Hace algunos días vimos a Will Smith ser friendzoneado por la robot Sophía durante una cita en las Islas Caimán. Además de hacernos reír, el video nos hizo ver lo lejos que ha llegado la robótica (en este caso Hanson Robotics): Sophía puede reproducir 62 expresiones faciales, cuenta con ciudadanía en Arabia Saudita y además le gusta el Hip Hop. Pero esta cita que tuvo Will es una gran excusa para preguntarnos si los robots pueden amar. ¿Llegará el momento en que la inteligencia artificial se desarrolle de tal manera que logre imitar algo tan propio de los humanos como los sentimientos? ¿Desaparecerá la línea que aún existe entre entre los seres humanos y la inteligencia artificial?
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En Her, por lo menos, podemos ver cómo Theodore se enamora de Samantha, un sistema de IA. Y es que nuestra relación con los artefactos electrónicos que usamos a diario (smartphone, computadora), es parecida al amor. Cuando no los tenemos sentimos ansiedad y a veces pasamos más rato con ellos que con seres humanos reales. Así que no estamos tan lejos de ser como Thedore.
Hay algunas preguntas que tengo en mente, ¿los robots serán capaces de amarnos de vuelta o al menos ser buenos amantes? ¿Podrán acariciarnos y decirnos "te amo"? Nos abrazarán cuando llegamos a casa luego de trabajar? El filósofo de IA Daniel Dennett, describió dos posibilidades en su texto Can Robots Fall in Love, and Why Would They? para crear robots con emociones. La primera es que una IA podría programarse para actuar como si estuviera enamorado y hacer como si tuviera emociones.Para entender un poco más del amor y los robots, asistimos a Talent Land en Guadalajara, la feria de tecnología más grande de México para preguntarle a los asistentes si los robots podrían ser buenos amantes.
Fernando, 24 años
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Carlos, 21 años
Mario, 18 años
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