El sábado pasado Converse celebró la primera de sus ConsSpace en el puerto industrial de Barcelona. El concepto detrás de esta iniciativa es rejuvenecer espacios urbanos degradados a través de una mezcla de skate, arte urbano (sigue leyendo por favor) y ‘musiquita de la buena’. Podemos decir que el primer evento cumplió al 100% con lo prometido.
Situado en la punta extrema del puerto, bajo la sombra de unas gruas inmensas, la localización recordaba de igual manera al final de Iron Man 3 y a la segunda temporada de The Wire. Y de hecho, el evento seguía esta dicotomía, entre la superproducción y el realismo.
Una de las cosas más refrescantes del ConsSpace 001 fue el hecho de que el recinto fue diseñado, en parte, por los propios patinadores. El sueco Pontus Alv contribuyó con una rampa con forma de ola, y el evento en si estaba apadrinado por Kenny Anderson, quien, aparte de ser un skater mítico, es un personaje que inspira más amor incondicional en los desconocidos que Siddartha Gottama. En cuanto a la música, ConsSpace 001 tenía uno de los mejores carteles que hemos visto en mucho tiempo: los hermanos angelinos que forman The Bots; el rock and roll esotérico de Crocodiles; la fiesta con ruedas que son The Black Lips y el príncipe de Baltimore, Spank Rock. Basta decir que los límites entre la música, el skate y el arte se volvieron bastante borrosos, con Cole de The Black Lips ‘thrashing’ durante el set de Spank Rock y el rapero en cuestión haciendo la mitad de su bolo desde encima de los contenedores pintados como lienzos. Y así es como debería ser.
Situado en la punta extrema del puerto, bajo la sombra de unas gruas inmensas, la localización recordaba de igual manera al final de Iron Man 3 y a la segunda temporada de The Wire. Y de hecho, el evento seguía esta dicotomía, entre la superproducción y el realismo.
Una de las cosas más refrescantes del ConsSpace 001 fue el hecho de que el recinto fue diseñado, en parte, por los propios patinadores. El sueco Pontus Alv contribuyó con una rampa con forma de ola, y el evento en si estaba apadrinado por Kenny Anderson, quien, aparte de ser un skater mítico, es un personaje que inspira más amor incondicional en los desconocidos que Siddartha Gottama. En cuanto a la música, ConsSpace 001 tenía uno de los mejores carteles que hemos visto en mucho tiempo: los hermanos angelinos que forman The Bots; el rock and roll esotérico de Crocodiles; la fiesta con ruedas que son The Black Lips y el príncipe de Baltimore, Spank Rock. Basta decir que los límites entre la música, el skate y el arte se volvieron bastante borrosos, con Cole de The Black Lips ‘thrashing’ durante el set de Spank Rock y el rapero en cuestión haciendo la mitad de su bolo desde encima de los contenedores pintados como lienzos. Y así es como debería ser.
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