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Gracias a Linkin Park hay una industria de cirujanos plásticos corrigiendo expansiones de oreja

"Parecía un concurso de adolescentes emos para ver quién tenía las expansiones más grandes".

El perforador Matt Day-Holloway dice que "no se arrepiente" de sus expansiones de entre 7 y 10 cm. Todas las fotos por el autor.

"¿Hay mucha sangre?", preguntó Joel Sheffroth, sin saber del río de sangre de escurría de su oreja y manchaba un montón de toallitas de papel, un cojín protector y su propio cabello. "Creo que estoy sudando mucho. Siento mi nuca empapada".

Sheffroth fue a que le cortaran el lóbulo con un bisturí para corregir un problema común entre las decenas de miles de personas que ahora tienen los lóbulos colgados: una herida donde la piel sale de la fistula en forma de bulto nada agradable a la vista. El chico de 21 años es demasiado platicador como para estar perdiendo tanta sangre.

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"La música es una gran influencia para mí", dijo. "Vi un video de Linkin Park y pensé Oh, cool, puedo ver a través de sus lóbulos. Yo también quiero. Pero soy un idiota y me estiré la oreja demasiado rápido". Como quiere hacer más grande su expansión, se sometió a esta cirugía para retirar el tejido cicatrizal.

El perforador Matt Day-Holloway rebana partes de oreja mientras me explica algunos de los riesgos. "Aquí hacemos procedimientos invasivos permanentes o semipermanentes", dijo. A Day-Holloway le pasó lo mismo una vez, cuando estaba expandiendo sus lóbulos para llegar a su tamaño actual de 2.5 cm. "Me rebané la piel extra frente al espejo. No recomiendo que lo hagan en casa".

A pesar de ser una práctica ancestral, la expansión de lóbulos alcanzó su zénit con la moda norteamericana a principios del siglo 21, cuando las celebridades, desde Lil Wayne y Adam Lambert hasta los güeyes de Linkin Park e Incubus, empezaron a lucir sus expansiones. Decenas de miles de wannabes de chico malo siguieron el ejemplo y empezaron a expandir sus lóbulos poco a poco con espinas o, al igual que Sheffroth, obtuvieron gratificación instantánea con una perforadora. A pesar de la confusión que causan y la disminución de su popularidad, hay muchos que todavía quieren hacerse una expansión y muchos otros que van a seguir con lóbulos enormes y colgados por el resto de su vida. A diferencia de la mayoría de los piercings, las expansiones son casi permanentes. Cuando miden más de 12.7 mm, ya nunca tendrías que volver a preocuparte por dónde poner tus lápices, tus encendedores o tu refresco.

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También hay otras desventajas: la joyería es cara (desde los túneles más baratos, que no bajan de 150 pesos, hasta los implantes de metal de alta calidad, que rondan los 8 mil pesos) y es muy fácil que las piezas se caigan y se pierdan. Las piezas bonitas y los aretes delicados no son una opción a menos que estés dispuesto a invertir en joyería especialmente diseñada para ti. Lo peor de todo es que las expansiones muy grandes huelen horrible si no las limpias a cada rato. Además, como señaló la cirujana plástica Julie Khanna, "Te pueden salir cicatrices queloides que crecen al lado de la expansión, como pequeños tumores que se quitan con cirugía láser. Se pueden infectar y desarrollar asimetrías o se pueden romper y dejarte con un lóbulo partido". Es por eso que muchos antiguos entusiastas de la modificación corporal ahora se arrepienten y usan piezas color piel para que sus orejas se vean más normales.


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El ascenso y caída de las expansiones ha creado un nuevo nicho en la cirugía plástica: hacer que los lóbulos expandidos de la gente regresen a su estado original, o lo más cercano posible. "Lo vemos constantemente y cada vez es más frecuente", dijo el Jeffrey Spiegel, un cirujano plástico facial y profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Boston que ha reparado decenas de lóbulos expandidos, el más grande de 5 cm.

"Lo ideal", dice, "es que se quiten la pieza por un tiempo para que el agujero se contraiga tanto como sea posible y ya ahí definimos la meta". En la mayoría de los casos, se hace una incisión para terminar de desgarrar el lóbulo. A continuación, se cose el lóbulo dividido para que retome una forma más natural. Si hay un daño significativo o un desgarre completo (como cuando a Lil Wayne se le rompió el lóbulo), el procedimiento se completa con anestesia local.

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Si tu expansión es pequeña, es probable que no necesites ninguna cirugía, según Julie Khanna, una cirujana plástica certificado en Canadá y EU. "Para las expansiones pequeñas que miden pocos milímetros, podemos hacer una exfoliación con ácido para que se estiren hacia abajo si la piel está en buenas condiciones buena y no hay mucha piel floja. Las expansiones más grandes no se estiran lo suficiente como para que este procedimiento funcione".

Pero las cosas se ponen un poco más complicadas cuando los lóbulos están "demasiado expandidos y delgados", según Khanna, porque "se pierde mucha masa. En esos casos, primero tenemos que reparar el orificio y luego inyectar grasa para recuperar la forma original. Puede ser muy complicado, o muy fácil, todo depende".

"¿Hay mucha sangre?", pregunta Joel Sheffroth, un chico que fue a que le quitaran tejido cicatrizal para expandirse más las orejas.

Aunque las personas que optaron por hacerse expansiones en las orejas podrían creer son capaces de soportar el dolor de esta cirugía, les advertimos que: "Es un poco más doloroso que el proceso de expansión", dice Khanna, quien por lo general no receta medicamentos para el dolor después de la operación. Los puntos se quedan alrededor de una semana y dejan una cicatriz, que tarda aproximadamente un mes en sanar. Se tiene que dejar pasar "mínimo de tres a cuatro meses antes de volver a perforarla". Pero claro, con un arete normal. Es decir, esas personas indecisas que, por alguna razón, deciden volver a hacerse una expansión, "podrían romperse el lóbulo en dos", según Spiegel.

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¿La oreja realmente se ve normal después de todos estos procedimientos? "Es complicado", dijo Spiegel, "pero podemos lograrlo con cicatrices muy bien escondidas". Después de que el proceso de curación termina, la cicatriz en forma de U que va de la parte frontal a la parte posterior del lóbulo de la oreja es normalmente la única evidencia de su juventud desperdiciada como primitivo moderno.

Si estás buscando un nuevo lóbulo para tu oreja, recomiendo que busques más de una opinión. El rango de precio ronda entre los 6 mil y los 15 mil pesos, dependiendo del tamaño, del estado de la expansión y de qué tan delgada es la piel extra. Como es un procedimiento cosmético, la mayoría de los seguros de gastos médicos no lo cubre.


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Aunque Day-Holloway dice que es "no se arrepiente de sus expansiones", considera a la cirugía plástica para revertir las modificaciones corporales como "un efecto secundario necesario cuando algo se pone a la moda y la gente lo quiere de inmediato sin pensar en las consecuencias a largo plazo". Day-Holloway ha visto expansiones que miden hasta 7 cm.

En algunos casos, Day-Holloway cree que es su responsabilidad salvar a los clientes de sí mismos. "Por lo general, platico muy bien con ellos antes de hacerles alguna modificación en el cuerpo. No quiero que tomen decisiones que van a lamentar más adelante. Prefiero que salgan decepcionados porque no estoy dispuesto a hacer lo que me piden a que salgan de aquí con algo de lo que se van a arrepentir en uno o dos años".

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"Cuando la expansión es muy grande", dijo Day-Halloway, "significa que le has puesto mucha dedicación. Me he quitado decenas de piercings pero mis expansiones son lo que más me gusta y en las que más he gastado por la joyería".

"Estoy tan acostumbrado a ellas que si no las tuviera, sería irreconocible".

El perforador Matt Day-Holloway removiendo un poco de tejido.

Igual que con la mayoría de las modificaciones corporales, parece que la expansión llegó para quedarse. Sólo que tal vez no en una forma tan extrema como en los primeros años de la moda.

"Parecía un concurso de adolescentes emos para ver quién tenía las expansiones más grandes", dijo Day-Holloway. Pero todo parece indicar que ya nadie quiere ir a la delantera. Las expansiones de 00 son el nuevo estándar".

Para Spiegel, el cambio tiene mucho sentido. "Los jóvenes tienen una estética diferente a la de los mayores", dijo y agregó que el ejército no aceptará reclutas con expansiones lo suficientemente grandes como para ver a través de ellas. "Los jóvenes se hacen expansiones porque creen que es divertido pero luego conocen al hombre o a la mujer de sus sueños y piensan No me quiero casar con alguien que tiene este aspecto. O a veces resulta difícil encontrar un trabajo que no sea en una librería o en una cafetería".

Sin embargo, Day-Holloway, no comparte su opinión. "En 20 años", explicó, "vamos a ver a las expansiones igual que a los aretes: como algo normal".

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