FYI.

This story is over 5 years old.

Música

A bailar, hemos venido a bailar

El Guincho lo pone más duro que nadie.

Foto de Alejandra Núñez Un tío con nombre de águila pescadora (y de playa nudista, todo hay que decirlo) se acaba de sacar de la manga el disco más fresco de la temporada. Y es que en un mundo perfecto, el recopilatorio Caribe Mix se llamaría Alegranza, y Pablo Díaz-Reixa estaría más forrado que Emilio Estefan y toda la mafia latina de Miami junta. De momento, la música no le da ni para pipas. Vice: Todos los canarios estáis como cabras. ¿Crees que crecer allí ha influido en tu forma de hacer música? Pablo: Desde luego que sí. Por ejemplo, cuando el reggaeton llegó a España yo ya llevaba años escuchando esos beats gordísimos y súper duros. Allí era la música que escuchaba la peña más chunga, la que da miedo. Cuando era pequeño, mi padre me ponía Rubén Blades, muchos de los ritmos del disco vienen de ahí. Pero en general a Canarias todo llega tardísimo, allí la peña no sabe ni qué son los hypes. ¿Qué escuchabas de adolescente? ¿Has hecho algo de provecho hasta ahora? De más pequeño, era hiphopero, pero también tenía un grupo de punk súper malo. Estudié música en el conservatorio pero me largué y empecé a jugar a tenis, sin ningún talento, y volví a entrar en una escuela de música experimental contemporánea. Llegué a Barcelona hace cuatro años y me puse a tocar en un grupo terrorífico que se llamaba Dead Man on Campus, el nombre viene de una peli donde sale Zack Morris de Salvados por la Campana con el pelo teñido de negro. Más tarde hice Coconot con mi primo y estuve tocando en la Orquesta de la Muerte. Hace unos meses monté El Guincho, que soy yo solo, y ya está. ¿A dónde y a qué época te irías a bailar si pudieras viajar en el tiempo? Me gustaría “ponerlo durísimo” en un carnaval de Trinidad y Tobago en los años treinta, con una de estas orquestas de la polla en plan The Mighty Sparrow. Me flipan esos beats súper duros y, al mismo tiempo, esas melodías tan amables e inteligentes. Si no, en alguna orquesta de Guinea, me mola mucho la repetición en la música africana, con esas estrofas de cuatro minutos donde se repite todo el rato la misma frase y acabas entrando en una especie de trance. Grabaste tu primer disco, Folías, en una noche y, por lo que sé, más tarde ni siquiera recordabas algunas de las letras. Debiste ponerte fino filipino… En cambio en Alegranza las drogas no están. Es un disco que hice en mi casa, rayado con el sampler y con J Dilla. Escuchar el Donuts para mí fue como “pero qué coño estás haciendo”… ese disco sí que fue la droga de Alegranza. Decidí dejar a un lado la guitarra y la batería, ponerme a samplear las cosas que me gustaban y cantar. Sí, el salto entre un disco y otro es enorme, Alegranza es un disco de la hostia. Es que Folías fue como “voy a pillar la guitarra y a ver qué pasa si grabo un disco esta noche”. Para mí, mi primer disco es este último. Me apetecía hacer algo alegre y bailable, estaba ya harto de escuchar música afectada, además nunca me podría salir algo así. Luego, a veces, me veo bailando solo en el local, todo brutillo, y pienso “tío, mírate al espejo, ¿qué coño estás haciendo con tu vida?”. De todas maneras, a mí lo que me gusta es tocar en directo. Este finde tocas con Extraperlo, ¿cuáles son tus bandas favoritas? Pues ellos, que han hecho un cambio extremo y lo van a poner duro; Albaialeix; todo lo que hace Simon de Jahbitat y me olvido de otros que me insultarán por no haberlos nombrado. Como soy pobre y no puedo comprar discos, es sobre todo gente que he visto en directo, como Les Aus, que son increíbles. Alegranza ha sido editado por Discoteca Océano. www.discotecaoceano.blogspot.com y www.myspace.com/elguincho. Los dos tíos raros que flanquean a Pablo son miembros de un grupo alemán en plan medieval que se llama Corvus Corax. Si queréis flipar de verdad, visitad www.corcuscorax.de