Soy un hombre mexicano que lleva cerca de 15 años practicando BDSM, abreviavión de Bondage, Disciplina; Dominación, Sumisión y Sadismo Masoquismo. Todo comenzó gracias a un texto del Marqués de Sade. Soy lo que se conoce como 'Pro Dom', es decir, alguien que cobra por dominar mujeres. También lo práctico a título personal, o sea, sin recibir dinero a cambio. Tengo sumisas personales.En aquel entonces a esta práctica sólo se le llamaba sadomasoquismo. Y no era considerada una preferencia, sino una perversión. Afortunadamente, eso ha cambiado y para bien.
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Aunque la personalidad es lo más importante en esta práctica, los juguetes ayudan muchísimo. Lo primero que compré fue un set de muñequeras y tobilleras de cuero, un collar y una correa. No eran muy estilizados pero cumplían su función. Desde entonces mi colección ha aumentado considerablemente y tengo ya una buena cantidad de juguetes. La mayoría de las cosas las he comprado en boutiques especializadas de varias ciudades, principalmente Nueva York, San Francisco, París, Bruselas y Londres. Tristemente, es difícil conseguirlas en México, aunque la apertura de mercados en línea ha facilitado las cosas en tiempos recientes.Debo decir que es un vicio caro, aunque en mi caso lo considero una inversión. Muchas veces me preguntan si dominar mujeres incluye sexo: en mi caso no.Estos son algunas de mis juguetes
Plug anal con colita de perroEste juguete lo uso para "puppy play". Lo interesante es que tiene un sistema vibrador a control remoto que sirve como recompensa.
Gancho metálico analSe inserta en el ano y deja libre un ojal por el que se puede pasar el extremo de una cuerda. Lo uso con un bozal de arnés, ya que la cuerda se amarra a una armella que está en la parte trasera de la cabeza. Se tensa la cuerda de tal forma que el cuello queda estirado. Al cabo de un tiempo, de manera natural, el cuello se cansa y el reflejo es bajar la barbilla, jalando el gancho hacia adentro.
Succionadores de vacío para pezones y clítoris
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Bomba de vacío vaginalLa sensación de vacío vuelve mucho más sensible toda el área.
Violet WandÉste es uno de mis juguetes favoritos. Es un aditamento que crea un campo eléctrico de alto voltaje con distintos electrodos de vidrio. Al contacto con la piel, la corriente eléctrica circula por el cuerpo. Esto crea sensaciones muy intensas, sobre todo si se aplica en ciertas partes sensibles de la anatomía. Jeje.
BozalEste bozal tiene un dildo del otro lado. Gran parte del juego BDSM tiene que ver con la humillación, así que obligar a una sumisa a que penetre a otra chica con un dildo que tiene amarrado a su boca puede resultar muy efectivo.
AntifazPor supuesto, no puede faltar un antifaz para evitar que la sumisa vea. Esto ayuda a reforzar la idea de sentirse indefensa, sin saber qué va a pasar, y para concentrarse en las sensaciones de su cuerpo.
MittsCubren toda la mano, impidiendo el uso de los dedos. Se usan mucho en el "pet play" o juego de mascota.
Tobilleras de cueroÉstas me gustan mucho porque tienen mucha historia. Las compré durante un viaje a San Francisco en una venta de garaje de la comunidad BDSM en el Citadel. El señor que me las vendió, ya entrado en años, tardó en desprenderse de ellas porque le traían muchos recuerdos.
Tobilleros para suspensiónSirven para colgar a la sumisa de cabeza. Mi calabozo tiene un sistema de polipasto anclado al techo, para que la sumisa quede suspendida en el aire.
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Muñequeras para suspensiónTienen correas cruzadas para fijar bien la mano y la muñeca y evitar lesiones al momento de estar colgada.
CollarEl símbolo de la sumisión es el collar. Tengo varios de ellos para distintos usos. Éste es mi favorito. Es un collar de postura. Sirve para entrenar a la sumisa a mantener una postura erguida, elegante. Habrán adivinado que el pico metálico queda debajo de la barbilla y obliga a la sumisa a mantener la cabeza en alto. Además, tiene unas armellas a los costados que se pueden atar a unas muñequeras. Es divino.
Tocado para Pony GirlOtra fantasía recurrente es el famoso "Pony play", en el que la sumisa se comporta cómo caballo y se adorna con este tocado.
Máscara para Puppy PlayOtro de mis favoritos, una máscara para "Puppy Play". Nada más lindo que una sumisa "vestida" sólo con esta máscara y, por supuesto, su correa. Lista para salir a pasear por el parque.
Bozal de arnés
Mordaza (ball gag) de arnésEvita gritos que espanten a los vecinos.
Brida de cueroMe gusta mucho ver las marcas de dientes que tiene e imaginar las sensaciones de placer y/o dolor que las causaron.
Ganchos para "hogtied"Permite atar las muñequeras y tobilleras detrás de la espalda. La sumisa queda amarrada de "puerquito".
Arm BinderOtro de mis favoritos. Es una manga que permite atar los brazos juntos, por detrás de la espalda. Es muy elegante.
Neck to wrist cuffsEste mecanismo permite sujetar ambas manos detrás de la espalda y el cuello. El cansancio hace que la sumisa baje las manos y jale su cuello. Otra lindura
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Wheel of WartenbergOriginalmente es un aparato que usan los neurólogos para revisar la sensibilidad, pero aplicado en ciertas partes del cuerpo, puede crear sensaciones muy divertidas. Ésta me gusta mucho porque es triple.
Pinzas metálicas para pezones y labios vaginalesUnas tienen un pequeño gancho que permite colgar peso. Creo que la explicación sale sobrando.
Muñequeras y collar metálicosSi el ambiente se pone festivo y usted quiere usted llevar a su sumisa a algún evento social, no salga sin este kit. Muy elegante.
Juguetes de impactoDos "floggers", uno de cuero y otro de cuerda. Un látigo de nueve puntas o "nine cat" (si alguien vio Nymphomaniac, de seguro lo recordará). Un "flogger" de bolsillo, ideal para el pubis. Y un "slapper", para nalgadas
Vibrador "Magic Wand"No todo en BDSM es dolor, también nos gusta estimular de formas más convencionales. Después de todo, el objetivo final es obtener placer. Este juguete es el favorito de la mayoría de las sumisas. Es un vibrador muy potente. La famosa "magic wand". Se le pueden agregar varios aditamentos para estimular el clítoris, el ano o el punto G. ¡O todos a la vez!Con esto suelo jugar "control de orgasmos". El juego es muy sencillo: Ato a la sumisa en una posición expuesta, sin que pueda moverse y empiezo a estimularla. Ella tiene prohibido tener un orgasmo sin mi consentimiento, así que al estar a punto de venirse, tiene que pedirme permiso. Siendo la persona bondadosa y cálida que soy, por supuesto que le niego dicho permiso pero sin dejar de estimularla. Así que la sumisa se enfrenta a la disyuntiva de "sufrir" la tortura de estar al borde del orgasmo durante muuuuucho tiempo, o venirse sin permiso y recibir un castigo.Divertido, ¿no?