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Música

Arenilla cósmica

Schwarz predica en un desierto libre de canallas neoliberales.

No sé muy bien cómo, tal y como está el patio, pero los murcianos Schwarz se las han apañado para grabar su ¡séptimo! disco. Y han llegado al número de la suerte con

Espíritus del desierto, yo os invoco

, un 12” de golosa edición limitada que también han colgado en su Bandcamp –que ahora está de moda– y cantando en castellano. Siguen siendo los mismos marcianos de siempre: les privan los sintes vintage, escuchan discos de Silver Apples al revés y seguramente podrían dar una animada conferencia sobre “Los hallazgos de productores teutones locos como Dieter Dierks o Conny Plank en la historia del krautrock” sin tartamudear. Como no hay nada que me guste más que hablar con alguien que lleva una camiseta de Skullflower y que tenga un nombre fácil de recordar, el otro día mantuve una simpática charla con el líder del grupo, el gran Alfonso Alfonso.

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Vice: El título del disco me trae a la cabeza imágenes de chamanes poniéndose tibios de peyote.

Alfonso Alfonso (guitarra, teclados, voz):

Bueno, mucha gente hace esa asociación. Les hablas del desierto e inmediatamente les viene a la mente el peyote, el rollo Carlos Castaneda… Pero nada más lejos de nuestra intención. En realidad el disco se refiere al desierto de aquí del sudeste, el de Murcia y Almería.

Como todo desierto que se precie, debe ser un buen lugar para las abducciones. ¿Habéis ido alguna vez a hacer el cabra con antenas de papel de plata para contactar con civilizaciones extraterrestres?

No exactamente, pero el paisaje desértico es ya de por sí bastante marciano y su avance es una realidad, no ciencia ficción. También es un lugar ideal para experimentar el rollo

outer-space

, claro.

Por cierto, ¿de cuántas formas crees que se habrá escrito vuestro nombre? Mi truco es escribirlo bien una vez y luego cortar y pegar las veces que haga falta.

[

risas

] Deberían preguntarlo en las pruebas de acceso a la universidad. Yo lo he visto escrito de todas las formas imaginables, aunque supongo que todavía quedará alguna por explorar.

Os habéis pasado al castellano, aunque con el vocoder tampoco es que se os entienda mucho…

Nuestra generación optó por cantar en inglés en una época en la que el castellano era un idioma apestado, la lengua de Hombres G y Los Rebeldes. Ahora la situación se ha, digamos, normalizado. Pero el cambio de idioma tiene en nuestro caso una base política, también. No es que cantar en castellano sea algo político en sí mismo, eso sería una gilipollez, pero sí ha sido una decisión tomada a raíz de todo lo que está sucediendo en el mundo. Se está imponiendo un neoliberalismo desbocado y canallesco, una globalización homegeneizadora, sin ninguna diferencia entre derechas e izquierdas. Por eso hemos querido marcar una diferencia cantando en nuestro idioma y olvidarnos de la lengua del imperio. También de ahí vino la idea de inspirarnos en el paisaje local.

Joder.

Ya.

Espíritus del desierto, yo os invoco

está colgado en http://schwarz.bandcamp.com/