Recordando a ‘The Osbournes’, el show que preparó el camino para las Kardashian

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Recordando a ‘The Osbournes’, el show que preparó el camino para las Kardashian

La serie ofreció una mirada íntima a la vida doméstica del llamado Príncipe de la Oscuridad, y ayudó a transformar MTV en un canal de reality shows.

Es la tarde del 14 de septiembre de 2002 y Ozzy Osbourne está demasiado borracho para llegar a una entrega de premios. Este hecho pesa porque su esposa, Sharon, ha sido nominada para un premio Emmy como parte del equipo de producción detrás del reality show que lleva el apellido de su marido. Eso significa que alguien de la familia debería estar en la transmisión del Premio a las Artes Creativas Primetime Emmy de esa noche. Jack, un adolescente malcriado y relativamente solitario, y el más joven de los tres, tampoco quiere asistir. "Yo me dije, '¿Por qué? No vamos a ganar'", comenta, más de una década después. Resulta que estaba equivocado.

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En algún punto entre la oferta de una mirada íntima a la vida doméstica del llamado Príncipe de la Oscuridad, y la transformación de MTV —que pasó de ser un canal de vídeos musicales a uno de reality shows—, The Osbournes se convirtió en el primer programa de su tipo en ganar un Primetime Emmy. En 2001, la "televisión de realidad" seguía siendo parte de una categoría más amplia de la "programación de contenido no ficticio" que incluía contenidos más dramáticos —como Trauma: Life in the ER— o el documental tradicional. Los Osbourne, en ese día cuando sólo Sharon y su hija Kelly se molestaron en llegar a los Emmy, fueron unos de los pioneros en construir la clase de televisión a la que estamos tan acostumbrados ahora: cámaras que siguen la vida de las familias, filmando la banalidad de la vida en sus hogares y en los suburbios.

Sin embargo, como sabe cualquier persona de esa época obsesionada con MTV, The Osbournes ni siquiera fue la primera vez que Ozzy y su familia invitaron a un equipo de cámaras de MTV a una de sus mansiones. En el año 2000, cuando Jack les mostró a los camarógrafos su colección de discos compactos —"Tengo System of a Down, Rage Against the Machine, Incubus, Slipknot"—, la familia apareció en un episodio de Cribs. Como la precuela perfecta para la serie de cuatro temporadas que se transmitió del 2002 al 2005 y que nos mostró todo —desde sus pomeranos cagando en la casa hasta el accidente de cuatrimoto en el que casi muere Ozzy—, aquel episodio de los interiores de las casas de las celebridades destiló mucho de lo que convertiría a The Osbournes en el programa más exitoso de MTV hasta la fecha, en ese momento.

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Y ahora, la mitad de los Osbourne que aparecieron en pantalla están de vuelta. El domingo será el debut en Reino Unido de un programa del History Channel que se enfoca en Ozzy y Jack viajando juntos por carretera para visitar sitios históricos. La obsesión de Ozzy con los documentales y objetos de la Segunda Guerra Mundial apuntala todo el proyecto. En realidad no importa de qué trate el programa, porque a estas alturas la familia de Ozzy se ha convertido en una forma de moneda visual. El supuesto es que la gente va a verlo. No necesitas ser un fan original de Black Sabbath, o en este caso un aficionado a la historia europea, para interesarte en el show. Los Osbourne son esencialmente la versión británica de las Kardashian: un padre famoso, una madre/manager implacable y niños que crecieron con varios millones antes de convertirse en alimento para los tabloides."Lo que me hizo seguir mirando", confiesa Michelle Kay, una representante de Relaciones Públicas de la región central y una fan confesa, "fue probablemente lo mismo que a todos los demás en un nivel superficial: las excentricidades, la naturaleza poco convencional de sus relaciones. Una matriarca loca y un esposo roquero que arrastraba las palabras tratando de educar a adolescentes rebeldes. Cuando Kelly o Jack eran groseros con sus padres, siempre pensaba 'nunca podría imaginarme diciéndole algo similar a mis padres, nunca'".

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En la mayor parte de los primeros episodios de la serie, no sucede nada realmente. Hay un punto en el piloto, por ejemplo, cuando Kelly casi incendia la cocina recién remodelada. Ese error fue lo suficientemente significativo para llegar a la edición final del episodio, que en gran medida trató sobre la llegada de la familia a la casa. Esa plantilla, que le daba importancia a los asuntos mundanos, en realidad fue creada años antes, con el proto-reality show de PBS An American Family, filmado en 1971 y transmitido en 1973. Un equipo de camarógrafos siguieron a una sola familia, los Loud, para grabar cómo la madre, Pat, compraba comestibles, o cómo ambos padres se relajaban con amigos y sus hijos ensayaban en bandas o hacían reír a sus compañeros durante las clases.

Pero lo que hizo The Osbournes fue diferente, pues el programa resplandecía con el brillo de la edición de cortes rápidos, y era más cercano a una realidad planeada que el tono documental de una familia estadounidense o su serie derivada de la clase trabajadora de 1974, perteneciente a la BBC, The Family. MTV hizo relevante a Ozzy de nuevo, para una generación que no se había dado cuenta de que la melodía del tema principal era un cover estilo balada de su sencillo "Crazy Train".


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"No sabía absolutamente nada acerca de Ozzy antes de ver el programa", comenta la actriz y gran fan de The Osbournes, Leesa Darius, desde California. "Fui criada por padres cristianos muy conservadores, así que escuchar su música estaba fuera de toda discusión. Al instante me convertí en una fan de la serie, ya que su casa era la antítesis de la mía de la manera más atractiva: se lanzaban insultos el uno al otro, la gente bebía, había gritos por cualquier cosa, y a los 13 eso era bastante genial".

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Episodio ocho de la primera temporada: El amigo de Jack, Jason Dill, llega para quedarse y es básicamente un vago desagradable todo el tiempo.

Se puede ver la misma dinámica en juego en Keeping Up with the Kardashians. Es más resplandeciente y está más envuelta en la sexualidad de las diversas mujeres Kardashian y Jenner, pero de manera similar ofrece una visión de una familia "no convencional" que también es ruidosa y acaudalada. La mayoría de los niños que veían a las hermanas Kardashian pelear, probablemente no sabían —o no recuerdan— que el padre de Kim fue uno de los abogados que lucharon por la inocencia de OJ Simpson en el juicio por el asesinato de Nicole Brown y Ron Goldman.

En el caso de las Kardashian, la sex tape de Kim y la destreza para la autopromoción de Kris Jenner elevaron su apellido desde una esquina del "juicio del siglo" hasta los medios de comunicación. En el caso de Ozzy, su reinvención como un padre cojo — arrastrando los pies por el suelo y titubeando a la hora de pronunciar sus oraciones tartamudas— lo situó bajo los reflectores de una generación nacida después del pico de Black Sabbath.

Ambas familias recurren a una matriarca para que se haga cargo de todos los asuntos, la cual trabaja para mantener la relevancia de su familia. Y al parecer ha funcionado, con esta nueva serie de Ozzy y Jack que llega una década más tarde de lo necesario. En el tiempo transcurrido desde la salida de los Osbourne de MTV, el formato de su programa se ha reproducido sin cesar. Un cantante de heavy metal nos ayudó a llevarnos al mundo de The Real Housewives of Orange County, Atlanta y Cheshire; así como al de Here Comes Honey Boo-Boo. En realidad es un legado impresionante.

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"Me gustaba que la serie fuera básicamente sobre una familia de Birmingham que de alguna manera terminó en esta mansión en Los Ángeles", explica Marna, una trabajadora de caridad de Manchester. "Era incongruente. No había ningún artificio como ocurre con las Kardashian, cuyo programa se siente mucho más planeado". Ozzy nos enseñó que casi cualquier persona puede volverse comercializable, una vez que se colocan cámaras en su casa para humanizarla. Ozzy mencionó esto él mismo en una entrevista de radio en 2002, cuando el anfitrión le preguntó si lo que veíamos en pantalla eran "realmente ellos".

"Eso es lo que somos", respondió Ozzy. "Estaba caminando por Manhattan y las personas que generalmente no se me acercaban me decían: 'Son ellos; Sharon y Ozzy Osbourne'. Hemos ampliado nuestra audiencia por millones". Y eso lo resume todo. Los Osbourne convirtieron astutamente a un roquero problemático y violento en un viejo padre adorable, a pesar de perderse de los premios Emmy en aquella ocasión.

@tnm___/@joelbenjamindraws