FYI.

This story is over 5 years old.

Ojo, mucho ojo

Ojo, mucho ojo: JP Bonino

Entre la fotografía de moda y el absurdo más delirante, el fotógrafo uruguayo JP Bonino charla sobre su trabajo
JB
fotografías de JP Bonino

Artículo publicado en VICE Argentina

El espectro creativo del fotógrafo uruguayo JP Bonino es extenso: lo mismo se monta en la tabla como skater aficionado que recorre el globo en busca de capturar instantáneas, afila el lente en shootings de moda o expone en distintas galerías de Buenos Aires, en donde vive desde hace casi diez años. Su trabajo fluctúa entre emociones intensas, a veces contradictorias, que no temen a la súbita transformación de los opuestos. Al mirar las fotos de Juampi, a veces parece existir sólo un parpadeo entre el absurdo lisérgico y la morriña existencial más punzante: en sus imágenes conviven situaciones cotidianas, casi invisibles a fuerza de repetirse una y otra vez, aunque maximizadas por su propia teatralidad. Su último trabajo fue un proyecto encomendado por It’s Nice That y Paper Dropbox, con la asistencia creativa de Max Siedentopf, cuya idea central pasa por conseguir una serie de momentos surgidos a partir de juegos de lenguaje, aliteraciones y rimas.

Publicidad

Conversamos con JP Bonino sobre su trabajo, su proceso creativo y los nuevos golpes por venir.

VICE: En tus fotos ronda siempre la idea de los afectos como espacio. Cuéntame sobre tu lugar de trabajo y su relación con tu obra. JP Bonino: En general, mi espacio de trabajo es una vieja casa por Colegiales que usamos con mis amigos de PANTERA & CO. Ellos son muy inspiradores y los relaciono directamente con mi obra, aunque también me incentiva mucho trabajar en algún lugar frente al mar, en Uruguay.

¿Cuáles fueron tus primeros acercamientos a la fotografía?
Empecé con la fotografía gracias a mi papá, que de joven era un gran fotógrafo aficionado. Él me enseño a leer la luz y a captar detalles o situaciones que quizá el ojo humano no percibe porque esta muy ocupado con temas de adultos.

¿Y cuándo comenzaste a trabajar en el medio?
Empecé sacando fotos entre amigos, cuando salíamos a patinar o íbamos a ver bandas en vivo, y después comencé a adentrarme en el mundo de las editoriales, inspirándome en mis películas favoritas. Mi primera editorial fue inspirada en Gummo, la película de Harmony Korine. La mandé a una revista de Francia que me encantaba (no existe más) y la publicaron. Esa respuesta me puso muy feliz y me motivó para seguir.

¿Cómo compaginas tu laburo como fotógrafo de moda con otras aristas de tu obra?
Es un punto interesante porque la pregunta sobre esta fusión está ahí de manera constante. Siento que desde siempre intenté darle algo de mi obra artística a la moda y algo de moda a mis obra. Me gusta la estética en general, eso hace que esta transición no se torne compleja.

Publicidad

¿De qué trata tu proyecto de viaje por el sudeste asiático? ¿Por qué elegiste el formato de 35 mm?
El proyecto de Burma nace sin buscarlo. Hice un viaje a Asia y me encontré con un país que estuvo muchos años cerrado al turismo y con muchas personas que nunca habían visto turistas. No sé si esto tiene relación con la calidad humana de estas personas, pero su inocencia y sencillez, sumándole que para ellos éramos completamente extraterrestres, hizo que profundizara en sus vidas y me quedara casi un mes conociéndolos y sacando fotos. Cuando regresé a Buenos Aires me encontré con que tenia un montón de fotos que me encantaban y tuve la idea de hacer mi primer libro, que en breve saldrá a la luz. Con respecto al formato de 35 mm es básicamente porque tenia dos cámaras muy chicas, una Leica y una Fuji, y podía transportarlas a cualquier lugar, pero sinceramente no me interesa mucho si el formato es analógico o de un Blackberry.

Cuéntame un poco más sobre tu colaboración con Dropbox Paper ¿Cómo fue el proceso?
Yo era un fiel seguidor del trabajo de Max Siedentopf, de sus ideas y de Ordinary Magazine. Un día me mandó un mensaje por Instagram preguntándome cuál era mi mail. ¡Me sentí una groupie elegida por Mick Jagger! Antes de este trabajo hicimos un proyecto muy divertido. Llamó a 12 fotógrafos del mundo para hacer 12 libros, con 12 ideas dibujadas o frases, para que cada uno interpretara a su manera la misma frase o dibujo. El resultado es muy divertido de ver, ya que se trata de 12 personas haciendo cosas muy diferentes con las mismas herramientas base. Max quedó muy feliz con las obras que yo había realizado y así fue como me volvió a llamar para la colaboración con Dropbox Paper. Este proceso fue muy similar al anterior, con la diferencia de que en este interactuamos con el team dentro de la aplicación de Dropbox Paper. Él me mandaba ideas como disparadores y yo potenciaba su locura en mis fotos. Fueron dos días de shooting intensos y muy divertidos, entre amigos.

Publicidad

Además de la dificultad del juego de lenguaje, en esta serie cada montaje tiene una complejidad narrativa distinta. ¿Cuál fue la foto más difícil de lograr?
Todas las fotos tenían alguna dificultad particular: víboras, caídas, cortes de pelos, etc. Sin duda la más difícil fue donde sale la chica que salta para agarrar el ramo de flores de casamiento. Tuvimos que buscar una amiga que haga salto en alto (casi imposible) y encontramos a Caro, que hacía años que no saltaba, y bueno, tras varios intentos de parte de ella y la acción de todas las otras locas, creo que lo logramos…

¿En qué estás trabajando ahora?
En mi libro BANANA, ¿me lo quieren editar?

Ve más del trabajo de JP Bonino:

Instagram.com/jp_bonino