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Cultură

La divertida angustia de ser un joven escritor

Una entrevista con Ben Brooks.

Foto cortesía de Blackie Books.

"La mayoría de los días sólo me levanto, me tomo unas cervezas, me acuesto a ver la televisión y me vuelvo a dormir", me dice Ben Brooks cuando le pregunto cómo es la vida de un joven y aclamado escritor. "Vivir de tus libros significa que no tienes que hacer nada. Y no haces nada".

Son las seis de la tarde y estamos sentados en el bar de una librería en una de las colonias de moda en la Ciudad de México. Ben es tal como imaginaba a un joven británico que escribe de drogas y sexo en la adolescencia: un chico blanco despeinado, con lentes de pasta, una camisa de manga corta, pantalones entubados y tatuajes en los brazos. Se ve cansado; lleva todo el día hablando con periodistas. Mientras platicamos del clima para romper el hielo, Brooks se termina su trago, me pregunta si quiero tomar algo, y ordena dos vodkas con agua quina. "¿Es lo más saludable, cierto?"

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El novelista británico de 23 años ha publicado seis libros, ha ganado los premios de Jerwood Fiction Uncovered y Somerset Maugham en su país, y ha sido traducido en 12 idiomas. Su última novela, Lolito (2013), fue descrita por el músico y escritor Nick Cave como "el libro más divertido y brutal que he leído en años". Sus primeras novelas fueron publicadas por una pequeña editorial neoyorquina, sin embargo, no fue hasta 2011 que la editorial británica Canongate publicó Crezco y Brooks ganó prestigio internacional. Desde entonces ha vivido el sueño de muchos jóvenes escritores: vivir de sus libros.

"No sé por qué empecé a escribir. Simplemente parecía algo que podía hacer", recuerda Ben. "La primera vez que leí un libro de esos que te hace sentir de cierta manera, que te hacen sentir menos solo, o como que hay gente que se siente de la misma manera que tú, entonces quise hacer lo mismo también. De alguna manera se siente correcto".

Crezco y Lolito —sus novelas más reconocidas— tratan sobre la vida de un adolescente en el Reino Unido y su inmersión en un mundo de problemas emocionales alivianados día a día con chicas, litros de alcohol y enervantes. No fueron pocos los que relacionaron la historia de los personajes con la vida de Brooks, e incluso algunos medios lo consideraron la voz que plasmaba a una generación, por su manera de retratar y representar el estilo de vida de los jóvenes ingleses del siglo 21.

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"Era divertido tener dinero a veces y poder ir a Londres y salir con mis amigos, llevarlos a un strip club, invitarles los tragos y gastar mucho dinero", recuerda. Sin embargo, a dos años de haber publicado Lolito, Ben me dice que ya no es lo mismo. A pesar de que recuerda con nostalgia la época en que salía con sus amigos, en realidad no disfruta las fiestas ni los antros. Ahora vive en Berlín y aunque le gusta tomar todos los días, prefiere hacerlo en su casa o en un bar donde la gente no hable con él.

"Cuando salí de la escuela me di cuenta que no quería ir a la universidad, no quería conseguir un trabajo, así que tenía este libro (Crezco) y conseguí venderlo a una gran casa editorial. Después mi juventud se convirtió en una buena estrategia de marketing para ellos".

Aunque todavía recibe correos de algunos de sus fanáticos y no se arrepiente de haberlos escrito, Ben me cuenta que no le gustan sus libros y que no cree que sean buenos: "Es bonito que las personas crean que hay un gran sentido atrás de lo que escribo. Porque significa que lo toman como si fuera una cosa seria. Pero para mí solo es un libro de un adolescente triste".

Brooks me dice que no quiere hacer libros sobre adolescentes para siempre, pero escribir sobre otros temas no le ha funcionado bien. Sus últimas dos novelas fueron rechazadas por la casa editorial que publicó Crezco y Lolito, y de acuerdo con Ben, en parte es porque no tiene experiencia siendo un adulto. "Siento que ahora puedo parecer un poco decepcionante. No sé. Quizá porque todavía no escribo un buen libro. La gente pensaba 'Es bueno para su edad, denle un poco de tiempo y escribirá un gran libro', y nunca pasó".

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Al momento de nuestra plática, Ben estaba por terminar otro libro para una pequeña editorial, además de que estaba por presentar la versión en español de Lolito en México. Sin embargo, no pudo negar sentir miedo sobre su futuro como escritor. "Siento que ya fui. Ya no soy cool ni emocionante. Podría acabarse en cualquier momento y tendría que conseguir un trabajo".

Ben nunca ha tenido que ir a una entrevista de trabajo ni a una oficina. Sin embrago, también imagina cómo sería la vida sin depender por completo de su escritura: "A veces pienso que sería bonito y fácil tener un trabajo normal, donde tengas una tarea que tienes que hacer cada día y en la que no puedas cagar. Algo en donde no puedas meter la pata".

Aunque la vida como un joven y reconocido escritor ha sido divertida y emocionante para Ben, también le habría gustado trabajar antes de convertirse en escritor. Los grandes escritores hacían cosas como estar en el ejército o tener trabajos tan horribles que tuvieran que escribir de ellos. "Sabían cómo era la vida dura", me dice. "Pero yo no sé como es esa vida. Para mí ha estado bastante bien".

Antes de despedirnos le pregunto si cree que ya alcanzó el mejor momento de su carrera como escritor.

"Me gusta pensar que mi gran momento está por llegar, pero también sé que podría estar detrás de mí".

Lolito es editado en México por Blackie Books.