Los resultados predictivos en las búsquedas de Google podrían ser, para nosotros, lo que el cadáver exquisito era para los surrealistas: poesía automática y colectiva.Las sugerencias de autocompletar provienen de las búsquedas que miles de personas, desperdigadas a lo largo del planeta, hacen desde sus computadoras. Detrás de sus pantallas parpadeantes, almas en pena, curiosas, o simplemente en busca del último video de Justin Bieber dejan rastros de sus inquietudes y dilemas, en Internet.En esas huellas virtuales surge una escritura automática casi tan elocuente como la de la vanguardia con la que Bretón, Dalí, y Buñuel, entre otros, probaron que “el inconsciente es la región del intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella.” (André Bretón). Quizás, esa afirmación también pueda aplicarse a la virtualidad.Aquí los rastros de la poesía colectiva y automática de Internet:Relacionados:Esta cuenta de Instagram compila los peores tatuajes de la historiaEl artista del café que está obsesionado con penesEste puercoespín acampando es lo más tierno que verás en tu vida
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