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Cultură

Diez preguntas que siempre quisiste hacerle a una persona con implantes de senos

Una chica que lleva un año con sus implantes nos cuenta cómo se sienten, cuánto le costaron y si es cierto que brillan en la oscuridad.

Guille. Foto de Scott Hall.

Giulie, de 23 años de edad, tiene 600 mililitros de silicon en su cuerpo, específicamente en sus senos. Es bartender en un club en Múnich, tiene muchos seguidores en Instragram y en octubre va a empezar a su carrera en derecho. Hace un año se sometió a una cirugía de implante de senos y pasó de "no ser ni siquiera copa A" a ser copa C.

Cuando le llamé para preguntarle sobre sus implantes, Giulie se rió y habló mucho. No todas las personas con implantes aceptan que los tienen y son pocas las que están dispuestas a dar detalles sobre la cirugía pero Giulie es muy abierta con respecto a sus gemelas. ¿Y por qué no habría de serlo? Si una de cada cinco cirugías plásticas realizadas en Reino Unido el año pasado fueron aumentos de senos.

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VICE: Cuando la gente te pregunta si puede tocar tus senos para sentir los implantes, ¿la dejas?
Giulie: Si me lo piden de forma amable, sí. A la gente le fascinan los implantes de seno y lo entiendo. Me gustaría haber conocido a alguien que los tuviera antes de mi cirugía porque tenía muchas dudas. La mayoría de las mujeres no son muy abiertas con ese tema. Ahora conozco a mucha gente que trae implantes pero me dijeron hasta después de la cirugía.

¿Crees que haya gente que quiera dormir contigo para saber cómo se sienten los senos falsos?
He recibido atención de hombres a los que no les interesaba antes de mi cirugía pero obviamente nunca les seguí el juego. No creo que haya alguien que quiera dormir conmigo solo porque mis senos le dan curiosidad.

¿Los senos con implantes se sienten muy diferentes a los naturales?
He escuchado muchas opiniones diferentes al respecto. Algunos dicen que no se dieron cuenta de que eran falsos y otros dicen que se sienten más sólidos. Yo siento que mis senos se sienten mucho más duros que antes. Son como trampolines. Y cuando tocas la piel a un costado —abajo de la axila—, se siente el borde del implante. Pero no me molesta que mis chichis se vean o se sientan artificiales. Tampoco quiero mantener en secreto mi operación. Por eso escogí implantes redondos en vez de los implantes anatómicos que tienen la forma de un seno natural. Esos que tienen forma de gota son más caros. Mis implantes se ven como Tuppers redondos.

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Algunos hombre dicen que prefieren las chichis naturales. ¿Crees que estén mintiendo?
Creo que a los hombres en general les gustan las chichis grandes y no les importa si son reales o falsas. ¿A quién no le gusta un buen escote? Siento que me ponen más atención después de la operación pero también puede ser porque ahora estoy más contenta y me siento más cómoda, y se nota.

¿Cuánto te costó tu nuevo escote?
Era una oferta especial y me costó 3,600 euros (cerca de 78 mil pesos). Compré una vida nueva con ese dinero. Siempre he sido muy plana y lo odiaba. Trabajo en la vida nocturna y me costaba mucho trabajo hacer que pareciera que tenía algo ahí. El Oktoberfest fue un infierno para mí. Cuando dormía con alguien me daba mucha pena quitarme el bra. Mis senos pequeños me hacían tener complejos muy extraños. Cuando un güey me dejaba de hablar, creía que era por no tener senos. Pero eso ya quedó atrás.

Foto cortesía de Giulie.

¿Te dolió?
Cuando desperté después de la cirugía, sentía como si hubiera una placa pesada de metal sobre mi pecho. Pero después las enfermeras me dieron unos
calmantes muy fuertes y me mandaron a dormir. Me quedé una noche en el hospital y cuando me dieron de alta, me mandaron unos calmantes todavía más fuertes pero son muy necesarios. Lo peor de todo era que no podía mover mis brazos después de la cirugía. Al principio no podía ponerme los pantalones, sostener la cabeza de la regadera o pararme de la cama. Y hasta ahora no he vuelto a hacer ejercicios de pecho.

¿Perdiste sensibilidad en los pezones?
Todavía siento todo en mis pezones. Pero abajo, en la parte inferior de mis senos, hay puntos en los que no siento nada. El cirujano dijo que probablemente iba a poder amamantar si tenía hijos pero que no era una garantía.

En 2012 se supo que la salud de alrededor de 300 mil mujeres en todo el mundo estaba en riesgo porque su cirugía estaba mal hecha. ¿Eso te preocupa?
No. Creo que si te operas en Alemania con un buen doctor no tienes nada de qué preocuparte. Las clínicas en Múnich saben lo que hacen y antes de tomar mi decisión, investigué a las clínicas y a los doctores.

¿No es raro tener en tu cuerpo lo mismo que utilizan para hacer moldes o mousepads?
No, para nada. No me arrepiento de mi decisión. No me da miedo que me reduzcan a los 600 mililitros de silicon que traigo en el cuerpo. Cuando me quito la playera frente a alguien, esa persona debe gustarme mucho y creo que escojo bien a los hombres que merecen verme desnuda. ¿Es cierto que si colocas una lámpara encendida al lado de tus implantes de silicón, brillan en la oscuridad?
Creo que escuché algo así en la televisión. Espera, voy a intentarlo con una lámpara en el baño. No cuelgues. [Breve silencio] No, no se ve nada. Esto es ridícu… ¡Oh Dios! ¡Brillan! Ya vi. Está muy loco. El baño está totalmente a oscuras excepto por estos dos medios círculos de color rojo. Qué miedo.