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Detectar una mentira es más fácil de lo que crees

Un experto en lenguaje corporal, una investigadora privada y un especialista en la prueba del polígrafo nos enseñan cómo detectar mentirosos a kilómetros de distancia.Un especialista en lenguaje corporal, una investigadora privada y un experto en la...

Ilustraciones por Ben Thomson.

La raza humana posee muchos atributos positivos (creo) pero la honestidad no es uno de ellos. Como especie, mentimos todo el tiempo. Todo el día, todos los días, sin pensarlo dos veces. Sobre nuestra edad, nuestro vegetarianismo, nuestras relaciones sexuales con esa mujer, etcétera. Decimos que estamos bien cuando estamos devastados, nos reportamos enfermos cuando queremos un fin de semana de tres días, le decimos a nuestra pareja que la vamos a amar "para siempre" cuando en verdad sólo podemos "hasta el próximo verano". En fin, somos despreciables.

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Una vez que te das cuenta de la cantidad de mentiras que dice la gente —sobre todo tus supuestos amigos y seres queridos— todos los días, es normal que empieces a preguntarte cómo detectarlas. Por suerte, hay expertos que dedican su vida a desenredar las complicadas redes que tejemos.

VICE se puso en contacto con ellos para aprender a detectar mentiras.

Un especialista en lenguaje corporal

David Alssema es un experto en lenguaje corporal con el que platiqué por teléfono. Alssema puede descifrar el verdadero significado de tus palabras con sólo analizar tu contacto visual y los gestos de tus manos. Prácticamente sabe leer mentes y eso da miedo.

"El habla es muy útil para detectar una mentira", dijo Alssema. "Si la voz se escucha dudosa o pausada, te están mintiendo. Si te dicen las cosas rápido, significa que son verdad. Pero si se tardan en organizar sus pensamientos, entonces es mentira".

Sin embargo, el contacto visual es lo mejor. Alssema explicó que podemos aprender a detectar mentirosos en cuestión de minutos si observamos con atención lo que ven.

Lo que necesitas saber es si la gente mira hacia la izquierda o hacia la derecha, dependiendo de si está recordando o inventando algo. "Puedes estudiar a tus amigos para saber qué lado usan para qué cosa", dijo Alssema.

"Conforme vas conociendo a la persona, te das cuenta de qué lado usa para recordar y qué lado usa para inventar. Entonces, si esta persona te está diciendo la verdad, va a salir rápido y del lado de los 'recuerdos '. Pero si es mentira, sus ojos van a irse hacia el lado de los 'inventos'.

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Para saber qué lado hace qué cosa, sólo necesitas hacerle tres preguntas: cómo estuvo su día, si está ocupado y qué planes tiene para el fin de semana. "Las primeras dos preguntas son cosas que ocurrieron en el pasado, entonces va a recordar, y la tercera es un evento futuro. Pon atención a sus ojos, porque dos de la respuestas van a ser recuerdos y una va a ser invención", explicó Alssema.

"Con el tiempo, vamos conociendo a nuestros amigos y estos detalles se quedan en nuestro subconsciente. Pero si acabas de conocer a una persona hace 30 segundos y realmente quieres saber si te está diciendo la verdad o no, estás tres preguntas son muy útiles".

En lo que perfeccionas esta técnica, puedes fijarte en otros indicadores muy sencillos. Por ejemplo, si un mentiroso cree que sospechas de él, es probable que se toque o se rasque la nuca. "Eso demuestra incertidumbre", dijo Alssema.

Si al hablar se tapan los ojos o la boca, es probable que sea mentira. Igual que si se toca la nariz —el efecto Pinocho— porque la sangre se va a las extremidades del rostro cuando mientes.

Aunque esta no es la intención, la conclusión más lógica de todo esto no es sólo convertirte en un detector de mentiras humano, sino aprender a mentir mejor.

Evita las señales delatoras mencionadas anteriormente y vas a ser prácticamente indetectable. Otra forma de ganar la confianza de una persona, según Alssema, es mostrar tus manos y que tus palmas estén volteadas hacia ella. "No escondas las manos en la espalda o en los bolsillos. Ve a la gente directamente a los ojos y no exageres en tus respuestas", dijo.

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Una investigadora privada

Julia Robson trabajaba como detective para la policía y ahora es directora de Online Investigations, una firma privada que se dedica a investigar esposos infieles. Pese a que las parejas deshonestas son el peor de los casos, por desgracia, también son muy comunes. Por eso le pedimos a Robson, una experta en basuras, que nos diera sus mejores consejos.

Después de hablar con ella, me quedó claro que descubrir a una pareja infiel en realidad es sumamente fácil. Nuestros instintos nos alertan casi de inmediato que algo anda mal en nuestra relación. Por desgracia, hacemos todo lo posible para ignorarlos.

"La gente no busca a un investigador si no está 100 por ciento segura", dijo Robson. "Mis clientes saben que su pareja está siendo infiel y casi siempre están en lo correcto. Pero ni ellos ni sus parejas quieren aceptar que algo anda mal". Robson dijo que hasta cuando hay evidencia en foto o en video, ambas partes se rehusan a aceptar la verdad.

Cuando estás enamorado, tu primer instinto es confiar. Crees lo mejor de tu pareja porque tienes que hacerlo. Y aunque haya otras personas que están al tanto de las indiscreciones de tu pareja, no te van a decir porque sienten que no les incumbe.

"Tenía una cliente que cada que iba a eventos de trabajo con su esposo, notaba que sus compañeros siempre se comportaban de una forma muy extraña cuando estaban con ella. Al final, como era de esperarse, descubrimos que todos sabían que su esposo la estaba engañando con una colega", explicó Robson.

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Cuando una persona está en la etapa más dulce de una relación ilícita, se vuelve extremadamente predecible. De hecho, Robson dice que todos los clichés que escuchamos son verdad.

"Se compra ropa nueva, empieza a ir al gimnasio, a bajar de peso, a peinarse mejor y trata verse lo mejor posible", señaló. "A veces, eso significa que está saliendo con otra persona y quiere mejorar su apariencia. O tal vez apenas está buscando".

En general, cuando empiezas a salir con alguien, quieres verte bien para esa persona. Y pasa lo mismo cuando empiezas a engañar a tu pareja.

Si tu pareja está actuando raro, sigue tus instintos; probablemente algo anda mal. Robson dice que sólo uno de cada 50 casos que le llegan tiene un final feliz. Y, honestamente, sospecho que sólo lo inventó para hacernos sentir mejor.

"Muy rara vez descubrimos que la pareja en realidad ha estado planeando una sorpresa para su esposo/esposa. Una fiesta sorpresa, digamos. Y se salen a escondidas para hacer los preparativos", dijo. "Pero la mayoría de las veces, sólo confirmamos la infidelidad. Es muy raro cuando damos buenas noticias a nuestros clientes".

Una vez que confirmas que tu pareja te está engañando, sólo queda una cosa por hacer: confrontarla y analizar su respuesta. "Una persona infiel normalmente se pone agresiva cuando la confrontas. Eso significa que tiene algo que esconder", dijo Robson.

"Siempre pedimos a nuestros clientes que nos informen lo que pasa después. ¿Su comportamiento ha cambiado? ¿Pasa más tiempo en casa? ¿Dejó de ir al gimnasio? Estas acciones reflejan que se siente culpable, y que está tratando de cubrir sus huellas y calmar tus sospechas".

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Moraleja: Si presientes que tu pareja te engaña, es probable que tengas razón. La gente es horrible.

Un experto en la prueba del polígrafo

Después de su entrenamiento en la prueba del polígrafo con el FBI, con el Departamento de Policía de Los Ángeles y el Servicio Secreto de los Estados Unidos, el especialista en homicidios Stevevan Aperen tuvo una epifanía: no se necesita una máquina para detectar la deshonestidad. "Un día, pensé 'No sería increíble tener la capacidad de poder detectar cuando la gente miente sin necesidad de un polígrafo?'", explicó. Después de investigar más de 77 casos de homicidio y dos casos de asesinos en serie, van Aperen ahora se dedica a viajar por el mundo y entrenar a la policía para detectar mentiras sin máquinas.

"Las investigaciones revelan que la gente no es muy buena para detectar mentiras: sólo le atinan entre un 49 y un 53 por ciento de las veces", dijo. "Esto pasa ya sea por la influencia que tienen otras personas sobre nosotros o porque no queremos aceptar que estas personas —sobre todo nuestros seres queridos— son capaces de mentirnos".


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Pero mienten y además se salen con la suya. Van Aperen lo sabe porque trabajó años con polígrafos. "La gente no 'supera' una prueba del detector de mentiras", señaló. "El detector de mentiras sólo es un instrumento que registra las reacciones automáticas, como el ritmo cardiaco, la presión sanguínea o el sudor. Al que superan es al examinador, que no reconoce lo que está pasando o no formula las preguntas de forma correcta".

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Entonces, para convertirnos en detectores de mentiras humanos, debemos ser muy cuidadosos con nuestras palabras. "Tus preguntas deben ser muy claras para no dejar que el sospechoso juegue con tus palabras", explicó van Aperen. También dio un ejemplo: si le preguntas a Bill Clinton si tuvo una relación sexual con Monica Lewinsky, podría decir que no y vencer al detector de mentiras. Esto se debe a que la palabra "relación" es difícil de definir y Clinton podría creer que sus actividades no constituían una relación. Si le haces una pregunta más específica sobre qué hacían él y la señorita Lewinsky en el Despacho Oval y es probable que le sea más difícil negar la verdad.

El siguiente paso es prestar atención a la respuesta y al lenguaje corporal del sospechoso: ¿Se comunica de forma creíble? ¿Hace muchas pausas o utiliza muletillas como "um" o "ah"? En caso de que sea un mentiroso muy hábil, un experto tendría que observar detenidamente hasta encontrar patrones en el habla.

Las personas deshonestas normalmente se van por la tangente. Lo que no dicen es más importante que lo que sí dicen.

Un mentiroso no utiliza pronombres personales ni se apropia de una anécdota. Van Aperen puso como ejemplo los papás de niños que fueron abducidos: si son inocentes, se refieren al niño en una forma personal ("mi hija" y no "la niña") y se comportan como si el niño siguiera vivo, no muerto o en peligro. "Siempre hablan en presente, a la expectativa y con esperanza", dijo van Aperen.

"Las personas sinceras no sólo te dicen lo que pasó sino lo que pensaron y cómo se sienten al respecto. Las personas deshonestas no hacen eso; sólo te cuentan la historia pero no muestran emociones porque no se sienten identificados".

Si sospechas que alguien te está mintiendo, pídele más detalles. Sé como un detective de homicidios: hazle muchas preguntas seguidas. Cada que responda, va a tener que inventar otra mentira que no contradiga lo que dijo antes. Es un proceso difícil y el estrés sale a relucir. "Esto requiere mucho procesamiento cognitivo", dijo van Aparen. "No importa qué tan elaborada sea la mentira, es imposible que esté preparado para todas las preguntas que le vas a hacer. Está inventando o adornando, está creando un recuerdo falso que nunca existió".

Conclusión

Los humanos son detectores de mentiras por naturaleza. Si confías en tus instintos, puedes detectar fácilmente quién está tratando de engañarte. Pero a veces no queremos confiar en nuestros instintos, en especial cuando nos dicen que nuestro amigo o nuestra pareja no está siendo totalmente honesto. Es ahí donde entra el lenguaje corporal y el habla: observa con atención porque cada gesto, por más mínimo que sea, dice más que mil palabras.