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Drogas

Este tipo intentó traficar cocaína con un culo falso

Las autoridades lo vieron caminando extrañamente en el aeropuerto de Lisboa.
Drew Schwartz
Brooklyn, US
Sergio Ávila
traducido por Sergio Ávila
Foto via Policia Judiciaria de Portugal 

El culo puede ser el mejor amigo de un contrabandista. Se ha usado para meter cientos de miles de dólares en oro, y para entrar celulares a celdas de prisiones. Puede servir incluso como cápsula del tiempo, si es necesario. Pero el culo, como todo, tiene sus limitaciones. Puede que el recto no sea el mejor lugar para ocultar una increíble cantidad de cocaína. Y para esto, aparentemente, necesitas un culo falso.

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Hace poco, un traficante intentó pasar un kilo de cocaína en un vuelo de Brasil a Portugal al usar una cola falsa llena de perico, según informa IBTimes. Desafortunadamente, su plan de acolchar su parte trasera con polvo no resultó muy bien.

La policía vio que el hombre de treinta y dos años caminaba sospechosamente en el aeropuerto de Lisboa y lo detuvieron para hacerle algunas preguntas, según el reporte de la policía. Cuando vieron más detenidamente su trasero, se dieron cuenta que llevaba algo más que un gran culo. Presuntamente metió la cocaína en dos nalgas color piel que había dispuesto tras un ajustado y colorido vestido de baño; solo esa decisión estilística debió haber alertado a los policías.

La policía también arrestó a un hombre de cuarenta años, pues sospechan que él estaba esperando para recibir los falsos glúteos en una estación de tren cercana. Ahora ambos hombres enfrentan cargos por tráfico de drogas gracias a la cocaína, que, dice la policía, es lo suficiente como para 5.000 pases individuales. No se sabe si el segundo hombre también pensaba usar los shorts coloridos llenos de cocaína.

Este falso culo es la última de una serie de invenciones fallidas que los traficantes han intentado usar para contrabandear drogas. Las autoridades an encontrado droga en limas, piñas, incluso en velas en forma de penes. Ni siquiera mencionemos a los genios que construyeron bazookas de yerba y catapultas de droga para lanzarla por encima de la frontera entre México y Estados Unidos.

Al final, hay que darle cierto crédito al traficante del culo. Tal vez no triunfó en su misión, pero un kilo de perico no es lo peor que alguien ha usado para mejorar sus traseros.