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Cultură

Estas personas nos cuentan sobre sus peores despidos

Una de las cosas que más te genera ansiedad en ese cubículo en el que pasas 40 horas a la semana, es cuando tu jefe te dice: "Quiero hablar contigo".

Es probable que todos odiemos a nuestros jefes en secreto. Tal vez es algo natural debido al temor que tenemos a su constante evaluación sobre nuestro trabajo, sobre si lo estamos haciendo mal o lo estamos haciendo bien. Lo que si podemos estar seguros es que nadie —o casi nadie— quiere perder su trabajo. Tenemos rentas que pagar, cervezas que tomar y viniles de punk clásicos que comprar.

Incluso cuando estás con tus amigos platicando sobre cuánto odias tu trabajo de oficina, hay una voz en de tu cabeza que te recuerda que una de las cosas que más te genera ansiedad en ese cubículo en el que pasas 40 horas a la semana, es cuando tu jefe te dice: "Quiero hablar contigo".

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Perder tu trabajo es terrible. Así tuvieras mucha presión o aunque fueras infeliz con tu puesto, perder tu empleo puede hacerte sentir como un verdadero fracasado: lloras, gritas, pones estados tristes en Facebook o te deprimes y comes helado por dos meses.

Para saber cómo reaccionaron algunas personas al saber que se quedaron sin chamba, platicamos con ellos sobre sus peores despidos.

RONNY, 27 AÑOS

VICE: ¿Actualmente estás empleado?
Ronny: Sí, soy cocinero en un club de golf.

¿Qué hacías en tu antiguo trabajo?
Era mi primer trabajo, estaba entre los cocineros de una empresa que vende pollo frito. Básicamente mis días se resumían a montar pollos en litros de aceite industrial y sacarlos cuando estuvieran listos.

¿Cómo era tu relación con tu jefe?
Mi jefe era el encargado del departamento de cocina y además era el hijo del dueño. Me odiaba a muerte, siempre se quejaba de que perdía mucho material (aceite, papas). Ya medio lo veía venir. Cada vez que él venía a supervisar yo me ponía un poco nervioso y hasta se me caían los alimentos frente a él, era de esos viejos amargados que llegaba peleando todos los días, pero la paga era buena y necesitaba tener experiencia en mi currículum.

¿Cómo fue cuando te despidieron?
Yo estaba un poco corto de dinero y empecé a trabajar horas extras durante ese mes debido a que quería irme de viaje en verano con unos amigos. Le pregunté a mi jefe si tenía problema con que trabajara casi 14 horas al día y me dijo: "no, me parece buena idea y así de seguro aprendes a ser parte útil del equipo". Era de esos tipos. La verdad es que para poder soportar esas 14 horas diarias de trabajo siempre iba muy pacheco, ya que cuando fumo puedo hacer prácticamente cualquier tarea en modo automático: limpiar mi depa, trabajar o manejar mi auto. Hasta atendía a los clientes con más ganas.

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En una de esas largas jornadas decidí fumar en el trabajo, una terrible idea obviamente. No tuve mejor idea que ir al baño para empleados y empezar a fumar cerca de la ventana justo antes de mi hora de almuerzo.

Iba por mi tercer jalón cuando mi jefe abrió la puerta del baño y bueno, se hizo el que no vio nada y me llamó para hablar un momento. Quizás debido a la mariguana no me di cuenta que era bastante obvio que me iba a despedir. Llamó a todo el staff y empezó a gritar que si para trabajar horas extras necesitábamos estar drogados, iba a suspender esas horas y que prefería hacer menos dinero que tener a un "grupo de drogadictos" en su negocio. Me avergonzó frente a todo el staff y me dijo que no quería verme nuca más. Lo peor de todo es que no me dejó llevarme el almuerzo que me iba a comer y ese día me regresé a mi casa sin trabajo, con hambre y con un malviaje.

FABIANA, 22 AÑOS

VICE: ¿Te han despedido en algún trabajo?
Fabiana: Sí. Era editora de una revista musical, trabajaba en una oficina que dividía el staff en una agencia de publicidad y los que trabajan para la revista.

¿Cómo te despidieron?
La forma en que me despidieron fue un poco incoherente. De hecho, ese día despidieron a todo el personal de la oficina. Mi ex jefe llegó a la oficina principal con una cara de tragedia increíble y nos pidió a todos por favor que apagáramos todas las computadoras y dejáramos nuestros teléfonos a un lado. Esto lo hizo de una manera bastante rara, así que en ese momento supe que la cosa no pintaba bien. Acto seguido, nos dijo que la empresa había ido a bancarrota y que no tenía más dinero para pagarnos. La ironía del asunto es que ese día se celebraba el 420 y ahora jamás podré recordarlo de la misma manera. ¿A quién despiden en un 420? Uno de los ilustradores ya se había comido un par de brownies con mota y todo.

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De seguro fue un malviaje, ¿te lo esperabas?
Realmente no lo veía venir. Al menos no de esa manera. Sí tenía el presentimiento de que me despedirían sólo a mí en algún momento, ya que el iluso de mi ex jefe pensaba que podía lograr que su novia se convirtiera en la próxima editora de la revista. Sin embargo, ese despido masivo no me lo esperaba.

¿Te gustaba tu trabajo?
Sí, me gustaba mi trabajo, pero realmente no soportaba tener que estar vigilada en todo momento por la novia de mi ex jefe.

¿Cómo reaccionaste a tu despido?
Mi reacción fue un tanto estúpida. Recuerdo haberme puesto a llorar en plena oficina. Era un llanto más de alivio que de tristeza, realmente. Al final del día nos reunimos en casa de uno de los diseñadores y terminé ahogándome en alcohol y dándome cuenta de que todos en la oficina odiábamos a la misma persona.

ANDRÉS, 24 AÑOS

VICE: ¿Qué hacías en tu antiguo trabajo?
Andrés: Era barista de un café un poco hippie.

¿Cómo te despiden de un café hippie?
Bueno, me enteré que estaban abriendo otro café cerca pero con mucha mejor paga. Una amiga me dijo por Twitter que era amiga del dueño y me recomendó, eventualmente me dieron el trabajo.

O sea, tenías dos trabajos.
No, porque aún faltaban unas semanas para abrir. La cuestión fue que me enteré que venía a la ciudad una barista reconocida e iba a dar un curso, así que le pedí el día libre a mi antiguo jefe y me anoté para asistir al curso de la barista. Lo que no me esperaba era que, en el lugar donde se celebraba el curso, iba a estar mi antiguo jefe y la chica que me contrató en el café nuevo. Básicamente me saludaron los dos al mismo tiempo con cara de sorprendidos porque los dos me conocían. Imagínate la cara que puso mi antiguo jefe cuando ella le dijo que me acababa de contratar.

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¿Te despidió en ese instante?
Sí. Me gritó en frente de todo el gremio de baristas de la ciudad. Dijo que yo era un mal agradecido y cosas por el estilo. Fue bastante vergonzoso. Él es un judío mayor de 70 años, así que no es muy amigable que digamos. Es como un Soup Nazi pero del café. Me gritó que estaba despedido y se fue.

¿Y volviste a entrar a ese café hippie?
No, es imposible. Jamás he vuelto, le tengo muchísimo miedo.

NATALIA, 23 AÑOS

VICE: ¿A qué te dedicas?
Natalia: Músico.

¿Cómo te despidieron?
Bueno, tocaba la flauta en la orquesta sinfónica de mi ciudad. Todo iba muy bien, me llevaba muy bien con el director y hasta tuvimos una relación amorosa. Lo cual obviamente no recomiendo a nadie luego de esta experiencia.

¿Te despidió tu novio? ¿Por qué?
Bueno, al final todo se redujo a "diferencias musicales irreconciliables". Le presenté un proyecto de un tributo sinfónico a los 80 y a él le encantaron mis arreglos. La cuestión es que empezamos a tener peleas sobre el repertorio, ya que él quería agregar unos temas que a mí me parecían terribles y que él amaba. Lo tomó bastante personal y esto empezó a afectar nuestra relación. Al ser mi proyecto me puse un poco posesiva y le dije que me negaría a tocar las canciones que él quería agregar.

¿Cuáles eran esas canciones?
'Take On Me' de A-Ha y 'With or Without you'.

Imagino que la relación amorosa también terminó.
Pues claro, incluso después de despedirme buscó a una chica para reemplazarme y me di cuenta que empezó a salir con ella, eso fue bastante bochornoso. Creo que lo que más me dolió es que me despidiera una semana antes del concierto.

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¿Asististe al concierto?
Sí, al final fue mi idea. Nunca pude cobrar los arreglos que le hice porque todos los arreglos que hiciéramos para la orquesta, automáticamente pasaban a ser propiedad intelectual de la misma.

FABIANNY, 24 AÑOS

VICE: ¿Alguna vez te habían despedido?
Fabianny: No, fue la primera vez y espero que la última. Esta experiencia fue muy rara.

¿Cuál era tu posición en tu antiguo trabajo?
Estratega de marketing digital y RRSS.

¿Por qué fue traumante?
Bueno, mi jefe siempre fue un poco raro y misterioso. Es músico y se encerraba todos los días en su estudio mientras hacía música, casi nunca salía a la oficina y cuando salía, en realidad estaba segura que él no tenía la más mínima idea de lo que estábamos haciendo. Él vivía más pendiente de producir reguetón que de si en realidad le gustaba nuestro trabajo o no.

Pasamos tres meses bastante fuertes desarrollando el branding de la marca, algo que él no había podido lograr en casi dos años y, por suerte, con nuestro trabajo había quedado satisfecho, incluso el día que le presentamos el branding final compró alcohol y helado para todos. Se veía bastante feliz dentro de su seriedad europea.

¿Y cómo fue que te despidió?
La marca en la que estábamos trabajando con más apuro era su marca personal. Dejábamos las demás en segundo plano ya que él necesitaba su marca lista para poder lanzar sus rolas. Recuerdo que eso fue un viernes y después de celebraciones —fotos en Instagram y todo eso— el martes de la semana siguiente salió de su estudio y dijo que no podía seguir desarrollando las demás marcas debido a que se iba a dedicar 100 por ciento a su carrera musical. Nos dijo que tener la agencia le quitaba tiempo y decidió dejarla. Nuestra conclusión fue que nos usó para terminar su marca personal, ya que teniéndonos como empleados le salía mucho más barato que contratando a una agencia externa.

¿Te gusta su música?
Odio su música. Yo escucho reguetón después de cinco cervezas, pero sus canciones son terriblemente malas y no las bailaría jamás.

@Diegoaurdaneta