Ata dibuja sus cosas (y sus cosas molan)

No tengo noticia de que el proceso de retroacción posmoderno haya llegado ya al estadio de recuperar -con media sonrisa y ceja enarcada, por supuesto- los típicos y enormes cuadros de ciervos que nuestros abuelos tenían en la pared de la sala de estar, o esas pinturas en las que siempre salía una gitanilla con un cántaro. Si no es así, ya llegará, y mientras tanto hay otras opciones para tapar ese desconchón, esa sombra de humedad, esa extensa mancha de sangre que no se va ni con salfumán.

Algunos ya sabréis, y al resto os informamos ahora, de que vuestros seguros servidores de Vice hemos formado un contubernio con algunos de los artistas gráficos -ilustradores, fotógrafos y demás ralea- que más nos gustan para coger varias de sus obras, ampliarlas a tamaño mamut y, a través de Print It! Gallery , ponerlas a disposición de ustedes que lo son para que tapen las vergüenzas domésticas y de paso se solacen la vista pasando de ciervos y gitanillas.

A uno de estos artistas, el ilustrador Marcos Cabrera, le entrevistamos días atrás. Hoy le toca a ATA, un señor que vive en el norte y se ha hecho un nombre como dibujante preciso a la vez que guarrindongo si se tercia. Lleva la tira de años dejándose ver en las páginas del TMEO, ha publicado varios libros de esos en los que salen pichas y por un precio módico puedes tener un dibujo suyo así de grande hasta que la pared se caiga o decidas sustituirlo por uno de Vuillemin.

Mira, precisamente tenemos ahora a ATA al teléfono. ¡Qué casualidad!

Vice: ¿Alguna vez te pasó por la cabeza que el conocido como “el rey del humor marrón” tendría sus obras a la venta en una galería? ¿O quizá siempre fue ese tu objetivo?

ATA: Hombre, es que inevitablemente lo de los tebeos siempre acaba exponiéndose. Lo de la galería es un poco más fino, pero con el TMEO, que todo son auténticas gamberradas, hemos hecho mogollón de exposiciones en locales por todo el País Vasco. Hay otra sensibilidad hacia la transgresión salvaje y siempre hay un huequillo para estas cosas.

Hablando del TMEO y Euskadi. ¿Tú crees que puede hablarse de una escuela del humor vasco? ¿Existe algo así?

Uuh… De alguna manera, sí. No sé exactamente cuál fue el detonante, pero a mediados de los 80 había una actividad que, supongo que relacionada con todo el rollo político, que movilizaba mucho, fue un caldo de cultivo súper importante de fanzines de los que han salido mogollón de autores; Álvarez Rabo, Mauro Entrialgo, Santi Orue, Ernesto Murillo… Cantidad de gente que ahora son referencias dentro del cómic actual. Sí, algo de eso hay. Jo, ¡vaya respuestas más pochas! Me está saliendo una cosa muy neutra.

Ya pasa. Tú, como dibujante, ¿te identificas con lo que en los 80 se dio en llamar “la línea chunga”?

Pues no lo sé. Yo, medio en chiste, hablo de que hago línea chunga y línea finolis, o sea que de alguna manera sí hay un contenido grueso y, formalmente, es como… preciosismo injustificado: tratar de hacer una cosa muy elaborada, muy currada, de algo aparentemente muy bobo. No, la línea chunga yo creo que era más un gamberrismo, una provocación, y lo que hago no sé si tiene algo de eso. A mí me gusta jugar a la contradicción: un rollo bruto pero con una ejecución muy cuidada. Un choque con sorpresilla.

Un caso hipotético: una viñeta tuya con un chiste absolutamente descojonante se amplía y alguien la compra y la cuelga en el salón de su casa. Y al cabo del tiempo va y te dice, “jo, el dibujo me gusta mucho pero estoy harto del mismo chiste”. ¿Qué le dirías?

¡Pues no lo sé! Podría ser, algún caso se ha dado. Recuerdo una herriko taberna en la que pusieron un trasto de tres metros con una ampliación de la tira de Blind Justice. Al cabo de un par de años.. ¡je, je! Imagino que ya no podían volver a leer otra vez el mismo chiste. En fin, que sí puede ser algo cansino pero no más que cualquier otra ilustración, dibujo, foto o lo que sea.

¿Quién te enorgullecería saber que ha comprado una ampliación de uno de tus dibujos para colgar en un lugar preferente de su casa?

¡Ana Obregón!

¿Te acuerdas de cuando salió en un episodio de El Equipo A ?

Sí, joder, y en pelotas en Bolero , la peli aquella de Bo Derek. ¡Esos mitos! Un agradecimiento a todos aquellos acaricimientos en tu primera infancia. Yo creo que Ana Obregón se lo merecería.

Ana nos quiere a todos pero jamás lo admitirá. Tú, que tienes ya como siete u ocho libros publicados, ¿tienes algún otro en cartera? ¿O seguirás con el TMEO y luego ya se verá?

Estoy realizando una cosa que se llama Un océano de sabiduría de un centímetro de profundidad . No sé, le quedan meses, imagino, pero es como un recopilatorio de anécdotas chorras, sabiduría popular y tal. Sí, siempre vas generando material, y lo siguiente no sé lo que será, pero lo del océano parece lo más inmediato.

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