en serio teníamos que ir a acampar un día.

Publicidad

Ya me sentía lo suficientemente sobrio como para probar la eficacia del tercer método (el peor de todos). Tome la ultima línea de coca entre mi dedo índice y mi pulgar y la introduje en mi ano. Claro, se cayó un poco en la alfombra. Me quedé ahí parado como un idiota. No quería subirme los pantalones por que tenía miedo de que se saliera un poco de lo que me había metido. De pronto me di cuenta de que no era la primera vez que me veía como un idiota durante todo este proceso.

Mi culo estaba adormecido y la droga ya había vuelto a hacer efecto. Pero esta era la última vez para mí. Me sentía nervioso e incómodo. Sentía que la mezcla de coca con agua iba a escurrir en cualquier momento como si se tratara de esteatorrea y que mi ano no iba a poder contenerla. La coca te puede obligar a cagar en cualquier momento.


También ve nuestro documental Coca y fe en el Amazonas: el nacimiento de una secta


En conclusión, lo que sentí al probar este nuevo método para meterme cocaína no fue muy distinto a lo que siento con el método más ortodoxo, así que el esfuerzo no valió mucho la pena. ¿Para qué querría alguien pasar por todo esto cuando puede lograr el mismo efecto con sólo inhalar la droga? Tal vez las chicas de esa página de Facebook sólo estaban emocionadas porque se sentían innovadoras. Tal vez sólo se estaban divirtiendo y al final yo me convertí en el hazmerreír por haberlo intentado. Tal vez mi culo está roto y estoy destinado a no poder disfrutar nunca el placer sensorial que otros tienen en esa zona. Por la razón que sea, meterte coca por el culo no vale la pena.

No hay que complicarse la vida…

Sigue Justin Caffier en Twitter.