ilustracuón de una persona sentada dentro de un libro enorme rodeada porvirus que flotan alrededor
Ilustración de Hunter French
Salud

Cómo estar bien si estás solo en estos momentos

Estar bien solo es difícil, especialmente durante una pandemia, pero siempre hay formas de llevarlo mejor.

Confinarse en casa durante una pandemia puede ser emocionalmente devastador, aunque vivas con alguien a quien quieres mucho.

Pero puede ser mucho más duro si estás sola, pero desearías no estarlo. ¿No te gusta trabajar en casa con tu pareja? ¡Vaya! A mí me preocupa no ver a un ser humano en tres meses o morirme y que nadie se entere, ¡pero vale!

Estar cómoda estando sola es muy difícil, especialmente en estas circunstancias, pero es también una habilidad que se puede mejorar (incluso en estas circunstancias). Si estás solo y lo odias, te damos algunos consejos para sobrellevar las situaciones y los retos que te vas a encontrar en las próximas semanas.

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Diferencia entre solo, soledad y solitud

La gente confunde estos términos y a menudo se utilizan indistintamente, pero cada uno tiene una solución diferente y es importante saber con cuál estamos lidiando.

Estar solo, generalmente, significa estar físicamente solo. (Si vives con un compañero con quien no te llevas bien o si estás saliendo con alguien, pero no estáis confinados juntos, puede que te sientas prácticamente solo y te sea útil seguir leyendo).

En cambio, puedes sentir soledad, aunque estés físicamente con otra gente. A menudo, es un sentimiento de no ser conocido realmente: no tener a nadie con quien hablar en tu ciudad, en tu nuevo trabajo o desde tu sofá, o alguien con quien poder ser tú mismo y hablar de las cosas triviales del día a día. Los seres humanos necesitamos estar conectados para sentirnos bien con nosotros mismos, incluso aquellos que pueden estar solos durante mucho tiempo. Así que es importante gestionar cualquier sentimiento de soledad que puedas tener ahora mismo.

Solitud es estar completamente solo con tus pensamientos, sin estar con el teléfono o hablando con otra gente, sin enviar mensajes o tuit y sin ver la televisión ni leer un libro. La solitud a menudo se ve afectada por la soledad y por ello es importante tener ambas en cuenta ahora mismo. La buena noticia es que la solitud es algo que se puede trabajar. Así que si tienes miedo de quedarte físicamente solo (o no tener tu teléfono encima todo el rato) y eres de los que piensa que no estar en una relación o no tener un grupo de amigos dice mucho de tu valor como persona, puede que necesites trabajar tu solitud (lo veremos más adelante).

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Si te sientes solo, sincerate con alguien

Es difícil mostrarte vulnerable ante otra gente, pero ahora es el momento más adecuado porque todos somos vulnerables. No eres la única persona que está tratando de averiguar cómo estar solo y hablar con otros sobre ello puede ser un alivio, además de demostrarles que ellos también pueden hablar contigo si se sienten igual y de darles una oportunidad para que se preocupen por ti.

La gente será mucho más receptiva si explicas exactamente lo que te pasa y no de forma indirecta con frases como “jaja, me aburro mucho… Llevo días sin hablar con nadie”. A menudo, nuestras necesidades no son tan obvias como pensamos; si no le has dicho a nadie todavía que te sientes sola, quizás ya va siendo hora.

Cuando se trata de comunicación, es más importante la calidad que la cantidad

Puede que te veas tentado a pasar mucho tiempo en redes sociales donde, teóricamente, siempre hay gente con la que hablar. Pero recibir noticias de forma pasiva e interactuar de forma intermitente con gente que conoces lleva tiempo y energía que probablemente deberías usar para relaciones más sustanciales (aunque sean más recientes). Para trabajar la solitud hay que aprender a lidiar con la soledad, para poder crear un espacio donde puedas estar bien en solitud.

En vez de meterte en Facebook o enviar mensajes a todo el mundo cuando te sientas solo, piensa en dos o tres personas que de verdad te importen y contacta con ellos por llamada de teléfono, videollamada o algún otro servicio. Estas conversaciones pueden ser cortas y no tienes porque ser profundas ni sustanciales. Pero puedes estar un buen rato diciendo tonterías y bromeando con tus colegas de trabajo. Y si después tienes tiempo para meterte en tus redes sociales, ¡genial!

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También merece la pena recalcar que crear contenido como actualizaciones de estado, historias de Instagram, tuits, etc. puede impedir que estemos bien en solitud. Cuando más publiques, más respuestas vas a recibir, lo cual te lleva a pasar más tiempo en esas aplicaciones. No estás solo con tus pensamientos, observaciones, experiencias. Es decir, si publicas cosas, no estás en solitud, así que dejar de lado todo esto un par de horas al día puede ser beneficioso para aprender a estar solo contigo mismo.

Hay que evitar la autocrítica

Con frecuencia, no podemos estar solos porque no nos gustamos demasiado y tenemos miedo de que estar solos nos haga menos dignos. Pero no tener pareja, una red social fuerte o una familia en la que confiar no significa que tú tengas algún problema o estés jodido. Ahora, más que nunca, es el momento para recordarte eso a ti mismo.

La forma en que gestionamos los pensamientos oscuros que tenemos es ignorándolos por completo o tratando de ahogarlos con la aprobación exterior. En su lugar, averigua quién eres y créete, a un nivel más profundo, que eres bueno, que estás bien y que eres digno. Llegar a ese punto y aprender a disfrutar estando solo es un proceso que tarda más de dos días. Pasito a pasito.

Empieza teniendo tacto contigo mismo; cuando aparezcan pensamientos negativos o críticos, acepta que existen, pero no les des vueltas como un molino. Usa tu tiempo para hacer algo cursi (aunque efectivo), como una lista de valores, intereses, prioridades, mejores cualidades y/o éxitos recientes, aunque sean pequeños.

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Quédate en solitud intencionalmente

No hay otra forma de conseguirlo: estar cómodo solo requiere práctica. Yo he descubierto que ser proactivo ayuda mucho: quedarse solo a propósito durante un periodo de tiempo determinado (y con una hora marcada), poquito a poquito es menos agobiante que te ocurra de repente porque tus amigos no contestan a tus mensajes.

No puedo decirte cómo tiene que ser tu momento de solitud, pero puedo decirte una cosa que me ha ayudado a estar solo conmigo mismo: poner el teléfono en modo avión, poner un temporizador de una hora y leer un libro. Sé que antes dije que leer un libro no cuenta como solitud real, pero es la mejor forma de comenzar y algo a lo que estamos acostumbrados.

Sé que me distraigo muy fácilmente cuando leo, así que me prometí que no pararía para buscar una definición o una referencia en internet, y ponerme a responder todos los mensajes sin darme cuenta. Solo yo y mi libro durante 60 minutos enteros. Esa hora suele pasar volando y esta práctica ha tenido un efecto positivo en mi vida, no solo porque leo más sino porque ya no siento que mi cerebro va a explotar. Con cada sesión, llevo mejor la solitud.

Empieza a meditar

La meditación es una forma genial de disfrutar de la solitud (yo recomiendo usar la aplicación Headspace si no la habéis probado ya). Pero no a todo el mundo le gusta, así que puedes empezar con alguna actividad más o menos meditativa que no te intimide tanto como sentarte y no hacer nada.

Busca algo más o menos repetitivo, pero que disfrutes igualmente y sea energizante. Para mí, se trata de hacer puzles, bordados, punto de cruz y caligrafía; para ti, puede ser dibujar con acuarelas, hacer pasta casera o tejer. La idea es tener las manos ocupadas, pero la mente libre. Si quieres ruido de fondo, pon algo de música, pero evita otro tipo de entretenimiento como Netflix, podcasts, etc. y no hagas fotos/compartas lo que vas haciendo. Sé tú misma.

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Haz una lista de cosas útiles que puedes hacer cuando te aburras

Es muy fácil estrujarse el cerebro pensando en algo que hacer y coger el teléfono por costumbre, ver que tienes un mensaje en Instagram y pasar 90 minutos en la aplicación hasta que te das cuenta de lo que has hecho. Una buena forma de evitarlo es hacer una lista de cosas a la que puedes volver cuando no tengas nada que hacer. Además de trabajar la solitud, piensa en películas, series, podcasts, juegos (en internet puedes encontrar muchos pasatiempos como los crucigramas) y libros. Y no te olvides de hacer ejercicio, arreglar cosas en la casa o chorradas divertidas por estilo (como aprenderte un vídeo viral de TikTok o saltar de un artículo a otro en Wikipedia sin parar).

Crea una rutina de cuidado personal

En tiempos difíciles, nos olvidamos de hacer cosas básicas como ducharnos, comer, beber agua o mover el cuerpo. Es incluso más difícil cuando no tienes a nadie que te diga: “¿tío, llevas dos días sin ducharte?”. Haz un calendario con notificaciones o ponte alarmas para acordarte (me encanta la aplicación Done para este tipo de cosas).

Pide a alguien que se preocupe por ti

No es raro ni absurdo querer que alguien te pregunte de vez en cuando: “¿Sigues vivo?” en estos tiempos terroríficos que corren. Si se lo pides a algún vecino o a alguien con quien no tienes mucha relación, deja claro que lo que quieres simplemente es que compruebe que todo va bien, que no necesitas que sea un apoyo emocional. Algo tipo: “Me asusta vivir solo con todo lo que está ocurriendo y me quedaría mucho más tranquilo si alguien estuviera un poco pendiente de mí. ¿Te importaría [llamarme, escribirme, o escribir a mi hermana] si no doy señales de vida?”.

Ten cuidado con el alcohol

Como ya hemos explicado en otro artículo, la gente suele beber para ahogar los sentimientos negativos o llenar el vacío de la gente. Dos cosas que probablemente quieras hacer ahora mismo. Si es así, empieza a controlar lo que bebes o para y piensa: “¿Por qué bebo en realidad? ¿Qué quiero conseguir? Hazte estas preguntas antes de cada bebida. Y si eres de los que piensa: “¡Si quisiera hacerme esas preguntas no estaría bebiendo!”, te recomiendo encarecidamente que leas el artículo que hemos mencionado.

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Si te preocupa lo que pueda pasar si enfermas, haz un plan

Haz una lista de cosas que puedes hacer si te encuentras muy mal y necesitas ir al hospital:

  • Averigua cuál es el hospital más cercano y busca el número de Urgencias. Trata de averiguar por dónde se accede a la sala.
  • Piensa cómo desplazarte. ¿Está demasiado lejos? ¿Puedes caminar?
  • Asegúrate de que tienes tu carné de identidad y tarjeta de salud.
  • ¿Quiénes son tus contactos de emergencia?
  • ¿Tienes una mascota que necesitaría cuidado en caso de que te hospitalizaran? ¿Quién la cuidaría? ¿Cómo le darías la llave? La idea de esta lista es relajarnos, así que, si crees que te vas a agobiar más, no pasa nada si la haces poco a poco y la revisas cuando te encuentres mejor emocionalmente.

Por último, recuerda que no es una situación agradable

Estar solo cuando no quieres estarlo… es una puta mierda. Es totalmente razonable querer cosas diferentes o imaginar que estás con tu familia o amigos. Date permiso para estar triste o enfadado y no seas demasiado duro contigo mismo si tienes problemas. Trata de recordar que no es para siempre y que, aunque no estés con alguien, no estás solo.

Rachel Miller es la autora de The Art of Showing Up: How to Be There for Yourself and Your People, que se publica en mayo de 2020. Síguela Twitter.

Este artículo se publicó originalmente en VICE EUA.