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“Te odio por haberme traído”: Frases célebres de Zona MACO 2018

Me puse a escuchar lo que la gente decía de las obras y la feria.
Fotografía de Mauricio Aguilar, tomada del sitio de Zona MACO, 2017.

Como todos los años, se lanza la Semana del Arte en la Ciudad de México con emoción e interminable interés por las propuestas más frescas del arte contemporáneo. Varias ferias distribuidas por toda la ciudad mueven a miles de galerías de todos los rincones del mundo con el único fin de promover y vender arte.

La feria más grande de toda Latinoamérica, según ellos mismos, es MACO. Una convención anual en la CDMX donde más de 70 galerías se confinan en un espacio gigante para dar a conocer la propuesta estética desde su propia trinchera. Como ya es tradición, la feria se vuelve en un punto muy interesante a nivel sociológico o, tal vez, psicológico debido al gran tipo de perfiles que este tipo de ferias atrae.

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Fotografía de Mauricio Aguilar, tomada del sitio de Zona MACO, 2017.

De varios estratos sociales, visiones del mundo e intenciones para relacionarse con el universo del arte, los asistentes, sin duda alguna, forman parte de lo que este evento tiene que ofrecer. Por consiguiente, dubitativo de lo que escucharía –y si en cualquier caso esto sería interesante–, tomé la decisión de ir a la feria con un solo propósito en mente: escuchar como espía las conversaciones de los asistentes, para descubrir qué es lo que se decía en la privacidad de una conversación con alguien cercano.

Lee las frases más célebres escuchadas en la feria durante un lapso de 3 horas:

“¡Wow! ¡Esta (obra) está padrísima para tomarnos una foto!”

– Señora de 40 años aprox.

“La gente viene hoy para posar para la foto, mañana sí es para chupar”

– Mujer de unos 27 años aprox.

Fotografía por el autor.

“La verdad, todo esto me parece una farsa”

– Mujer de 22 años, aprox.

“¿Qué no ves que todas contienen lo necesario?”

– Hombre de 24 a una mujer más joven. Viendo esculturas de vasijas.

“Es como para poner un refresco, ¿no? Sí wey, yo sí dejaría mi cigarro ahí”.

– Chavas jóvenes, entre 18 y 20, viendo una escultura de Gabriel Orozco.

Fotografía por el autor.

“Está padrísimo para usarlo de botanero”

– Mujer de 30 años a una adolescente de 15. Hablando sobre una escultura de plata valuada en $100,000 pesos, aprox.

“Esto representa el tiempo no-lineal de nuestras vidas”

– Hombre a mujer de 24 años. Viendo una proyección de capturas de pantalla de celular.

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“Obvio una selfie, aquí”.

– Grupo de 3 amigos

Fotografía por el autor.

“Te odio por haberme traído”

– Hombre de 30 años a otro de edad similar.

“Tal vez esa es la idea, amiga, no entender nada y hacerle como si entendieras”

– Mujeres de unos 30 años.

“¡Este artista es verdaderamente un escándalo!”

– Mujer de 50 años, aprox.

Todos tenemos derecho a decir lo que queramos sobre el arte que veamos y asimilarlo o rechazarlo dependiendo de nuestro juicio estético. Una escultura te puede parecer un cenicero y es válido, un artista puede parecerte el siguiente Picasso y es válido. Lo más importante, parecería en el fondo, no son los motivos para asistir a una feria del arte, sino interactuar con él y exponerte a ver qué puedes conseguir de ello.

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