Este hombre quedó atrapado en una mina llena de serpientes durante dos días y sobrevivió

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Mientras que nosotros lloramos por banalidades, resulta que algunas personas están lidiando con problemas reales. A principios de esta semana, un hombre de 62 años en Arizona se cayó accidentalmente en un pozo de una mina de 30 metros y se quedó atascado allí durante dos días, informaó Fox10 Phoenix. Ah, y la mina estaba llena de serpientes. Serpientes venenosas. Y tú pensando que estabas teniendo una semana de mierda, ¿no?

El lunes, John Waddell fue a visitar la mina abandonada cerca de Aguila, Arizona, para buscar oro. Mientras estaba allí, accidentalmente se cayó al pozo, afortunadamente sobrevivió a la larga caída, pero se rompió las dos piernas en el proceso. Y eso no fue lo peor. Mientras Waddell estaba allí en la oscuridad, con frío y aterrorizado y con un dolor insoportable por las fracturas masivas, se dio cuenta de que no estaba solo en el pozo: estaba rodeado de serpientes de cascabel.

En el transcurso de los próximos dos días, Waddell logró sobrevivir, luchando y matando a tres serpientes de cascabel con sus propias manos antes de que pudieran morderlo. No tenía señal en el celular, así que gritó tan fuerte como pudo para pedir ayuda, aunque probablemente sabía que el pozo era profundo y que la mina estaba aislada y que las posibilidades de que alguien lo escuchara eran bajas.

Afortunadamente, Waddell le había dicho a un vecino que el lunes iría a la mina. Y como no llegó a casa, el vecino entró en acción.

"Me llamó el lunes y me dijo que venía a la mina", le dijo a FOX10 el amigo y vecino de Waddell, Terry Schrader. "Teníamos un trato: que si no regresaba el martes, [fuera a buscarlo] porque dijo que regresaría el martes".

Schrader se dirigió a la mina en busca de Waddell y finalmente escuchó sus gritos cansados. "Cuando me iba en mi camioneta, pude oírlo gritar: '¡Ayuda, ayuda!'", Continuó Schrader. "Tenía suficiente señal y le hablé a la policía".

Schrader llamó al 911 y, pronto, los rescatistas estaban en la escena, tratando de sacar a su amigo del pozo de la mina. Después de seis horas, los servicios de emergencia finalmente pudieron arrastrar a Waddell a la gloriosa luz del día. Fue trasladado inmediatamente a un hospital cercano, donde recibió tratamiento por las extremidades rotas y la deshidratación. No está claro cuántos años de terapia tomará para que no vuelva a soñar con serpientes que lo atacan desde la oscuridad.

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